El buen amigo gigante

BFG es la confirmación de que Spielberg ya no es el rey midas desde hace más de 10 años. Él es una leyenda alejado de sus sueños cuando la era Amblin. Spielberg fue Peter Pan hasta que descubrió los sabores del poder en la Casa Blanca, Spielberg es un político wifi hace cine. BFG es soporífera, cuando dicen el nuevo ET comenten error porque no es la obra maestra que es ET y porque los niños no saben que es ET. La película es una proeza técnica pero sin alma. Solo se anima en su degunda hora y aún más a partir del almuerzo con la reina. Pero el conjunto es un desearte. El rey midas perdió su olfato. Está lejos del Spielberg grade. El es un director con más fracasos que éxitos, Con su estudio Dreamworks en bancarrota y aún más después de BFG seguramente Dreamworks termine en manos chinos y Spielberg sea solo un empleado, incluso Bob Iger rompió el contrato con Spielberg sin apoyar BFG. Pese que aún les quedan los Indiana con Disney si Spielberg sin esta entre nosotros. BFG es aburrida y una decepción ver a un Spielberg cansado,Sin embargo John Williams hace un excelente trabajo,el rey midas se bus despidiendo y esperemos sea con dignidad. Como su amigo Lucas. Porque llegan los nue le con ganas de comerse Hollywood. Igual que Spielberg quería comerse a Hitchcock. En definitive BFG Es una siesta con aire acondicionado en una sale.

Ha sido todo un detalle lo de poner, una vez empezados los créditos finales, "Para nuestra Melissa". Y es que la guionista de esta cinta es Melissa Mathison. Fue su último guión escrito tras fallecer a los 65 años el 4 de noviembre de 2015. Lo dicho, un buen detalle, sobretodo por ser la guionista de otra gran película de Spielberg, E.T. El extraterrestre.
El bueno de Steven, tras la notable y oscarizada El puente de los espías del año 2015, se nos vuelve tierno con este film fantástico y familiar, basado en una obra de Roald Dahl que en España lleva por título 'El gran gigante bonachón'. No es una obra maestra, pero tampoco es para tratarla como lo ha hecho la taquilla norteamericana. Creo que le ha pasado como a Hook, maltratada en su momento y bastante infravalorada. Tres cuartos de lo mismo para la que nos ocupa.
El protagonista, junto a Tom Hanks, de la mencionada El puente de los espías, Mark Rylance, vuelve a unirse con el director de Parque Jurásico para meterse en la piel de un gigante bonachón, que se hace amigo de una niña huérfana de diez años llamada Sofía (Sophie en versión original) y que los dos tendrán que hacer frente a una panda de gigantes muy malos. Una simpática historia con toques de humor, slapstick y con momentos conmovedores.

Mi amigo el Gigante.
Cuando Spielberg doge la cámara, el mundo se paraliza, para bien o para mal, para considerar una buena película o para ponerlo a caer de un burro porque E.T. el extraterrestre, no se volverá a parir. Y creo que es normal, una película no es una lassanga, que cambiando un ingrediente has cambiado el plato…… mmmmmm, creo que no es buen ejemplo, hay muchas películas hechas como lasagnas, por encargo.
Bueno, fuera del acerbo culinario, lo último que ha salido de las manos del rey Midas, es Mi amigo el Gigante, una adaptación de un libro de un autor que hacía libros muy bonitos. Vale, pero parece que del todo no le está yendo al tito Steven, al parecer la película no ha gustado todo lo que es de esperar y mira por donde, este carcamal sin más conocimientos que los justos para respirar (viene de serie) y al que Dory tiene que llamar para recordarle cosas, puede tener una explicación, y se basa, (el carcamal) en que la película NO es una película de aventuras, no es una película de pandillas de críos corriendo en post de la diversión y el descubrimiento de un mundo adulto, simplemente, y el título algo dice de ello, va de AMISTAD, va de sentimientos, de sueños, de forjar un vínculo.
Mira tú que tontería lo que se me ocurrió, ya ves, una película magníficamente filmada y realizada, superlativa en efectos especiales, pero de los de verdad, de los que el tito Steven es un mago, un genio, un portento, no de esos de ponerlo todo en un ordenador y que el chisme haga la peli, no, de esos, no, de esos de poner la luz justa, de esos de que te envuelven en un escenario y sientes como corre una brisa detrás de ti cuando se abre una ventana, de esos.
El gigante está bordado, el bueno de Jack está sublime, filmado con la técnica esta de captura de movivmientos y la huérfana, le da el contrapunto, ni yo mismo lo hubiese soñado mejor¡¡¡¡¡.
Cierto que se puede ir un poco de metraje, pero creo que la parte central, aunque lenta, aporta mucho a la historia.

La primera colaboración entre Steven Spielbeg y los Estudios Disney ha llegado, y para ello Spielberg decide adaptar una conocida historia del destacado Road Dahl, y teniendo a Melissa Mathinson (E.T.) como la responsable de realizar el guión cinematográfico, convirtiendo al proyecto en uno muy apetecible.

Y como casi siempre Spielberg no defrauda, al contar la historia de Sophie (Ruby Barnhill), una niña huérfana que vive en un orfanato en Inglaterra y a quien le cuesta conciliar el sueño por lo que se la pasa leyendo o bien husmeando por la ventana mientras todos duermen.

Pero una noche ella es testigo de la visita de un gigante (Mark Rylance) a las calles donde se ubica el orfanato y siendo descubierta por éste, decide llevársela consigo a la Tierra de los Gigantes, un lugar que no aparece en los mapas donde descubrirá numerosas sorpresas relacionadas a los sueños, además de convertirse en un apetecible bocado para los demás gigantes.

Visualmente apabullante, la nueva incursión de Spielberg en el cine fantástico después de películas más “serias” como ‘Lincoln’ y ‘Puente de espías’, es un relato lleno de ideas bien ejecutadas que desborda de emociones y encanto, y que deja en claro que como él no hay otro narrador en el cine actual.

Dentro de las proezas del filme se destaca una narrativa ágil que no decae nunca, con un inicio emocionante y fascinante, que da paso a una segunda parte un tanto más ligera aunque también más convencional pero igual emotiva, donde brillan la pequeña Ruby Barnhill y el gran trabajo de Rylance como ese amigable gigante encargado de distribuir los sueños, además aparecen otros personajes que colaboran a dar un buen cierre a una película notable, aunque quizá no del gusto de cualquier espectador.

Si bien el cine de Spielberg hace años que dejó de ser convocante, la calidad de sus propuestas no decae ni narrativa y mucho menos visualmente, como ésta entrañable historia narrada con delicadeza y mucha imaginación.


http://tantocine.com/el-buen-amigo-gigante-de-steven-spielberg/

Spielberg se convirtió en el Rey Midas de Hollywood gracias al cine de aventuras de espíritu juvenil (aunque sus protagonistas no siempre fuesen jóvenes). Con la madurez empezó a ir salpicando su filmografía con obras de un tono más sobrio, generalmente de temática histórica. A la misma vez, su cine de aventuras fue siendo cada vez menos juvenil para ser más adulto, incluso cuando era protagonizado por jóvenes. Digamos, que el carácter de su obra fue cambiando con el paso de los años. El problema es que en la última década ha pretendido reconciliarse un poco con ese espíritu juvenil de antaño y en sus resultados ha demostrado que parece haber perdido la cualidad de dar con el tono exacto que funcione para todos. Es más, ha sacado películas que no funcionan para nadie, ni para jóvenes ni para mayores. Y este es uno de esos casos.

En esta película tiene todas las piezas del engranaje para conseguir una gran obra juvenil como las de antaño. Tiene la base literaria de Roal Dahl (aunque particularmente este no creo que sea uno de sus mejores relatos). Tiene a la pluma a Melissa Mathison, una clásica del cine de aventuras juvenil scifi de los 80 y parte de los 90. Tiene en el apartado técnico la ayuda de sus habituales colaboradores, que son todos tan mitos de sus respectivos campos tanto como él lo es de la dirección, desde Kaminski en la fotografía hasta Williams en la música. Y tiene a su actor fetiche de los últimos años, el siempre acertado Mark Rylance, aunque aquí muy digitalizado (en lo que quizá sea uno de los problemas de la cinta, el exceso de digitalización). Y pese a todo eso, no consigue ni transmitir la magia y el encanto que se le presupone al maestro del cine de aventuras juvenil. Apenas consigue entretener a ratos, casi nunca emocionar, ni siquiera crear una gran empatía por sus personajes en una historia que no da para mucho. Creo que es una película demasiado infantil (con confundir infantil con juvenil) para poder ser disfrutada por un adulto, y a la vez demasiado tediosa para mantener la atención de los niños pequeños. Volvemos al resultado de otros filmes de Spielberg de su última etapa: buen trabajo técnico, pero por lo demás aporta muy poco.

Nota: 3