Una manera horrible de morir

Película de bajo presupuesto que mezcla varios estilos, dirigida por el director que nos ha traído films como Tú Eres el Siguiente (2011) o Blair Witch (2016), y protagonizada por Amy Seimetz (Cementerio de Animales, 2018) y A. J. Bowen (La Casa del Diablo, 2009).

Sarah (Amy Seimetz) decide emprender una nueva vida, después de que su última relación acabara con una revelación que envió a su novio Garrick (AJ Bowen) a condena perpetua en prisión. Sarah se ha trasladado a un pequeño pueblo y tiene una nueva identidad, y abraza la oportunidad de empezar una vida distinta. Pero lamentablemente, el pasado no la dejará en paz. Garrick escapará de la prisión y descubrirá la nueva ubicación donde se oculta, y empezará un viaje por todo el país para localizarla, dejando un rastro de violencia a su paso.

La película presenta un argumento trillado con psychokiller de por medio, aunque la labor de guión y la de dirección consigan mantener la tensión en todo momento, e incluso consiguen añadir algún giro en la parte final del metraje, que sobre ser relativamente predecible, se agradece y suma enteros a la cinta. Las interpretaciones cumplen en todo momento, con una Amy Seimetz que es capaz de llevar a sus hombros casi todo el peso de la cinta y dotar de drama la película. Uno de los principales problemas que nos podemos encontrar con Una Manera Horrible de Morir es su cocción a fuego lento, además de que los elementos de terror están contados y concentrados casi por completo en la parte final de la cinta.

Estamos ante una película de bajo presupuesto que está claramente marcada por un sello de autor, que Adam Wingard mantendrá en sus obras con sus más y sus menos, independientemente de que sus películas gusten o no a la gente.

Nota personal 6/10

Me ha gustado, no es tan mala como algunos dicen. Actuaciones correctas, trama interesante, buena atmósfera creada. Lo de los trípodes en la cámara que algunos dicen, me imagino que es la forma del director de filmar, que a mí no me resulta tan malo, supongo que es la forma que tiene Wingard de crear una determinada atmósfera. Si te gusta el género, totalmente recomendable.

Un producto indie muy correcto. Buenas actuaciones, en especial la de la prota (Amy), con un buen desarrollo del clímax y un giro de guión que me ha encantado. Quizá se abusa un poco de la estética Mumblegrore, que hace que te marees con esa cámara temblorosa. Es una cinta que explora el drama, el romance, el gore y hasta el psicokiller, pero lo hace de manera muy bien lograda. Me quedó debiendo más del terror.

Destaco también el acertado uso de flashback y su buena duración.

Seamos francos: no estamos ante el no va más del cine de de ningún género en concreto. Resulta más bien una especie de experimento basado en una mezcla de cine gore muuuy flojito, suspense, drama y, serial killers. Propone una historia montada en flash back sobre el supuesto tiempo real que, trata de mantener cierto misterio sobre los porqués de la situación. No confunde ni mucho menos con este montaje, quiero decir que, se sigue con bastante facilidad. Muestra una serie de personajes con sus secretos y penas ocultas que, poco a poco van saliendo a la luz. Hay un poco de "esto no es lo que parece" y, otro poco de topicazo al uso pero, entretiene y, en conjunto, es resultona, sin más. Uno de los peros, aparte del manido tópico argumental y el rollo de final supuestamente ¿sorpresivo? (deja demasiadas pistas desde el comienzo... y ya, no digamos hacia la mitad), es el uso/abuso de la cámara subjetiva. Como me pasó en su día con El proyecto de la bruja Blair; ese contínuo y repetitivo empleo de enfoque/desenfoque, movimiento temblón y descuidado, como de cámara en mano rodada por un tercer observador... me resulta ciertamente incómodo y mareante. Me saca de la película y me da dolor de cabeza. Lo entiendo y, acepto en alguna secuencia o plano de manera puntual pero, aquí, no entiendo bien con qué propósito, es frustrante y, me dieron ganas de dejar de verla pensando que no pararía nunca... Yo por momentos, estaba más pendiente de que dejaran de mover la imagen de esa manera tan compulsiva y estúpida que de lo que pasara en las secuencias donde la utilizan. El "misterio sorpresa" desvelado en su parte final, también le quita puntos. No porque fuera una opción que cualquier espectador con varias horas de cine pueda adivinar, sino proque resulta simplón y efectista; incluída su resolución.

Film independiente de la nueva ola, que, aunque es considerada una cinta de terror, en realidad no deja de ser otra cosa que un thriller violento con psicópata de por medio.
Un film que maneja bien la intriga, y sabe romper la linealidad argumental para ir explicando la historia pasada y presente de la chica protagonista (de forma cercana al drama personal), al mismo tiempo que narra los avances de un psicópata recién huido de prisión.
La pena es que ese aire de independencia y bajo presupuesto le hace caer en un montaje incómodo de ver, de esos con tomas epilépticas y primerísimos planos. Uno se pregunta si en realidad esto es necesario para hacerse pasar por "indie" en el Hollywood actual.
Positivamante, destaca la interpretación de Amy Seimetz (una mezcla entre Claire Danes y Michelle Williams, salvando las distancias), y esa sensación de inquietud que va in-crescendo hasta el giro argumental con sorpresa que nos depara el desenlace. Poco más.