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Semilla de maldad

Drama Un soldado veterano acepta un empleo como profesor en un conflictivo colegio público. Enseguida comprende que no será tarea fácil ganarse el respeto de los alumnos, algunos de los cuales son delincuentes en potencia. A pesar de que el ambiente es poco propicio, está decidido a trabajar duro para hacer de sus alumnos hombres de provecho. (FILMAFFINITY)
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Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
27 de abril de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había oído hablar de esta película de 1955 como referente del movimiento rocker, tras la venta masiva de discos de "Rock Around the Clock" en 1954, canción que suena precisamente al comienzo y al final del film. Pude ver "Semilla de maldad" hace poco, de nuevo gracias a la programación de TCM. La magnífica interpretación de Glenn Ford ya es razón de más para aplaudir, pero además, es curioso ver a Sidney Poitier interpretando a un personaje que está al otro lado del que interpretará en "Rebelión en las aulas" trece años después. También es interesante ver cómo "Semilla de maldad" va a ser "la semilla" de ese grupo de películas que tratan la violencia en el mundo de la enseñanza, y que ha dado títulos memorables. Pero pocos títulos tan crudos como este, y en gran medida es un film tan crudo por el personaje interpretado por Vic Morrow de una manera magistral, a la altura de su opositor, el valiente profesor encarnado por Glenn Ford. El debutante Vic Morrow construye un personaje psicopático, casi a la altura de un Liberty Valance (del 62); su tremenda maldad además está decorada con gestos, tics y miradas que dan miedo de verdad. No se entiende que este actor con tanta garra tuviese un carrera tan escueta, aunque a lo mejor es de agradecer por lo inquietante que resulta en pantalla. Y es gracias a este personaje tan malvado por lo que brilla especialmente Glenn Ford, a quien se le conceden unos primeros planos realmente emocionantes, transmitiendo con ellos su búsqueda de una salida simbólica para afrontar la violencia en el aula y fuera del aula. Ni que decir tiene que la creación de los personajes pandilleros de "West Side Story" - con los que estoy mucho más familiarizada por mi devoción por el musical -, crecen también de esta semilla.
En fin, a parte del disfrute de ver una buena película potente, "Semilla de maldad" aporta la ventaja de que la mayoría de sus espectadores que se dediquen a la docencia, cuando la vean se darán cuenta de que sus problemas con los alumnos son pecata minuta.
LuisaMC
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10 de abril de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la historia que narra esta película, un soldado veterano en busca de trabajo, Richard Dadler (Glenn Ford), acepta el empleo de profesor en un colegio público de chicos marginales y conflictivos. La acción se desenvuelve en la “North Manual Hight School”, a las afueras de una gran urbe norteamericana de postguerra, allá por 1954. Tras una severa entrevista con el Director del Centro, Dadler se da cuenta que la tarea no será fácil. Y al entrar en al aula por vez primera, ve que ante si tiene a unos chicos que son violentos en extremo y potencialmente delincuentes: una especie de “horda desalmada”. De otro lado, los colegas de trabajo tampoco son muy halagüeños en sus predicciones sobre el trabajo de profesor, sobre todo en ese Centro. Dadler habrá de sufrir humillaciones, agresiones físicas y otros muchos inconvenientes. Tras una época de dudas sobre si continuar o no en el centro, pues los percances de los jóvenes tocan de lleno incluso a su mujer, intenta encontrar trabajo en otro colegio mejor, lo cual que consigue. Pero finalmente decide continuar en su centro y emplearse duro en su tarea para hacer de sus alumnos hombres de provecho que puedan insertarse en la sociedad.

Se trata de una película dirigida con gran profesionalidad por Richard Brooks, dirección que reflota con buen guión el propio Brooks, basado en una novela de Evan Hunter que relata las condiciones de dureza en que se han criado jóvenes de barrios bajos, a apenas diez años de finalizada la II Guerra Mundial. Este aspecto es muy importante en la película, pues esa generación de jóvenes apenas eran unos bebés cuando sus padres acudieron a la llamada del ejército para luchar en Europa contra los alemanes; los padres como soldados, y muchas madres en fábricas de armamento u otras labores como las sanitarias que hacían falta en la contienda. Entonces, la historia retrata a una generación, bastante olvidada en nuestros días, la de aquellos jóvenes norteamericanos que se iniciaban en el rock and roll (incluye el famoso "Rock Around The Clock", de éxito mundial: ¡25 millones de copias vendidas!), en la bebida, en la delincuencia, sin una educación en familia adecuada, de barrios marginales y con unas rémoras producto de las circunstancias históricas que la escuela pública tenía que remediar de alguna forma para que se insertaran socialmente, y evitar así la exclusión y el vandalismo.

Esta película fue nominada a cuatro Oscar en 1955: dirección artística, fotografía, montaje y guión. Y efectivamente, a mí me ha parecido una película de considerable calidad que aún hoy día se puede ver; e incluso hoy, más que nunca, pues aparte de la conflictiva juvenil, toca también las dificultades de la escuela con institución de contención, y la dura labor de maestros y profesores, aspectos todos de enorme actualidad en esta España nuestra, y en esta Europa nuestra.

Glen Ford hace un papel de gran solidez, un papel creíble que se adecúa a los cambios que se van sucediendo en la historia, en la que va afrontando los problemas y conflictos de una manera directa pero –y este es un buen mensaje en general de la película- intentando evitar en lo posible la violencia como respuesta a la violencia. Papel, pues, muy bueno en el rol de profesor modelo y paciente, que goza de la compañía de una mujer que lo ama, lidiando con muchachos, como decimos, cuyos padres no pudieron hacerse cargo de su educación. Poitier encarna a la perfección y con soltura actoral a un alumno inicialmente conflictivo, pero que acaba reconvirtiéndose por efecto del profesor en un alumno modélico.

En resumen, una buena película que ha resistido con toda dignidad el paso del tiempo. Recomendable para quienes deseen conocer la historia social de la mitad del pasado siglo en EE.UU., y recomendable también para padres, profesores y alumnos sobre todo de secundaria, para que vean en el espejo de esta “Semilla de maldad”, muchos de los desafueros actuales; aunque éstos signifiquen una “rebeldía sin causa”.
Kikivall
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12 de junio de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cruda historia, la que plantea Richard Brooks, sobre la problemática del ejercicio de la enseñanza en un entorno conflictivo y hostil y el escaso reconocimiento y apoyo que esta profesión recibe por parte de la sociedad.
Se han hecho infinidad de películas sobre este tema. La mayoría, bastante más edulcoradas que ésta.
Un veterano de guerra ( Glenn Ford), acepta un puesto de profesor en una escuela secundaria pública de uno de los barrios marginales de la ciudad. Toda su ilusión y su pasión por la enseñanza, se verá puesta a prueba cuando encuentre un alumnado agresivo y hostil, delincuentes en potencia y a unos colegas en la profesión apáticos y desmotivados, que hace tiempo olvidaron la razón por la que escogieron esa profesión.
En esta adaptación de una novela de Evan Hunter, plantean la problemática de una parte de la generación americana de los 50, aquellos niños cuyos padres se fueron a luchar en la II Guerra Mundial y cuyas madres tuvieron que trabajar en las fábricas, dándose así la situación de que muchos de esos niños se criaron solos, sin referencias ni afectividad, encontrando en la formación de pandillas, la cohesión que necesitaban.
Es una película muy bien hecha y bien contada. A través del protagonista, nos acerca todos los puntos de vista y situaciones que se dan en esos casos.
En el alumnado, marginalidad, conflictos raciales, liderazgo, adolescencias resentidas, agresividad, ilusiones rotas...
En el profesorado, desmotivación, sentimiento de fracaso, temor, impotencia, prejuicios hacia el alumnado y corazas de cinismo ante la pérdida de la vocación.
Nuestro profesor tendrá que luchar contra todo eso y soportar, palizas, insultos y amenazas mientras busca desesperadamente el punto de conexión con ellos que le permita comunicarse.
Decimos a menudo, ! Qué bien viven los profes!, Tres meses de vacaciones, fines de semana completos y puentes fiesta, horarios razonables y bla, bla, bla...
También parecería que lo que vemos en este film es una situación exagerada y en modo alguno representativo de la mayoría de los colegios ( y con eso nos consolamos, claro).
No lo sé. Tal vez, si diéramos voz a los profesores y les escucháramos de vez en cuando, nos quedaríamos sorprendidos de lo que nos pueden contar. Por lo menos, en lo que se refiere a ciertos colegios de zonas muy deprimidas o los centros de reeducación. Pero rara vez pensamos en esas cosas ¿ verdad?.
Pero el tema no es nada fácil. Todos estos muchachos que no los quieren ni sus propios padres. ¿ Qué hacemos con ellos?. ¿ Qué figura les proporcionamos?.
Es una peli muy interesante. No hay visos de buenismo, que es de lo que adolecen estas pelis en general. Y el tema, sigue tristemente actual.
Muy recomendable.
Izeta
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8 de septiembre de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las primeras películas conocidas que abordaron directamente el tema de la problemática juvenil y educacional. Se me ocurren tres cosas al recordar este título. La primera es que es mucho más dura, creíble, sincera y profunda que otras de temática similar, tanto en su desarrollo como en su desenlace, como podría ser, por ejemplo, « Rebelión en las aulas ». Pertenece a una época en que el cine norteamericano empezó a tomar serio interés por lo social (recordemos « La ley del silencio », « El hombre del brazo de oro » o « Doce hombres sin piedad » entre otros muchos títulos).
La segunda es que los chavales de esta película, los que aún viven, tienen ya cumpliditos los ochenta y, por tanto, pueden ser los bisabuelos de los actuales estudiantes ; y aquí se dan situaciones que, desgraciadamente, no han pasado de moda.
La tercera cosa es que es curioso que los profesores de este tipo de películas sean casi siempre de Lengua y Literatura, como yo. ¿Será que es la asignatura que se presta más para motivar a los alumnos ? No lo sé.

Un soberbio trabajo del director Richard Brooks, que se sigue sin pestañear gracias a un guion en el que nada sobra, a sus excelentes diálogos, a la fuerza impactante de una serie de escenas y a la interpretación de Glenn Ford, al frente de un reparto en el que no hay que olvidar a un incipiente Sidney Poitier, curiosamente aquí de alumno antes de que con el tiempo hiciera de profesor. Gran película en todos los sentidos y que ha sabido envejecer muy bien, gracias a que es totalmente realista y sin « milagritos » al final.
Cinemaparadiso1951
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6 de abril de 2014
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si dejamos al margen que las dos mozas que aparece en la portada no salen ni por asomo, por más que se les espera o que el estreno de "Semilla de maldad", gracias a su "Rock Around the Clock", se tomara como el del nacimiento del Rock and Roll, nos queda un trabajo bien armado, con cuatro nominaciones a la Academia a sus espaldas. Se trata de la adaptación de la novela del mismo nombre, "Blackboard Jungle" en inglés, de Evan Hunter, que como es normal narra las dificultades de un profesor de un colegio público de un barrio deprimido, para ganarse a un grupo de jóvenes que son poco menos que futuros delincuentes. Por lo tanto, muy adecuada para todo aquel que tenga inquietudes en la docencia.

Ante tal atajo de pillastres uno puedo caer en la "solución" de liarse a palos con ellos. Pero luego piensa que lo que les hace falta es que les enseñen unos valores, unos conceptos básicos de disciplina, educación y convivencia. Después de todo, lo que les pasa es que han aprendido unos patrones de conducta negativos. Por ejemplo, hablar con ellos en privado y de en uno en uno o marcar el primer días las normas o el trato exigido. Aquí el profesor le dice que se quite la gorra pero no que en clase se debe ir con la cabeza descubierta. Al final, no se ve muy claro cómo se gana a los alumnos, si es que lo hace pero como introducción a un tema tan actual vale la pena. Para profundizar más, "Curso del 63" (2009).
Reaccionario
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