En la cuerda floja

La historia de Philippe Petit es alucinante y el soberbio, intrigante y poderoso documental ‪'Man on Wire'‬ (2008) lo dejaba claro.

Robert Zemeckis, un director al que se la pasó el arroz hace tiempo, elige mal la narrativa, el tono y la forma, abusa de los efectos por ordenador y, lo peor, pierde la esencia y el alma de la historia en ‪'‎The Walk'‬.

Los personajes hacen que la película llegue a resultar repulsiva, la cansina y recurrente voz en off del protagonista molesta y no aporta (por no hablar de esa penosa secuencia introductoria), inclusive la elección visual de la mayor parte de la cinta me parece inadecuada.

En definitiva, una película innecesaria que sólo sobrevive por los potentes y vertiginosos últimos 30 minutos (al igual que le pasó a Zemeckis con 'Flight', aunque allí eran los primeros 30).

Ved el documental, ni punto de comparación, oiga. -5/10-

Acá se cuenta la historia de un desequilibrado que coqueteando con el suicidio logró una extraordinaria y estúpida hazaña: caminar por un cable que conectaba las torres gemelas desde la azotea a una altura de 450 metros.

En mi opinión esta es la película más floja de Zemeckis que teniendo un gran sentido del espectáculo y del entretenimiento (similar al de Spielberg pero sin llegar a su nivel) cada vez que él mismo mete mano en el guión demuestra que la escritura no es su fuerte. En este filme lo verdaderamente interesante está en las sobrecogedoras imágenes y los efectos especiales que se despliegan en la media hora final, pero la narración hace uso y abuso de una voz (a veces en Off y otras con el protagonista hablándole a la cámara) que cuenta y relata absolutamente todo lo que se está viendo como si en lugar de una película se tratara de un radioteatro. Este director ha demostrado tener una mano firme y sensible en la dirección de Forrest Gump, Náufrago, El Vuelo, ¿Quién engañó a Roger Rabbit? y todos estos ejemplos cuentan con guionistas sin la participación del mismo Zemeckis.

A mí me pareció mucho más interesante el documental "Man on Wire" producido por la BBC y Discovery Channel en 2008, y que cuenta con un extenso reportaje a este francés loco, Petit.

La copia proyectada en Montevideo está hablada en francés alrededor de un 20% del metraje pero no fue subtitulada en estas partes.

El marcado acento francés de Joseph Gordon Levitt atrapa al espectador desde el primer instante de la película. Y aunque en un primer momento no convence esa narración en primera persona con las Torres Gemelas de fondo, los primeros flashback introducen al espectador en el mundo de Christopher Petit para narrar desde la gestación hasta la ejecución de un sueño.

Zemeckis realiza aquí una obra más que aceptable en el que la música, las imágenes y sobre todo la interpretación de Gordon Levitt se funden en un espectáculo rematado en una secuencia final de 15 minutos que muchos en la vida real pagarían por ver. Imprescindible ver la película en Versión Original. El intercambio de diálogos en inglés y francés es imprescindible para que la narración avance y cobre sentido.

Considerada también un homenaje al World Trade Center (Zemeckis nos muestra las Torres desde la más absoluta majestuosidad), es curiosamente cuando la película se centra en la vida personal de Petit y la relación con sus compañeros de hazañas, el momento en que esta flaquea. Un desaprovechado Ben Kingsley tampoco ayuda en esta tarea.

Desde un comienzo se nos presenta como una parte de la vida del funambulista francés Petit, pero conforme avanza el film, el biopic parece más un tributo a las desaparecidas Torres Gemelas del World Trade Center.

Antes de ver el film tuve la suerte de ver Man on Wire, un documental en primera persona sobre el funambulista francés, donde trata en primera mano su experiencia personal y de sus compañeros de uno de los hechos más "artísticos" de los años setenta, como fue cruzar sobre el alambre las torres gemelas y los pequeños detalles que hacen una acción en gesta. En él existen muchos detalles, que por desgracia Zemeckis no ha querido dejar constancia u obviar para dar mayor dramatismo, o eso es lo que uno debe pensar, pero también por otro motivo más personal y ególatra, como el de los "recuerdos personales" y "añoranza".

Es verdad que la película mantiene el interés, y está muy bien llevada, con las dosis justas y proporcionadas para que el espectador no se aburra durante las dos horas de duración mezcla acción, suspense y dramatismo, pero la película tiene dos líneas, una es Petit y la otra las Torres Gemelas, y mientras uno brilla, el otro está apagado, pero conforme avanza el film, Petit se va apagando y son las Torres quienes brillan, dejando al final esa última secuencia, donde se ve claramente el tributo, no al francés, sino a los dos desaparecidos colosos emblemáticos. Made in América, and made for Americans Patriots.

No me agradan los engaños, no me gustan que usen los eventos y las personas por sus conveniencias, y por supuesto odio mucho más las muestras banales de patriotismo para vender entradas, por eso mismo, mi nota es tan baja, ya que es un film destinado para un país, y no para el Mundo.

Luego de haber concebido clásicos modernos de la cinematografía como la saga ‘Volver al futuro’, y de haber intentado con la animación en 3-D, Robert Zemeckis trae ahora consigo la historia de Phillipe Petit, un francés que cumplió su sueño de caminar sobre un cable entre las Torres Gemelas, historia ya contada en el documental de 2008, ‘Man on Wire’.

Partiendo desde la infancia del personaje, la película hace un recorrido total desde su descubrimiento por las acrobacias y el funambulismo, hasta su primer encuentro con unas Torres Gemelas aún en construcción y como inició su sueño-obsesión de caminar por el espacio que las separa.

Con un recurso un tanto cansino de Joseph Gordon-Levitt, quien interpreta a Petit, hablando a cámara y dando detalle de lo que sucede en la historia, vemos el recorrido que habrá de hacer para cumplir su sueño, todo en un tono de comedia a la francesa más o menos soportable, al que no ayuda en nada escuchar a los personajes hablar en inglés con un molesto acento francés.

Pero la película se convierte en otra cuando sus personajes viajan a Nueva York para echar a andar los planes de Petit, tornando el relato en una especie de thriller que muestra a detalle y con un tono siempre ameno toda la planeación y el reclutamiento y formación del equipo como si se tratase de la preparación de un gran atraco.
Y son los últimos 45 minutos los que elevan la calidad del relato de Zemeckis, quien sabe bien aprovechar todas las bondades y posibilidades del 3D para dotar de emoción y vértigo la historia, haciendo obligatorio el ver la película en dicho formato para poder disfrutarla al máximo.

Zemeckis consigue que una historia muy conocida, incluyendo su desenlace, se torne atractiva y por demás entretenida, con una belleza y poderío visual aplastante e intimidante, y con ese otro protagonista mudo, el gran edificio hoy inexistente, el cual podemos conocer y recorrer sus espacios hoy derrumbados, en un sentido y discreto homenaje.

http://tantocine.com/en-la-cuerda-floja-de-robert-zemeckis/