Pájaros de verano

Esta película ha surgido en buenos tiempos para saber algo más de los Narcos.
Es muy distinta a todo lo que hemos visto, porque todo comienza como un canto, una leyenda folclórica que se expande como la pólvora de un disparo y que brota como las cantidades de sangre vertidas por la codicia humana y la peligrosidad que conlleva el tráfico de drogas y el salir de la mediocridad.
Fabulosa.

Sorprendente filme una vez más del buen director colombiano Ciro Guerra está vez en conjunto con Cristina Gallego, al igual que El abrazo de la Serpiente la dirección es de primera.

La historia gira entorno a los inicios del narcotráfico en Colombia, en el desierto de Guajira de mano de los indígenas Wayuu, una mirada distinta de la población indígena, esta vez familias encargadas al tráfico de marihuana, sin duda es algo distinto, nunca pensé que el narcotráfico colombiano tenga sus orígenes en esa población. En Pájaros de Verano no solamente vamos a observar una película en torno al narcotráfico sino también nos enriquece en conocer dicha cultura y como la ambición del dinero puede ir en contra de sus ideales, aparte hay una dirección y puesta en escena excelente, muy recomendable película colombiana en toda su magnitud, y me gusta que el cine latinoamericano siga creciendo.

Pájaros de Verano es una propuesta cinematográfica de orden antropológico centrado en un clan de la cultura Wayuu, la cual va corroborando los beneficios del poder cuando se asume con la distribución de droga. Ciro Guerra y Cristina Gallego se van hacia el ámbito rural y nos muestran usos, reglas y costumbres — a lo largo de diez años— de este grupo, regido por la figura matriarcal, quien nada doblegada por su rol, escuda su linaje con decisiones radicales.

Basada en hechos reales, la obra se divide en cantos que relatan ese duelo de poder entre la mencionada mujer de rango dentro de la estructura familiar y su yerno, Rapayet, a quien en primera instancia se le impone una serie de condiciones que le permitan formalizar su unión con Zaida —la hija de la matriarca— y posteriormente ser sometido a los designios del clan, donde la lealtad al círculo sobre cualquier asunto debe prevalecer al precio que fuere.

A pesar de ser una historia de el narcotráfico y basada primordialmente en narrar a través de estos dos personajes, la inicial interacción y los alcances del narcotráfico sobre la comunidad y la familia, la película supera el golpe efectista característico de otras tantas producciones en función del impacto entre la audiencias y la limita a mostrar la descomposición social instalada entre los grupos donde la vulnerabilidad quedará como una pantalla.

Una maraña sustancial extraída del cotidiano rural de hoy alojado en muchos sitios de América Latina.

Conocemos esta historia. La hemos visto en otras películas sobre la Mafia, un subgenero en sí mismo. Y no varía demasiado lo que pasa. Se puede preveer porque me imagino que el proceso por el cual la droga se implanta en cualquier territorio no debe variar demasiado.
Lo que la hace diferente posiblemente sea el exotismo y cómo incide en el destrozo cultural (además del familiar, ecológico, económico, etc...). Muy interesante el rol de la abuela.
Muy correcta en fotografía, actores, ambientación, ritmo. Imprescindible verla en V.O.
El único problema es que... ya me la sé.

Viendo esta película recordé el sentido que tiene la sabiduría de una comunidad, la acción de uno es el movimiento de todos. Que la individualidad es pasajera y en ocasiones difusa, Y además que toda sociedad que basa su ética en el tener está condenada a la extinción.

Me encantó! la fotografía, el detalle al que llegan con la cultura y la historia.

Me sentí muy ignorante además de no conocer del lenguaje y las costumbres Wayuus, gracias por hacerla.