La educación de las hadas

Extraño ritmo el de esta película, arranca como un Ferrari, luego se detiene bruscamente a contemplarse a sí mismo; a continuación, varios giros dando bandazos de lado a lado; luego un acelerón inesperado y desconcertante y luego las explicaciones y a contar en cinco minutos lo que no se ha sabido contar en toda la película.

Y es una lástima. Por el director, por los actores, por el paisaje, por la música.., pero al final la sensación es de "lo que pudo haber sido y no fue".

Ricardo Darín es un gran actor (alguien que conozco dice que no le acaba de convencer porque siempre que le ve actuar le parece estar viendo a un entrenador de fútbol... ¿como Valdano? le digo, "puede, pero más del tipo de Héctor Cuper). A mí me gusta, pero siempre le reprocho que vocaliza fatal y me hace sufrir cuando no acabo de entenderle frases que son clave para entender situaciones. Y lo peor en esta película es que al final me parecía que todos vocalizaban fatal (lo de Irène Jacob se entiende, pero lo de Bebe y el niño ya me resultaba cansino, tanto esfuerzo por entender lo que decían sin tener que subir el volumen de los altavoces a tope).

Irène Jacob es una actriz que me gusta también, quizás por el recuerdo de la película "Rojo" (aunque mi debilidad es Juliette Binoche en "Azul"), pero en esta película sufría por ella, no por lo que le sucede en la película, sino por el papel que le encomendó José Luís Cuerda. Es el suyo un personaje muy mal definido y perfilado y creo que eso constituye parte del fracaso de esta película, siendo un papel protagonista, se queda en secundario y desdibujado, con lo que malamente se puede sostener todo lo demás. Creo que se ha desaprovechado a esta enigmática actriz, teniendo en cuenta además que se prodiga muy poco por la gran pantalla.

En cuanto a Víctor Valdivida, pues no sé si es buen o mal actor, pero quizás engullido por la falta de armonía de toda la película no acaba de "llegar" ni cuajar. Le falta naturalidad.

Y Bebe.. pues lo mismo. Al final no creo que sea un problema de actores, sino de guión y dirección, de historia que se desinfla y arrastra a todos. El resultado final es que hasta el espectador más entregado acaba teniendo la sensación de que la película es, cuanto menos, extraña, desconcertante y no exactamente lo que prometía.

No obstante, a veces durante la película hay pinceladas, apuntes de aquello que con todos los mimbres de los que se disponía esperaba ver y sentir. Quizás por esas pinceladas, por esos ligeros atisbos de la magia que esperaba encontrar es por lo que finalmente le doy un seis a la película. Un seis injusto y generoso, que en realidad obedece al hecho de no poder ponerle un 5.5, y por simpatía con el director, con Ricardo y con Irene.. y por "El bosque animado" y por "La lengua de las mariposas"..

José Luís Cuerda, nos debes una...

Cuando salía de la sala de cine me preguntaba que porqué la película me había resultado tan insoportable y, sobre todo, como era posible que no me hubiese "largado" a la media hora?. Posiblemente el prestigio del director me mantuvo pegado al asiento. La pelicula transita, por decirlo de algún modo, de manera cansina sin proponernos casi nada estimulante como no sea la maravillosa fotografía. Las actuaciones de los actores, incluso la del propio Darín, son francamente penosas. La del niño, cursi hasta la saciedad, es decididamente insoportable. Los temas a los qude quiere aproximarnos el director que, por si mismos, podrían ser atractivos, se desdibujan a medida que avanza una narración inconsecuente por increible. Ni siquiera hay una mínima crítica coherente hacia unos personajes con los que el director se siente "profundamente" identificado. Se tiene la sensación que había una buena historia de base que el director ha desaprovechado hasta el extremo que, por momentos, da la impresión de que estamos ante una mala película de ciencia-fición si no fuera por las estupendas localizaciones. Pero "esas" ya estaban ahí antes de que el director se metiese este terrible embrollo que ha debido ser para él rodar esta película.

P.D. La música es perfectamente adecuada al conjunto que se nos propone. Es tan terriblemente insoportable como el resto del film.

Siento mucho no haber podido hacer una crítica mejor para mi admirado J. L. Cuerda.

José Luis Cuerda reincide con esta película en ese lado poético que tan buenos resultados le dio en La lengua de las mariposas. En este caso no acierta del todo con el tono de la película y el lado poético que tiene la historia, y al que hace referencia el título de la película, queda oscurecido por un desarrollo un tanto confuso de los personajes y del argumento. Uno de los personajes principales, el de Irene Jacob, no esta bien definido en el guión, e impide esa cercanía que el espectador debiera tener con la historia. Mucho más interesante resulta el otro personaje femenino, el que interpreta Bebe, que intenta aportar el toque poético sin conseguirlo del todo.
Del reparto destacaría el debut de Bebe, por contra el niño resulta bastante irritante.
Es una correcta película, que en cambio no llega a a las expectativas que yo me había creado.

Me da tanta pena pensar que el mismo director de "Amanece, que no es poco", una de mis pelis favoritas, haya hecho esta "cosa"! Qué te han hecho, Cuerda? Tu talento, tu acidez, tu ironía, tu chispa... dónde están?

Esta película igual podría titularse "La lengua de las hadas", o "La educación de las mariposas", porque no es otra cosa que un vano intento de reinventar "La lengua de las mariposas" pero en historia chusca, increíble y patatera donde las haya.

No voy a hacer más sangre sobre el tema del niño protagonista. Para qué? Bastante tendrá ya el chaval con lo que habrá tenido que leer y escuchar sobre la película y sobre su interpretación. De Bebe tampoco diré mucho; es una tía a la que no soporto ni cantando ni hablando ni siquiera interpretando a un ente ajeno a su persona. No sé por qué, me pega que se estaba interpretando a sí misma pero con acento francoargelino.

No entiendo la historia y tampoco entiendo esas críticas que hablan de "sensibilidad". Yo no entiendo que la sensibilidad tenga nada que ver con esa clase de amor incondicional y sin fisuras que el personaje de Darín representa. Para mí eso tiene mucho más que ver con la dependencia extrema y con el autoflagelo, incluso si me apuran con la ridiculez.

Y sí, las dos tías protagonistas, la Bebe y la Jacob, están superflacas y ni siquiera puede decirse que sus respectivos desnudos (bastante gratuitos, por cierto) aporten nada interesante a la película, salvo el permitir estudiar hueso por hueso el esqueleto humano a los espectadores estudiantes de medicina. Vamos, un chasco como una casa. Cuerda se ha quedado sin cuerda.

En el mundo del cine hay personas que son contadores de cuentos, y personajes que son unos cuentistas. Se podría decir que Cuerda debería quedar enmarcado en el segundo grupo, porque demuestra en "La educación de las hadas" como NO se debe narrar una historia de estas características: Metiendo con calzador la parte fantasiosa y usando el cuentagotas para ir aportando datos que sólo irritan al personal.
Que sí, que es muy bonito eso de querer que un niño crea en las hadas como metáfora (de mierda, todo sea dicho), que sí, que puede hasta parecer curioso el rollo que se tira Darín, pero que no me lo cuenten así, por dios, que no me lo cuenten así. Qué desidia, qué falta de interés y de todo, qué puta poca vergüenza.

Pero lo peor, es que si observamos la trama principal, es todavía más infame: Situaciones inverosímiles que no vienen a cuento, diálogos sacados del programa de Terelu Campos y un transcurso totalmente anodino que, prácticamente, conoces de antemano, y apenas te va a sorprender.
Aunque peor todavía es que nunca te cuenten las motivaciones de los protagonistas y luego te las intenten encajar ahí con un giro finalísimo de esos que atufan como nada. Amen de narrar hechos y hechos que, te endiñan de sopetón (el jefe buscón, los "amigos" de la cajera, etc...) y parecen no venir a cuento de nada, más que de desarrollar un argumento pueril, cansino y escaso.

Luego ya queda lo que podría levantar un poco la cinta, que en este caso termina por hundirla: El reparto. Pero por favor, ¿es que no existen niño-actores decentes? Qué bofetada le daba al crío ese, era para cruzar la pantalla y largarlo a hostias... chaval, hay algo llamado entonación: Busca un diccionario y apréndetelo, pero no vuelvas a aparecer en pantalla, por Dios.
También pulula por ahí el Darín, al que parece que no le han quitado la careta que tenía en "El hijo de la novia" o "Kamchatka", y es que este tío para los papeles dramáticos es de una nulidad total: Un poquito más de énfasis y dedicación, coño.
Nada más que decir, a parte de que a los que habría que educar, es a los directores, quitarles la paga (AKA subvenciones), y que se lo curren más, coño.