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Obsesión mortal

Intriga. Drama Dave Garland (Clint Eastwood), un popular locutor de radio de California, recibe en su programa frecuentes llamadas de una misteriosa mujer que siempre solicita la misma canción. Un día en un pub una mujer, Evelyn (Jessica Walter), seduce a Dave, y ambos acaban en el apartamento de ella con la idea de que será una aventura de una noche. (FILMAFFINITY)
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Críticas 59
Críticas ordenadas por utilidad
10 de diciembre de 2010
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El maestro Eastwood debuta como director en esta inquietante y sombría película que apuntaba ya que el que fuese uno de los más reconocidos actores de westerns y películas policíacas iba a convertirse en uno de los mejores directores de la actualidad.

Sin alardes ni excentricidades, Eastwood se dirige a sí mismo y a una fantástica Jessica Walter en una angustiosa película que te mantiene en tensión y llega a acojonarte vivo, gracias al acierto del director, que consigue que vivas la historia casi como uno más de sus personajes. Un soberbio montaje hace de la película un ejercicio lleno de ansiedad que en ningún momento deja de ser creible pese a lo (digamos) poco común de la situación.

Eastwood está correcto en el papel de canalla con frases lapidarias (el que ha desarrollado en la mayor parte de su carrera) y cumple su cometido a la perfección en un papel que le va como anillo al dedo. Pero si hay que destacar a alguien en el apartado interpretativo, sin duda es a una Jessica Walter a la que no se le puede poner ningún pero. Perturbador personaje, como pocos en el cine (recuerdo ahora a la Catherine Keener de 'An american crime') el que construye Jessica Walter que hace de psicótica tan bien que llegas a pensar que, o en la vida real és así o Bette Davis por fin encuentra una actuación a su altura.

El gran acierto de la película es el de no conformarse con la gran actuación de Jessica Walter, sino además hacer de su personaje alguien creible. Por muy bien que lo hiciese la actriz, sus actos fuesen absurdos, la cinta perdería calidad (ver 'El cabo del miedo'). Pero aquí todo está al nivel de lo que le rodea. Eastwood hace un buen trabajo delante de las cámaras y uno fantástico detrás de ellas en su ópera prima y Jessica Walter construye un personaje memorable al que ninguno de nosotros quisiera conocer. Duro, sombrío, perturbado, inteligente, violento, obsesivo y creible. Aprende, Max Cady.
Grijander
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23 de enero de 2018
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La inquietud es nula. La evidencia de que el nuevo ligue de Clint está mal de la cabeza tan solo no la percibe él que aún así se preocupa por su bienestar como si fuera la niña de sus ojos. Sí, a lo mejor había que forzar la cosa un poquito, pero os habéis pasado. Hacer de Clint alguien tan alelado hace sonrojarse al respetable en lo que la única intriga (bueno, eso es pasarse, digamos mejor, pasatiempo en lo que transcurre el minutaje restante) que le queda es tratar presagiar donde estarán los límites de la estupidez quedándose siempre corto. La falta de una reacción decente drena el interés; estamos asistiendo a un envite exageradamente amañado, por no poder el favorito no tiene derecho ni a defenderse, con las manos atadas se ve obligado a presenciar como esta tiparraca trata de destrozar su vida a placer con total impunidad (la falta de anticipación policial en esta película solo es propia del cine de Serie Z, una lógica más infumable difícilmente se podría haber establecido). Todo es por no acabar en el minuto 15, claro, pero no todo ha de ser tan extremo. Douglas en 'Atracción fatal' (que dicen que es una copia de esta pero a mí me parece mucho mejor) o Griffith en 'De repente, un extraño', por ejemplo, daban bastante más juego.

La película tiene madera de thriller de intriga, lo que sería el buen hacer de los setenta, pero el argumento no hay por donde cogerlo. La psicópata es plana, su motivación no se detalla ni apenas se nombra, apenas un simple retazo lo que vendría a ser el halo de luz de una cerilla a la hora de iluminar una avenida en penumbra. Pon cara de loca, dirían a la pobre y no hagas más que no desgrava en la nómina. La novia, otro monigote. Tan bella como emocionalmente escuálida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El Extranjero
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16 de diciembre de 2009
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Escalofrío en la Noche” supuso el debut de una brillante carrera del director y actor Clint Eastwood, cuya trayectoria como realizador supera con creces la de actuación. En su opera prima, el realizador de “Gran Torino” interpreta a un locutor de radio que es acosado por una mujer que es admiradora suya y con quien llega a tener una aventura. Lo que en un principio se convierte en una molestia por su exagerada intervención y pesadez en su vida, poco a poco se convertirá en toda una pesadilla cuando los más cercanos de la vida del locutor deberán proteger sus vidas por el acoso de la admiradora del locutor.

Puede que algunos consideren que su planteamiento en estos momentos ya esté demasiado usado, pero hay que tener en cuenta de que estamos hablando de una película de 1971, donde todavía no era muy común hacer este tipo de películas. Pese a ser su primer trabajo como director, Eastwood sabe dominar como nadie el thriller. Sabe dotar a su obra de una gran inquietud y de poderoso magnetismo, lo cual hace que el film se haga altamente interesante a los pocos minutos de su inicio. Y no únicamente hablamos de un inicio brutal, sino que el realizador consigue mantener el pulso y un vigoroso ritmo narrativo hasta el final, sin caer en tópicos, y manteniendo un nivel de tensión más que generoso.

Otro punto no menos atractivo es su genial ambientación. Realmente le otorga un encanto especial al film, y aunque éste ya tenga casi cuarenta años, mantiene muy bien el tipo, su nivel visual y su desarrollo narrativo son impecables, no les pesan los años, superando en muchos aspectos a los thrillers de hoy en día. Lo que tiene el film de Eastwood que no tienen demasiados es que es muy intenso y atrayente, desde el principio hasta el final. En ningún momento baja la guardia y la calidad de la cinta se mantiene en un nivel muy alto en todo su desarrollo.

No se puede hablar de “Escalofrío en la Noche” sin hacer hincapié en sus actuaciones. Es sorprendente a la vez que muy bien recibido el cambio de registro en el papel de Eastwood, que hasta entonces de esta película, el actor sólo había demostrado sus dotes de tipo duro y de antihéroe, pero aquí le vemos por primera vez encarnando a un tipo de lo más normal, que trata de llevar su vida y cómo esta se ve perjudicada con la llegada de su acosadora. Tampoco se puede olvidar a Jessica Walter, que interpreta a la mujer que persigue a Eastwood, la actriz sabe plasmar muy bien el cambio de personalidad de una mujer aparentemente dulce y agradable en una maquiavélica pesadilla.
directorscut
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22 de junio de 2010
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El comienzo de una era no podía estar más a la altura. Eastwood concluye una película de lo más completa, con un guión muy correcto, una banda sonora realmente buena, unos planos bien hechos y sobre todo, unas actuaciones excelentes, y pluralizo pero concretando: Jessica Walter se lleva la palma. El personaje que encarna no puede ser más siniestro, helándole a uno la sangre en cada escena, logrando una tensión a priori injustificada al principio (¿qué me inquieta tanto de esa mujer enamoradiza?) y un pavor realmente justificable al final.
Clint hace un buen papel, un seductor que triunfa en su profesión y que acostumbra a tomar las riendas de las situaciones, un hombre hecho y derecho en suma, que se ve en una situación realmente inverosímil.

A mí personalmente me ha inquietado y entretenido mucho, merece la pena verla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
DelCharls
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27 de febrero de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1971 pocos podrían aventurar en lo que se convertiría la filmografía de Clint Eastwood tras ver su ópera prima, por lo que tampoco me atreveré más de cuarenta años después a tratar de descubrir las virtudes de su cine ocultas en su primer largometraje tras las cámaras. No en vano, Play Misty For Me -traducida de aquella manera en España, como era tan habitual en la época- si muestra alguna de las inquietudes que veremos desarrolladas más adelante, como su apego por los personajes atormentados y su pasión por la música (el festival de Jazz de Monterey forma parte de la trama), aunque finalmente sus propósitos sean más de aproximación que aproximados. El resultado es a todas luces el de una obra primeriza, con todos los defectos que ello conlleva, pero al mismo tiempo es una película impulsada por una extraña lucidez, Clint sabe lo que quiere contar pese a no dominar aún cómo hacerlo. Es más, lejos de filmar una película académica o de corte clásico como podría presuponerse, rueda un film moderno, transgresor, hijo de su época y de su tiempo, precursor de un cine de terror que eclosionaría en los 80 y deudor del Hitchcock más esquizofrénico. Toda una rareza digna de revisión.

Apoyado por su mentor Don Siegel (que tiene un pequeño papel como camarero) Eastwood no solo dirige, también se otorga el papel protagonista, salvo que en esta ocasión no va armado de un rifle sino de un micrófono, dando vida al locutor de un conocido programa de radio por el que se obsesionará una oyente, la misma que todas las noches llama a la emisora para que le dedique una canción (“Play Misty for me” le dice, de ahí el título) y de la que se arrepentirá de haber conocido al convertir su vida en una pesadilla. La extrañeza y sugestión provienen al encontrar al Clint actante en una narración en la que no es el elemento activo de la trama, no ejerce la acción, es más, al contrario, es el personaje pasivo que sufre los ataques psicóticos de una Jessica Walter que encarna la locura en su más cruda esencia. En términos de semiótica el suyo no es, como nos tiene acostumbrados, el sujeto que salva al pueblo -y por ende la película-, tampoco el donador que encarna unos admirables valores, es el propio objeto por el que se desencadena la trama, uno oscuro y de deseo que le llevan a sufrir en sus propias carnes el horror que su propia imagen genera cuando cruza al otro lado del espejo.

(Continúa en spoiler, sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
antonio1004
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