Tarzán de los monos

No se trata por supuesto de películas con un alto contenido intelectual; la obra de Burrougs tampoco es una obra maestra del pensamiento universal. Son entretenimiento. Hay críticos e intelectuales que se han tomado el tiempo para escribir libros atacando la obra de Burrougs.
En fin, la película corresponde a finales de los años treinta en tiempos de la gran depresión en Estados Unidos. Se dice que fue una salida (muy exiosa por cierto), para distraer y motivar a la gente que andaba de capa caída por aquellos días.
Se dice tambien que el propio Burrougs no estuvo de acuerdo en un principio con el casting. Para él, Weissmuller no representaba la imagen que describía en su novela, no era el más indicado para interpretar a Tarzan. Él mismo tuvo que formar su propia compañía independiente para hacer las cosas a su modo. Pese a sus esfuerzos, no logró el impacto que se logró con Weissmuller.
Johnny Weissmuller, por su parte, cargó toda su vida con el estereotipo del hombre mono hasta la locura. Será recordado siempre como Tarzán. Está en la memoria colectiva como una docotomía inseparable. Incluso se ha llegado a pensar que no solo fue el único Tarzán en blanco y negro, sino el primero.
Maureen O´Sullivan quedó por siempre como Jane, a pesar de Bo Derek. Si bien no es considerada como una gran actriz, tuvo un desempeño importante en el inicio de la serie (hoy conocida como saga). Su participación pasó de llevar pantalones Kaki a un deslumbrante bikini en "Tarzán y su compañera", y posteriormente un traje de baño más modesto en las siguientes debido a la sensura. Era la contraparte perfecta que moderaba la conducta hosca de Tarzán.
La fórmula de las primeras películas se agotó progresiva y rápidamente, puesto que a pesar de la gran cantidad de filmes de Tarzán realizados, únicamente los primeros cuatro o cinco tendrían aguna relevancia, pero principalmente los primeros dos: "Tarzán el hombre mono" y "Tarzán y su compañera".
Al paso de los años las escenas de acción, el maquillaje y los efectos especiales, causan risa en más se uno. A mí todavía me gustan. Han pasado casi ochenta años. La tecnología ha cambiado a un nivel inimaginable en aquellos días. Las escenas con animales, se hacían con animales, no con modelos digitales.
Las locaciones parecen más los alrededores de California que la selva africana. Por cierto, se dice que Burrougs no conocía África cuando escribió la obra. Tampoco la conocían los ejecutivos de la Metro ni los de la RKO.
En las escenas se ven animales de diferentes regiones del mundo en paisajes naturales, en sets preparados con vegetación llamativa, tanto natural como de utilería, y escenarios creados con la sobreposición de fondos.
Pero pocos se dan cuenta de ello y poco importa. Con todo y sus defectos, "Tarzán el hombre mono" sigue siendo una de las películas favoritas de la serie.

Sin lugar a dudas este medallista olímpico fue el mejor Tarzan hasta la fecha, concretamente el sexto. Aportó al personaje un carisma especial que hizo de la leyenda de Tarzán algo mítico. Pensando en la historia, sin Weissmuller, posiblemente nunca hubiese sido lo mismo, lanzándole este personaje al estrellato cinematográfico. En concreto esta película es todo un clásico digno de admiración. En total, Weissmüller interpretó doce películas de Tarzan, en las que se estima que ganó dos millones de dólares, que por aquella época era muchísimo dinero.
Cuando finalmente dejó el papel, firmó un contrato con Columbia Pictures para interpretar a Jungle Jim. Sus películas fueron prohibidas en la Alemania Nazi debido a sus orígenes judíos.

Es sin lugar a dudas una de las películas más famosas de la historia del cine, siendo uno de esos clásicos repuesto innumerables veces en la televisión; y que cuenta con diversas secuelas.
El film nos presenta a un grupo de exploradores que intentan localizar un famoso cementerio de elefantes, para así poder hacerse millonarios con el marfil que encuentren. En ese grupo va una joven llamada Jane que huye de la civilización para buscar nuevas aventuras. Y eso es lo que encontrará. Una África salvaje donde el peligro no solo está en los animales. Pero lo que no se puede imaginar es que conocerá a un joven llamado Tarzán, que se ha criado solo con unos monos.
Le película sigue manteniendo una buena calidad tanto en su historia como en sus imágenes. Sin lugar a dudas lo mejor de todo es la brillante dirección de W.S. Van Dyke, regalando unas imágenes de gran calidad para la época en la que fue rodada.
Y es que uno puede ver momentos que parecen sacados de un documental de África, donde uno puede ser testigo de la vida salvaje en este continente. El control de los animales es increíble, y para ello se ayuda en algunos casos de unos efectos especiales que sorprendentemente no chirrían.
Sin lugar a dudas es todo un clásico imprescindible de ver alguna vez. Es un mítico del cine de aventuras, donde uno disfruta enormemente desde el principio hasta el final, gracias a una historia muy bien desarrollada y a una dirección bastante impecable.
Sí que debo decir que el film cuenta con ciertos momentos en los que flojea un poco, y eso hace que no brille con tanta fuerza. Tal vez sea el paso de los años, pero sí que hay que reconocer que la historia cuenta con algunos pasajes que no convencen.
Interpretativamente la película funciona bastante bien. Sin lugar a dudas Johnny Weissmuller consiguió fama mundial por su interpretación; y es el Tarzán más importante de la historia. Su trabajo es bueno, y junto con Maureen O'Sullivan han realizado una de las parejas más míticas del cine. Ambos dan vida a dos personajes que conectan con el espectador, y a los que se les une la famosa Chita.
En fin, "Tarzán de los monos" es un film de aventuras que funciona muy bien. Varias décadas después de haberse realizado, se trata de una de las películas más famosas e importantes del cine; y sigue siendo muy entretenida desde el principio hasta el final. Una película que cuenta con ciertas escenas rodadas con una precisión y calidad increíble por parte de W.S. Van Dyke, y con una fantástica fotografía.

Esta adaptación del archiconocido personaje de Edgar Rice Burroughs era protagonizada por todo un campeón olímpico de natación imponente y atractivo, Johnny Weissmuller, y la preciosa Maureen O’Sullivan. Como Tarzán y Jane respectivamente no hubo otros iguales, al menos para mí. Yo vi esta peli en una reposición en mi más tierna infancia y guardo hermosos recuerdos de esta cinta dirigida muy bien por W.S. Van Dyke, cinta que supuso una obra clave del género de aventuras en su momento.

Sí, ya sé que fue una película de infancia y que por lo tanto vista ahora resulta ya de otra manera. O sea, uno se da cuenta de que los elefantes eran indios y no africanos, los negritos resultan enanoides, las luchas con los cocodrilos causan rubor, las maquetas rechinan o la barca de Tarzán es tela de cutre Entonces habremos de esperar algún flujo mágico a lo Peter Pan que nos retrotaiga a aquella ingenuidad que se inició con la lectura de “Tarzán de los monos” para luego babear en los cines de verano con ese enjambre increíble de lianas, monos y aullidos tarzánicos ¡Ojalá llegue ese soplo de candor de nuevo! «La verdadera patria del hombre es la infancia», que dijera Rainer Maria von Rilke.

Sin lugar a dudas, la primera gran película del famoso personaje de Edgar Rice Burroughs, interpretado por el que para muchos ha sido el mejor Tarzán de todos los tiempos, el nadador Johnny Weissmuller, junto a su inseparable, en innumerables secuelas, Maureen O'Sullivan como Jane.

Es difícil criticar este tipo de películas porque tenemos que situarnos en el contexto de la época. Antes de la llegada del sonido a finales de los años 20 y principios de los 30, las películas que hasta ese momento predominaban en las salas de cines eran visualmente muy potentes, con una fotografía espectacular y unos actores forjados en los teatros, un cine sobre todo liderado por cineastas del viejo continente como Murnau o Fritz Lang.

La llegada del sonido y los grandes estudios de Hollywood cambió ese panorama y dio paso a un nuevo género de películas llamadas de aventuras, donde las grandes productoras veían posibilidad de hacer caja rápidamente con actores como Douglas Fairbanks o Errol Flynn. Uno de los primeros ejemplos es sin duda Tarzán de los monos (1932).

Los actores pasan a un segundo plano, sus actuaciones son mediocres, ya no son la esencia de la película sino los efectos especiales y visuales de la película. Aunque en estas primeras películas los efectos dejaban mucho que desear, las escenas de lucha de Tarzán con los animales sobre todo están muy bien logradas, no creo que fuera nada fácil en la época rodar estas escenas. Los saltos de liana en liana también son espectaculares, seguro que la gente que acudía a los cines quedaba perpleja ante tales hazañas.

Es evidente que el cine cambió para peor en aquellos años pero reconozco que es una buena película para entretenerse y pasar un buen rato viendo las innovaciones de la época, además la mayoría de clichés quedaron grabados en la memoria de la gente y han servido para sentar las bases del género de aventuras.