José Luis Cuerda reincide con esta película en ese lado poético que tan buenos resultados le dio en La lengua de las mariposas. En este caso no acierta del todo con el tono de la película y el lado poético que tiene la historia, y al que hace referencia el título de la película, queda oscurecido por un desarrollo un tanto confuso de los personajes y del argumento. Uno de los personajes principales, el de Irene Jacob, no esta bien definido en el guión, e impide esa cercanía que el espectador debiera tener con la historia. Mucho más interesante resulta el otro personaje femenino, el que interpreta Bebe, que intenta aportar el toque poético sin conseguirlo del todo.
Del reparto destacaría el debut de Bebe, por contra el niño resulta bastante irritante.
Es una correcta película, que en cambio no llega a a las expectativas que yo me había creado.