El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford

Siempre me han dado una pereza terrible los western, de hecho posiblemente sólo me gustaban Open Range y True Grit. Pero es mucho más compleja que un western, el personaje de Robert Ford es interesantísimo, y la película indaga con muchísima profundidad en los miedos a enfrentarse a un hombre, a matarlo, a morir, en sus paranoias. Pocas veces el cine consigue transmitir con tanta cercanía un enfrentamiento fatídico entre dos conocidos, TENSIÓN con mayúsculas.

Grandes papeles de Pitt, Affleck y Rockwell. En general muy buenas interpretaciones y sobre todo personajes realistas, se les ve como los granjeros iletrados que eran.

Lo que debería importarnos por encima de todo al valorar una película es lo que nos deja. La consecuencia de haberla visto. Las reflexiones que quedan cuando termina. Las sensaciones que nos ha producido. En nuestra rápida vida lo común es que tendamos a apreciar por encima de todo el efectismo. Móvil en mano. El argumento aparente sin lugar a dudas. No pensar. Que sea rapidito. A apreciar el Producto que triunfa masivamente.

Esta película no entra en el molde del Producto que triunfa masivamente. Al que estamos tan bien acostumbrados. Moldeados. Demasiado lenta. Demasiado psicológica. Demasiado larga. Demasiado aburrida. ¿Una peli de Jesse James en la que el tío se la pasa mirando por la ventana? Menuda mierda.

Pues no. En Filmaffinity debería importarnos por encima de todo la música. La fotografía. Los planos. La cadencia (no la duración). Esta película es una obra de arte por su técnica. Por su simpleza. Por sus actuaciones. Por su enorme banda sonora. Por sus diálogos.

Por la profundidad de su historia. Por la reflexiones que quedan cuando termina. Por las sensaciones que nos ha producido. Por la enseñanza que deja. La importancia de la consecuencia. La importancia de actuar por la espalda. Traicionar. No valorar las (posibles) consecuencias de nuestras (injustas) acciones antes de llevarlas a cabo. No ser capaces, una vez realizada la (injusta) acción, conforme el tiempo avanza y sus despreciadas consecuencias van aflorando, de asumir esas consecuencias.

Lamentarnos por lo que hemos hecho. Pero ya es demasiado tarde. Ya se nos ha vuelto en contra. Acabar con el sufrimiento de un balazo en la garganta es la manera fácil de terminar con el pesar que nos carcome por ver las consecuencias de lo que hicimos, que no tendríamos que haber hecho.

Andrew Dominik se ha marcado aquí una obra magistral, más sabiendo su implicación en la escritura. Cassey Affleck bordado y también Brad Pitt, perfecto, siempre con una solvencia increíble encarnando este tipo de extraños papeles de personalidades extrañas.

Deberíamos pararnos todos un poco. De vez en cuando, a mirar por la ventana. A analizar lo que se ve delante. Ahí delante. A valorar detenidamente las (posibles) consecuencias de nuestras (injustas) acciones.

Está bien que entrados en el S.XXI alguien se decida a hacer una del oeste, me encanta, aunque sea con un título tan largo que me da hasta pereza escribir. Es "la de Jesse James" de este siglo. Y aparece Brad Pitt, sí. Y no verás ni un galope de caballo, no, como mucho al trote y de forma cansina. ¿Y los disparos?; jamás una estrella del Hollywood clásico disparará con tanta incompetencia. Pero esto es el S.XXI y aunque sea un western por el lado de la estética no lo es desde ningún otro punto de vista. Por si no quedaba claro, Robert Ford es mezquino y cobarde, así que desde el primer minuto, además de saber a quién va a acabar asesinando, hay una constancia mayúscula de su condición. Para ello, todo hay que decirlo, es necesaria una interpretación de lujo.

Así que del oeste, sí, en parte sí, pero desde luego no es como las de antes. Esta película de título interminable se cocina a fuego lento, con unos diálogos interminables, con excesivas pausas y poniendo el acento en un realismo que la aleja irremediablemente del género clásico. Por lo tanto hay muchas quejas, el cine de autor no es para todos. Mucho me temo que se hace larga, como un día sin pan. Mucho me temo que sin Brad Pitt más de uno ni siquiera se detiene aquí. Mucho me temo también que esa voz en off explica demasiadas cosas, como si hubiera que subrayar sí o sí ciertas cosas, con lo peligroso que eso es a veces. [Al principio se dice que James está siempre pestañeando por un problema físico en los ojos. Pues vaya, todo lo contrario precisamente desde que lo anuncian, ni un pestañeo, ni uno...]

Reconozco que tiene momentos de tensión muy bien expuestos, situaciones bien filmadas y sobre todo, lo que es el objeto directo y cima de la película, el asesinato, presentado de forma impecable. Pero nada más que destellos. Poca cosa para dos horas y media. Del oeste de verdad, antes, se hacían dos películas como la copa de un pino con ese mismo tiempo. Dos obras maestras en el mismo tiempo, palabra, ahí están.

Pienso que el destino no le podría haber reservado nada peor.

Ese final me ha parecido durísimo, al igual que la mayoría de la película, lírico, y a su manera bello.

El filme no tiene un ritmo trepidante pero sí tiene cosas de interés, la fotografía es evocadora, siempre que la voz en off acompaña consigue trasladarte (a diferencia de muchos, a mi siempre me ha gustado la voz en off como recurso narrativo en el cine), algunos diálogos te implican en el afán por interesarse en los entresijos de las relaciones que se establecen entre los personajes y Brad Pitt está sublime. Cortante, arisco, seco pero sin titubear un solo instante. Es larga, pero hay escenas que dejan poso, con sus imperfecciones no deja de ser un estudio atento sobre la personalidad, especialmente de lo repugnante que puede resultar una persona humana o de las terribles contradicciones que se pueden establecer en el alma de uno, y hasta que punto estas le pueden hacer involucionar.

Él le admiraba, pero a Jesse no era partidario de ese tipo de cursilerías y como tal se lo hizo notar. El chico, de carácter pobre se doblegó y no desarrolló virtud alguna y lo mató de la forma más cobarde.

Un título a veces dice más de lo que debería. Aunque la historia del forajido Jesse es bien conocida en el continente americano. En este caso no es importante, porque lo que la película intenta explicar es:
¿Cómo era el mito? Humano, como todos.

Si esperais un filme lleno de acción, disparos y glamour...mejor no la veáis.
Esta obra trata sobre lo que nos hace personas. Imperfectas. Habla sobre la amistad y los peligros de una ambición desmesurada.

A nivel tecnico cumple sobradamente.
La ambientación de la época es excepcional, despojándola de toda "elegancia". Sin embargo, hay belleza en lo simple y ordinario de sus vidas.
La banda sonora ayuda a este sentimiento melancólico que desprende casi de principio a fin.
Porque esta amigos, es una historia triste. Sabemos como acaba, pero aquí interesa el viaje. Con un final que desde luego invita a la reflexión.

Y es que se supone que la historia ha sido llevada fielmente respecto a como fuesen los hechos reales.
Brad Pitt como Jesse James hace un buen papel. Y Casey Affleck como Bob Ford se lleva la palma. Por algo fue nominado al Oscar por esta película.