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El tiempo del Armagedón

Drama Paul Graff lleva una infancia tranquila en los suburbios neoyorquinos. Junto a Johnny, un compañero de clase excluido por su color de piel, se dedican a hacer travesuras. Paul cree contar con la protección de su madre, presidenta de la asociación de madres y padres de alumnos, y de su abuelo, con el que mantiene una muy buena relación. Pero, tras un incidente, es enviado a una escuela privada, cuyo consejo de administración cuenta con ... [+]
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Críticas 27
Críticas ordenadas por utilidad
19 de noviembre de 2022
42 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película escrita y dirigida por James Gray, autor entre otras de la también conmovedora "Two Lovers", golpea hondo. En algunos momentos puede llegar incluso a incomodar por lo que vemos en pantalla. Sin embargo no es por imágenes desagradables o truculentas en sí o de violencia física explícita, pues apenas hay tan sólo una escena donde alguien pega a alguien, sino por otro tipo de violencia: la social, la de la propia realidad que conocemos de sobra y que envuelve las situaciones en que se mueven los personajes protagonistas.

"Armageddon Time", cuyo titulo alude metafóricamente a los tiempos de lucha entre el bien y el mal que narra el bíblico libro del Apocalipsis antes del fin de los días, cuenta una historia en la que salen adolescentes pero no es una película sobre la adolescencia ni sobre la infancia, sino sobre la condición humana, y cómo desde muy jóvenes los acontecimientos dramáticos hacen despertar hacia un mundo que no era como se pensaba, sino mucho más cruel. El tema es en realidad sobre la pérdida de la ingenuidad y de la inocencia, y sobre cómo eso moldea nuestros principios y nuestra forma de ser, en parte influenciados por quienes nos rodean, en parte por nosotros mismos.

Gray es muy buen director de actores y aquí se lo ponen bastante fácil, especialmente los cinco principales en la trama. El adolescente Paul Graff es el personaje central sobre el que gira todo lo que se nos cuenta y está interpretado por un muy joven y expresivo actor, Michael Banks Repeta, que tras unos pocos papeles secundarios en series de TV y cine obtiene aquí su primer papel protagonista que resuelve con nota y apuntando a un futuro prometedor. El otro adolescente que le da la réplica de modo muy bien interiorizado lo interpreta el debutante Jaylin Webb. Brillan con luz propia en dos interpretaciones muy realistas y entre lo mejor de sus carreras los más que conocidos y oscarizados Anthony Hopkins y Anne Hathaway, respectivamente el abuelo y madre de Paul, así como Jeremy Strong (conocido y premiado por la serie Succession) en el papel intenso y lleno de matices muy bien expresados del padre de Paul.

El trasfondo político, en cuanto que se relaciona con el social, es bastante obvio, y aunque nadie sale del todo muy bien parado al respecto, hay una esperanza aún encendida que queda ahí. Una esperanza que desde esta historia que sucede en 1980, en cierto modo, como recuerda el personaje del abuelo, es sobre algo que siempre ha estado ahí; y como podemos apreciar los espectadores de la película, está hoy también aquí. Pareciera que estamos en ese tiempo que alude el título, y de nosotros como del joven Paul Graff, tengamos la edad que tengamos, depende no rendirse.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro
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28 de noviembre de 2022
38 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando lees la sinopsis y ves el tráiler de Armageddon Time, atisbas la posibilidad de que se trate de una gran película. Buenos actores, buena ambientación, una historia con potencial sobre el fin de la adolescencia en tiempos convulsos, posibilidades para el análisis social y la metáfora política... crees que puede ser algo grande. Pero (esto es totalmente subjetivo) también en mi caso había la sensación de que había algo que iba a desinflar esa idea.

Una vez vista la película, incluso el peor escenario de mediocridad era mejor. Buenos actores, sí, en papeles sin ninguna profundidad ni interés, con personajes con reacciones aparentemente aleatorias. Buena ambientación, sí, como en cualquier película de Hollywood de gran presupuesto; el mínimo exigible si vas a recrear a día de hoy el pasado. Y, el desastre:

Una historia con potencial, no, ni siquiera... no es que lo hayan desaprovechado, es que no parecen querer contar nada. Y la sinopsis oficial, miente. Veamos:

"Paul Graff lleva una infancia tranquila en los suburbios neoyorquinos." Bueno, vale, su infancia puede ser tranquila pero como es el protagonista de un coming-of-age más desagradable, antipático, irracional y odioso que yo haya visto, pues se empeña en que verlo sea insufrible y desde luego, nada tranquilo. La absurda escena, una de las muchas en las que las reacciones de los personajes parecen haber sido escritas tirando un dado de emociones, de la cena familiar, es un buen ejemplo de ello.

"Junto a Johnny, un compañero de clase excluido por su color de piel, se dedican a hacer travesuras." Si Johnny está excluido por su color de piel es algo que nunca sabremos. Es probable, dada la época. Y la película sería una oportunidad para mostrarlo y reflexionar sobre ello. Pero simplemente aquí se asume que debemos pensar eso y nos muestra a otro personaje odioso e irreal, absurdamente ofensivo, al que sencillamente todo lo que le ocurre en la escuela es lo que debe ocurrirle a cualquier maleducado que intenta boicotear la clase sistemáticamente.

"Paul cree contar con la protección de su madre, presidenta de la asociación de madres y padres de alumnos, y de su abuelo, con el que mantiene una muy buena relación." Paul ya tiene edad para no creer que sus familiares son superhéroes y sus líneas de guión sobre este tema nos hacen confirmar las sospechas de los profesores de sus dos colegios: es un poco lento.

"Pero, tras un incidente, es enviado a una escuela privada, cuyo consejo de administración cuenta con el padre de Donald Trump como uno de sus miembros." La referencia a Trump, tan obvia y tramposa, también se queda en nada. La escuela es clasista como tantas otras en EEUU en aquella época y ahora. En lugar de ahondar en ello, la película nos muestra a la hermana de Donald Trump dando un discurso meritocrático rancio (en la única actuación memorable pero cortísima de la película: la aparición de Jessica Chastain). Pero en eso se queda toda su denuncia. Cualquier lectura sobre el racismo sistémico, y sobre las conexiones de las élites de esa época con las actuales, la persistencia del racismo, la hipocresía del discurso meritocrático liberal y todas las demás cosas que aparecen en muchas de las críticas que he leído en medios y en esta pagína... no salen en la película. Forman parte de lo que nosotros sabemos y pensamos y que vertemos en nuestra lectura de la película. Y es genial. Pero eso no es un valor de la película. La película ni cuenta ni analiza nada de todo eso (excepto en un par de diálogos puntuales que no justifican todo el metraje intrascendente de dramas inventados).

"El elitismo y el racismo sin complejos con el que se encuentra cambiarán drásticamente su mundo." Otra vez más, se juega con lo que la gente sabe de la historia y sociedad estadounidenses. El elitismo es vagamente mostrado. Simplemente se ve que son ricos, pero ni siquiera Paul, que viene de una escuela pública en la que los otros alumnos saben que tenía compañeros negros, es desplazado ni humillado. Y el racismo mostrado, en comparación con lo que sabemos que existía y existe en la realidad, es tan blandito, tan tonto, tan sutil... que se queda en nada.

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Mediocre, muy mediocre. Oportunista.
Arthur Bloom
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22 de noviembre de 2022
14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Años 80, Nueva York. Reagan se presenta a presidente. Paul Graff, un niño judío perteneciente a una familia acomodada, que mantiene una relación muy especial con su abuelo (Anthony Hopkins), y anhela convertirse de mayor en un pintor exitoso, tiene problemas en la escuela. Paul conoce a un niño afroamericano con quien entabla amistad.

James Gray nos dibuja un cuadro preciso de la América actual, la de los sueños truncados, los ideales corrompidos, el país del desencanto. Con trazos delicados y elegantes nos muestra a un protagonista ingenuo, ensimismado, cuyo idealismo choca con la realidad del mundo. Paul escucha hablar de que todos gozan de las mismas oportunidades, que el color no importa, que cualquier ciudadano puede convertirse en aquello que desee, que con esfuerzo todo se consigue. Atisba, sin embargo, una verdad diferente.

Es el tiempo de madurar, de adoptar una postura, plantar cara a la vida. Su madre ha depositado muchas esperanzas en su futuro, confía en que se convierta en un hombre de provecho. Su padre, al que ha decepcionado, le insta a que aproveche sus privilegios, las oportunidades que se le ofrecen. Su abuelo, que recuerda la manera en que sus antepasados arribaron al continente, aún cree que lo esencial es mantener una conducta ética intachable, luchar por lo que uno considera justo.

La película es sutil en su relato y honesta con los personajes. No se hace ilusiones con nada ni con nadie. Posee un espíritu sentimental, que no huye de la dureza, sino que la asimila.
Jackie Daytona
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15 de noviembre de 2022
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una mirada atrás nos propone el director James Gray, analizando su propia infancia en el Barrio neoyorkino de Queens en los años 80, en una película reflexiva y conmovedora, donde hará hincapié en la familia, en las diferencias sociales, la raza o la religión, cuestiones muy claves para poder salir adelante en la vida.

Un recurso que está siendo últimamente utilizado por algunos directores como Paul Thomas Anderson en "Licorice Pizza", Kenneth Branagh en "Belfast" o Alfonso Cuaron en "Roma" que con una mirada nostálgica a sus recuerdos elaboran unos interesantes films.

Estamos en el principio de la América de Reagan, conocemos a Paul Graff un alumno de sexto en un colegio público que sueña con convertirse en dibujante. Allí conoce a su compañero de clase Johnny un chico negro que vive con su abuela en unas condiciones bastante precarias. Paul piensa que es rico, pero la verdad es que proviene de una familia judía de clase trabajadora. Su padre arregla calderas y su madre es maestra. Tiene un vínculo especial con su abuelo con el que está muy unido. Pero comienza a meterse en problemas con su nuevo amigo y esto hará que cambie mucho su situación, a la vez que comenzara a ver las desigualdades sociales, económicas y familiares de la vida que le rodea.

Un interesante cambio de registro de este cineasta que tiene títulos muy interesantes como "Ad Astra", "Z, la ciudad perdida", "La noche es nuestra" o "La otra cara del crimen". Michael Banks Repeta visto en "Black Phone" es Paul Graff, y Jaylin Webb es Johnny. Por otro lado, tenemos a Anne Hathaway y Jeremy Strong como los padres y a un entrañable Anthony Hopkins como el abuelo.

La historia no cae en el melodrama barato y creo que se puede considerar como una buena mirada a los Estados Unidos de aquella época (El título del film viene de una canción de The Class) aparte de componer una interesante biografía. 
Destino Arrakis.com
videorecord
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16 de noviembre de 2022
13 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Aroma a clásico

Desde sus primeros minutos Armageddon Time se antoja como una película con reminiscencias a un cine de otra época. Se trata de una cinta que te abraza durante casi dos horas. Por ello, su sencillez y manejo de las emociones son sus principales fuertes. Es aquí donde James Gray demuestra el cariño que le ha puesto a este proyecto, que cuenta con tintes autobiográficos en la figura de Paul.

Con los ojos del protagonista como foco principal, la película muestra una calidez constante. Lo hace, por un lado, mediante las diversas relaciones de Paul. En especial las que mantiene con su mejor amigo, Johnny, y su abuelo, interpretado por un maravilloso Anthony Hopkins. Por otro lado, la fuerza de las imágenes y lugares donde transcurre la película también le dan a Armageddon Time gran parte de su encanto.

*El falso sueño americano

Uno de los temas que más resuenan en Armageddon Time es la exposición que hace acerca del famoso sueño americano. Desde los ojos de Paul somos testigos de cómo este dicho, o promesa de vida, dista mucho de la realidad de los Estados Unidos. Ya no solo porque parte del sistema y la sociedad se lo nieguen, sino porque su propia familia juega en su contra.

En los padres de Paul encontramos un retrato de la familia americana, con muchos más aspectos negativos a destacar que positivos. Dentro del círculo cercano de Paul la posición más destacada la ocupa su abuelo, Aaron. Aaron se convierte en la figura clave de la infancia de Paul, pero también en la representación de una América que está cayendo en el olvido. Además, todas las escenas en las que aparece Hopkins están manejadas con gran sensibilidad. Resulta evidente que James Gray ha sabido darles la importancia que merecen a todas ellas, permitiendo al actor galés brillar en cada uno de sus minutos en pantalla.

*Retratando un país

Armageddon Time no se para en el sueño americano. También logra un amplio retrato de la Estados Unidos de 1980, momento en el que Ronald Reagan se convirtió en presidente y el país cambió. Con esto de fondo, James Gray práctica un cine con cariz social. En él reflexiona acerca de varios aspectos fundamentales de la sociedad norteamericana, muchos de ellos aún muy presentes. Gray se mueve por la cuestión racial, gracias a la relación de amistad de Paul con Johnny, pero también lo hace alrededor del sistema educativo y del concepto de la familia estadounidense.

Sobre lo segundo cabe destacar la diferenciación que pone sobre la mesa Gray entre la escuela pública y la privada. Aquí el director se posiciona en defensa de la primera y expone a los que dirigen la segunda, llena de hipocresía y unos valores morales más que cuestionables. Y qué, al fin y al cabo, insulta al concepto del sueño americano que tanto promulgan y defienden.

Dentro de la imagen de familia que retrata Gray también hay lugar para el sueño americano, pero sobre todo un espacio para desmitificar una de las instituciones clave de la América moderna. Ahí cumplen perfectamente con sus roles Anne Hathaway y Jeremy Strong, que se ponen en la piel de los padres de Paul. Incluso se podría decir que ellos se convierten en los antagonistas, al seguir la historia desde la perspectiva de su hijo.

*Conclusión

Armageddon Time es una de las películas más destacadas del año, llena de nostalgia y calidez. James Gray nos da un coming of-age con aroma a clásico, en el que retrata de manera acertada una época y un país. Y lo hace con todos sus defectos, muchos de ellos pilares fundamentales de Estados Unidos.

Además, cuenta con un fantástico reparto en el que destacan Banks Repeta y, por supuesto, Anthony Hopkins, que se come la pantalla una vez más.

Escrito por Víctor Pérez Cañete
Cinemagavia
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