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Amor de vinilo

Comedia. Drama Annie (Rose Byrne) y Duncan (Chris O'Dowd) están cerca de la cuarentena y son pareja desde hace quince años. Ambos llevan una vida tranquila, pero a Annie le inquieta el paso del tiempo sin ninguna pasión. Duncan, en cambio, concentra toda su atención en Tucker Crowe (Ethan Hawke), un músico americano que desapareció tras publicar el exitoso álbum 'Juliet'. Pero cuando los caminos de Annie, Tucker y Duncan comienzan a cruzarse, ... [+]
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Críticas 20
Críticas ordenadas por utilidad
12 de septiembre de 2018
28 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay una modalidad del género de la comedia romántica que merece ser rescatado del exilio en el que parece estar sumido, o al menos ser revisitado de vez en cuando, es el de la rom-com británica que nos dio tantas alegrías con títulos como 'Love Actually' (2003), 'Notting Hill' (1999), 'Cuatro bodas y un funeral' (1994) o 'Una cuestión de tiempo' (2013). Sin dar la espalda al formato del gran romance hollywoodiense, los británicos aportan un toque especial a la par de terrenal, no tan infantil, que prefiere encontrar la complicidad del espectador antes que seducirlo con un idealismo vacío, y con personajes maduros en busca del amor en vez de los jóvenes aspirantes a estrella de turno. Por todo ello, es necesario celebrar el estreno de 'Juliet, Naked', que además está basada en una novela de Nick Hornby, que siempre es un plus aunque a estas alturas ya sea prácticamente seguro que nada va a superar a 'Alta fidelidad' (2000).

Al igual que en aquel film, en 'Juliet, Naked', nos encontramos con un hombre, Duncan, un tanto inmaduro y al que le apasiona la música, aunque aquí la obsesión se centra en el único álbum lanzado por Tucker Crowe, un músico que, al igual que Sixto Rodríguez, el protagonista de la fantástica 'Searching for Sugar Man' (2012), desapareció hace décadas de la escena musical sin dejar rastro. Pero por azares de la vida, la novia de Duncan, Annie, termina intercambiándose correos con el desaparecido músico a lo 'Tienes un e-mail' (1998). Así, un vínculo especial se establece entre Annie y Tucker cuando estos descubren que comparten el mismo sentimiento amargo: la sospecha de no haber aprovechado buena parte de sus vidas como adultos y de que sea demasiado tarde para enmendar errores y tomar riesgos.

'Juliet, Naked' nunca llega a ser una gran comedia ni un gran romance, pero hay una ternura auténtica en la forma en la que se construye la relación entre Annie y Tucker, por la torpeza de ambos a la hora de acercarse el uno al otro, y porque Rose Byrne y Ethan Hawke son actores de primera infalibles, y ambos están fantásticos. Buena parte de la película se ambienta en uno de esos pueblecitos costeros de los que te aburres al segundo día pero que albergan un encanto peculiar, mientras que la trama aborda conflictos propios de la madurez como crisis vitales, expectativas incumplidas, asunción de errores del pasado y responsabilidades familiares con honestidad y ligereza, aunque el personaje al que da vida Chris O’Dowd está un tanto desdibujado. El desenlace es de perfil bajo, pero la experiencia global es positiva, agradable, porque sientes haber sido testigo de un romance discreto pero significativo de dos personas que se inspiran la una a la otra para sobreponerse a lo que la vida les tenía preparado.
Blanch
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16 de septiembre de 2018
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de dirigir algunas comedias con poca trascendencia, entre ellas ‘Nuestro hermano idiota’ con Paul Rudd, y varias series de televisión, el realizador Jesse Peretz lleva a la gran pantalla otra historia basada en una novela de Nick Hornby, autor de ‘Alta fidelidad’.

Annie (Rose Byrne) es curadora del museo de Sandcliff y lleva más de 15 de relación con Duncan (Chris O’Dowd), profesor y experto en temas relacionados al cine y la música, es un fanático empedernido de Tucker Crowe (Ethan Hawke), un cantautor de música alternativa que tras editar su álbum ‘Juliet’ y dar una serie de shows, desapareció misteriosamente dando lugar a una serie de rumores respecto a su paradero entre sus fieles seguidores.

Duncan es uno de sus fans más aguerridos, el administra la página más completa con la información de Crowe, por lo que un día llega a su casa un sobre que contiene los demos de los temas de su adorado disco con el título ‘Juliet, Naked’, Annie decide escucharlo y Duncan se enfada al no ser el primero en hacerlo, las impresiones de cada uno son totalmente dispares y provoca una discusión entre ellos, por lo que Annie decide postear su comentario en contra en la página que administra Duncan, recibiendo un correo electrónico del mismísimo Tucker Crowe quien dice estar de acuerdo con ella, iniciando así una relación epistolar hasta que Tucker le comenta a Annie su decisión de visitar Londres y aprovechar para conocerla.

Las películas donde la música forma parte de la trama tienen regularmente un encanto extra, cuando la música acompaña debidamente una trama interesante y bien narrada a la que se suman buenas interpretaciones, da como resultado un filme agradable como ‘Juliet, Naked’.

La película es una comedia romántica pero su historia es un tanto peculiar, primero narra el desencanto de una mujer que se da cuenta tardíamente que la relación que parecía satisfacerla no es lo que ella esperaba, el fanatismo excesivo de su novio dejó de ser atractivo para ella y ahora lo ve como uno de los motivos de su infelicidad, pero sin embargo, vendrá a ser justo el tipo al que su novio idolatra quien la lleve a encontrar el camino que ella desea seguir en su vida.

Rose Byrne y Chris O’Dowd están geniales en sus respectivos roles, mientras que el infalible Ethan Hawke consigue componer a un personaje abandonado por si mismo, lleno de virtudes que parecen pasadas y errores y malas decisiones que dan forma a un personaje complejo y muy humano que logra fortalecer una comedia romántica con más esencia y sustancia que la gran mayoría de las películas del género suelen tener.

http://tantocine.com/amor-de-vinilo-de-jesse-peretz/
Quique Mex
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21 de diciembre de 2018
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy bien llevada esta comedia romántica con un guión basado en la novela de Nick Hornby (Alta fidelidad) cuyo título "Juliet Desnuda" parte de un famoso álbum de música de un artista ficticio llamado Tucker Crowe. 

La historia comienza en un pequeño pueblo inglés donde vive el fan nº 1 de Crowe llamado Duncan (Chris O'Dowd), un profesor de cine que vive con su novia Annie (Rose Byrne) . Duncan tiene un santuario en casa con todo lo que ha podido recopilar del artista ya que se retiró y no ha vuelto a saberse nada del el. Pero cuando Annie escribe una crítica en la web de Duncan de fans del cantante y el propio Crowe le contesta se empieza a crear una relación entre ellos...

Ethan Hawke recrea muy bien al intérprete que ha llevado una vida un tanto desordenada y acumula unos cuantos hijos de varias relaciones, en un viaje a Inglaterra conoce a Annie, que como siempre hace un buen papel Rose Byrne, embarazada de 6 meses durante el rodaje a la que tuvieron que camuflar su barriga de mil formas, una actriz que irradia simpatía y que en la película tiene que hacer un papel más triste al no estar muy feliz con su pareja.

Aparte de la relación sentimental entre los dos protagonistas, el director Jesse Peretz profundiza en la relación entre el  fan y el artista, una conexión entre los aficionados y el arte que muchas veces causa controversia.

Una simpática y entretenida película que que se estrena en España el 4 de Enero de 2019.
Destino Arrakis.com
videorecord
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24 de noviembre de 2018
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un humor similar a la serie "Love" de Netflix para aquellos que la vieron. Se enfoca en una pareja de mediana edad sin hijos ni estímulos y un novio muy freaky y loser que lleva la relación al límite a través de su excéntrica obsesión por un cantante. Cada personaje tiene su cuota de locura, todos coincidiendo en vidas tristes y sin demasiada emociones. Cuenta con pasajes divertidos, la historia es sencilla y llevadera y el giro del final resulta algo previsible. Se deja ver.
Darío Lapicki
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6 de diciembre de 2018
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pareja sin hijos y sin estímulos aparentes dedica gran parte de su tiempo a escuchar canciones de su cantante preferido, lo que hace que su vida prácticamente gire en torno a él, aunque ya esté retirado y alejado de los escenarios.

El televisivo director Jesse Peretz (Girls) dirige una comedia amable y resultona, con idénticas dosis de comedia y de drama, que sirve para pasar una hora y media larga entretenido aunque no esperes recordarla mucho una vez acabe porque no lo hará. Se deja ver y punto, sin grandes alardes ni pretensiones. Me gusta el enfoque que se le da al fenómeno fan, dibujándolos como personas semi vacías, absurdas, que imaginan (y defienden con empeño) cosas de la vida de sus ídolos que distan mucho de la realidad. Aquí se tiene como a un ídolo a un cantante que ahora malvive con uno de sus hijos en la casita del jardín de su ex mujer, pero también sirve el ejemplo para todo aquél que idolatra a futbolistas, actores, etc. Tener que leer recientemente que aficionados al fútbol argentino han dejado su trabajo y su piso para poder viajar a Madrid a ver el “trepidante” Ríver-Boca habla a las claras de que ese tipo de gente, en general, o es muy boba o es que no tiene otra cosa mejor que hacer en sus vidas que dejar todo para “vibrar” 90 minutos con unos niñatos millonarios que aparte de darle patadas al balón solo saben sujetar auriculares gigantes en sus orejas. Volviendo a la película en sí, esto mismo le pasa, más o menos, al personaje interpretado por Chris O’Dowd, que provoca unos primeros minutos de película bastante divertidos por sus tics y obsesiones con el cantante, al que da vida un muy desmejorado Ethan Hawke. Pero sin duda, el papel de Rose Byrne es el más destacado de todos, por su contención y su saber estar. Una muy buena prueba de que no por chillar ni por hacer una interpretación muy exagerada se destaca más, ya que a veces la sobriedad y la pausa son tan necesarias (o incluso más) que el puro nervio.

Sacapuntas de oro: La escena de la comida de todos los protagonistas, en donde se van desmontando todos los mitos. El desternillante momento hospital e hijos. Una Byrne que destaca por encima del resto con su sola presencia.

Sacapuntas de madera: Será de las pocas películas que giran en torno a la música que no hay ninguna canción pegadiza ni que te cale hondo. Peca de inofensiva y neutra.

Nota: 6 Sacapuntas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
edusaenz
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