Lope

¿Recuerdan los momentos emocionantes de "Alatriste"? Yo tampoco. Me acuerdo de la escena del sombrero que vuela hasta ocultar la cámara, y también recuerdo lamentar que, siendo todo en ella más que aceptable, a aquella superproducción -de 22 millones de presupuesto- le faltaba 'algo', seguramente la huella de personajes y escenas memorables. "Lope", que a ratos bordea de forma peligrosa el formato televisivo, curiosamente supera este examen bastante mejor. Cuando Ammann comienza a recitar versos, y todo sigue resultando de lo más natural, es cuando te das cuenta de que es una película consistente, que seguramente saldrá victoriosa en sus tres batallas: taquilla, público y crítica. Eso sí, siempre que no decidan publicitarla como una película de aventuras. El film tiene alma, una correcta ambientación y una narración entretenida, sin apenas acción. Son las interpretaciones, sobre todo las de sus tres protagonistas, las que levantarán las ovaciones. Puede que se eche en falta algo más de riesgo, sorpresa o contundencia en ciertos pasajes, que le falte eso tan buscado de 'la épica', pero conviene entonces volver al principio. Es posible que Andrucha Waddington también viera "Alatriste", luego los 9 millones con los que contaba para "Lope", y entonces decidiera olvidarse de la grandeza del cine de época, acercar la cámara, cerrar planos y depositar toda su fuerza en las miradas y gestos de Ammann, Watling y López de Ayala, dispuestos a que la platea quede a su merced. Y a fe que lo consiguen.