The L Word (Serie de TV)

Estaba dudando en hacer o no una crítica de esta MARAVILLOSA serie, pero después de leer algunas de las que aquí habéis dejado, he decidido dar mi punto de vista...

Antes de nada, decir que The L Word marcó un antes y un después en el mundo del cine/series de temática LGTB. A partir de esta serie, comparo con L todo lo que veo referente a esta temática. Se ha convertido en un punto de referencia para mí.

Es cierto que estamos ante una versión lésbica de Sexo en Nueva York, pero ¿y qué? No entiendo donde está el problema. ¿Por qué es criticable la vida que llevan las chicas de L por tener buenos trabajos, ser guapas o que se pasen la vida saliendo por sitios sofisticados? ¿¿Quizás era más creíble que Carrie Bradshaw tuviera unos cuarenta pares de Manolo´s en su armario siendo una simple periodista?? Pues no, pero ¿qué más da? A tod@s nos encanta Sexo en Nueva York y las vidas, poco reales, de Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte!! Pues con las chicas de L, pasa exactamente igual. Sabemos que no se ajusta a la realidad 100%, pero nos encanta que sea así, porque para real, ya tenemos nuestras vidas, que en muchas ocasiones, nos aburre!! Esa es la finalidad del cine y la TV, entretenernos, y si encima lo hacen de esta forma, haciendo visible un colectivo que no lo tiene nada fácil, trabajando en la normalización y mostrando al mundo que las lesbianas no son solo un grupo de mujeres masculinas, que en la cama se limitan a hacer la tijera, ¿qué queréis que os diga?, yo lo agradezco enormemente, porque YO SÍ ME SIENTO IDENTIFICADA, POR FIN!! Así que, para tod@s aquell@s que critican esta serie por no ser 100% realista, os digo, que no se aleja tanto de la realidad, que de hecho, ese punto de ficción engancha y que para muchas mujeres como yo, ha sido un espejo en el que mirarse.

Mi nota es un 10, por supuesto, porque en L encontrarás a buenas actrices, buen guión y buena música, a parte de unas historias tan interesantes, tan reales y tan estremecedoras que llegarás a llorar, tanto de pena como de alegría, te reirás, odiarás y sí, te excitarás!! Porque por fin, han sabido mostrarnos la vida sexual lésbica más ajustada a la realidad que he visto hasta ahora.

He de decir que una de las cosas que más me gusta de la serie es la relación de Tina (Laurel Holloman) y Bette (Jennifer Beals), aun con sus idas y venidas, es una PASADA! Y si tengo que ponerle un pequeña pega a la serie, es la exagerada vida sexual de Shane (Katherine Moennig), que eso sí es poco creíble!

Por lo demás, recomendadísima!!

Parece poco, pero ya son casi 20 años desde que salió a la luz esta serie y, aunque ya estuviéramos de lleno en el S. XXI, respecto a la tolerancia con la homosexualidad (y otros ámbitos) nos quedaba un mundo por recorrer.

Y, dicho esto, como hombre heterosexual pues a lo mejor no debo tener mucha voz ni voto, yo que sé… El caso es que la serie me ha parecido un coñazo, con todas las letras. Pero como bien he dicho al principio, pues está claro que como serie con temática homosexual y, además, femenina, es pionera y, de alguna manera, rompe barreras. Vale, pero es un coñazo. Y punto.

Me voy a permitir el lujo de divagar un poco con el tema, y os preguntaréis por qué. Pues bien sencillo, porque la crónica, crítica o como lo queráis llamar, si fuera directa, se acabaría en dos pinceladas. Pero para eso estamos aquí. Entonces me tomo la licencia, humilde licencia, de recordar a Woody Allen. Sí, ese director, que bueno, a mí me gusta mucho; me gustan sus inicios meramente cómicos, me gusta su temática metafísica posterior, en fin, que me gustan sus pelis, pero siempre he pensado que no tiene la más mínima empatía con el mundo que le rodea. Sus personajes, sus historias, su mundo, todo gira alrededor de un universo económicamente acomodado, culturalmente inalcanzable (y no precisamente porque no nos interese o no sintamos curiosidad) para sectores de población que realmente representan (representamos) un porcentaje altísimo de dicha población.

Pues bien, esta gente, estas mujeres, estas lesbianas, me han recordado a ese puto universo Alleniano. Que rompan barreras me parece fenomenal, que muestren las inquietudes de un grupo de lesbianas que jamás había enseñado la gran pantalla, pues más fenomenal todavía… pero que alguna chica se pueda sentir identificada más allá de la sexualidad NO. NOOOOOOOOOOOOO. Chalets con piscina, tenistas profesionales, periodistas de revistas mayoritarias, comisarias de arte, fiestas en yates de lujo… venga coño, ¿en serio? ¿Esa es la ser humana media del mundo del lesbianismo?

Y aquí está la gran diferencia, por lo menos Woody tiene sentido del humor.

El tiempo ha dejado muy atrás a esta serie y su éxito, y no sólo por los 20 años transcurridos. "The L Word" es como una versión lésbica de "Sexo en Nueva York", aunque en Los Ángeles. Pero eh, no os vayáis a creer que hay alguna fea o normalita, no: aquí son todas mujerones de bandera (destacar a Sarah Shahi) con trabajos a cada cual más fantasioso y sofisticado (que si decana, que si productora, estilista, catedrática, DJ, abogada, millonaria...)

A destacar las tórridas escenas románticas y de sexo, que si bien no llegan a ser tan porno como "La vida de Adéle", son avanzadas para la época. Ahí radica el único interés de la serie, seamos sinceros, ya que ni me importan sus tramas, ni sus inquietudes, ni nada de nada.

Buenísima serie. Muestra la vida diaria de un grupo de chicas lesbianas, de una forma de lo más natural y real que puede haber. Tiene desde momentos de máximas risas hasta momentos preciosos y super emotivos.

Original serie que ha llegado a ser de culto por meritos propios. De espíritu transgresor no se queda en el mero intento; valiente y divertida.
Una serie que entretiene, divierte e intriga. Tiene humor, toca temas actuales y ofrece sexo a raudales.
Totalmente total, muy recomendable.