Color Out of Space

H.P. Lovecraft fue todo un revolucionario en lo que al género se refiere. Tanto lo fue que existe un nombre que sirve exclusivamente para referirse al estilo que utilizaba en sus obras: horror cósmico. Creaba mundos muy complejos, con criaturas que solo pueden dar cabida en la la mente del lector y con cuestiones que se alejan del entendimiento humano. Es por ello que adaptar sus obras a la gran pantalla es una tarea complicada, por no decir imposible. Muy pocos se han atrevido y la gran mayoría han fracasado estrepitosamente. Pero si en algo destaca Color out of space, es precisamente en saber abordar y enfocar el problema de una forma correcta.

La película sigue esta nueva corriente de ciencia ficción que parece estar comenzando a surgir y del cual Nicolas Cage ya comenzó a formar parte con Mandy, aunque sin llegar a ser Color out of space el festín de gore y humor negro que era este otro film y que de alguna forma le sirvió como "resurgimiento": de meme maldito a hacer cine de autor. Es en este nuevo papel donde lo encontramos en su faceta más neurótica y desatada.

Por eso uno de los puntos fuertes de la nueva película de Richard Stanley es que parte de la premisa de que adaptar fielmente una obra de Lovecraft es algo casi utópico, y a partir de ahí juega con lo que tiene utilizando bien sus cartas, creando una obra fiel al universo del autor pero al mismo tiempo independiente de él.

Pero a pesar de un Nicolas Cage sobresaliente y una fotografía impecable, su guión cogea y no alcanza a ser lo que pretende vender. La mayoría de los personajes quedan bastante huecos y la historia da vueltas sin parecer llegar a ningún lado. No acaba de saber muy bien lo que quiere contar y termina siendo demasiado repetitiva.

Aun así, es una película singular, con un estilo muy propio y que consigue adentrar algo en el basto mundo que es el horror cósmico. Películas como esta son las que consiguen que el cine de género y de autor consiga hacerse, poco a poco, justamente reconocido.

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Ya hemos asumido que lo más duro del confinamiento es el primer año (es broma), y no tenemos más que hacer palomitas y plantarnos delante de la pantalla.

Ahora contextualicemos: si eso te pasa en el viejo rancho de tu abuelo, donde vives con tu familia lejos del mundo urbano, y tu vida es una película adaptada de una novela de Lovecraft, cambia las palomitas por el papel higiénico porque vas a pasar miedo.

Si el cine profetiza los males del futuro, como ha pasado con todas esas películas de virus desconocidos durante décadas, el próximo contagiador no será un virus ni una bacteria, sino el agua.

Digamos que el medio en el que se origina la vida, el H2O, es la nueva obsesión para paralizar al mundo.

Nicolas Cage es ese padre tranquilo, cocinitas, que le pone un “chup, chup”, como diría Arguiñano, a todos los estofados.

Igual que en Grey Waters, en la que Mark Ruffalo lleva a los tribunales a la multinacional que envenena las capas freáticas, Cage también tendrá que enfrentarse al agua envenenada, y lo hará a golpe de escopeta. En este caso, lo hace con algunos cambios de humor muy ad hoc para la locura paranormal que vive con sus hijos adolescentes.

Como de costumbre, lo peor de lo peor ocurre cuando vives a una hora en coche del hospital más cercano y el campo es escenario de fenómenos paranormales.

Los protagonistas sacrifican su bondad y buen hacer y se lían a tiros antes de que el alien de turno se los zampe. Siempre hay alguien que intenta escapar de la casa de Poltergeist.

Al final parece que el efecto cabaña, ese que explica que muchos no quieran abandonar la seguridad de hogar para justificar su misantropía, no colma el sueño de vivir aislado de los otros. Y el “chup, chup” en la oscuridad es el bicho que se come a los tuyos.

https://www.yellowbreak.com/blog-cine-color-out-of-space-no-escaparas-de-la-casa-de-poltergeist/

Una película de una novela de H.P Lovecraft muy desconocida para todo aquel que no es fanático de dicho escritor. Pero conociendo personas que si que son bastante "Lovecraftianos" dicen que el libro en el que está basado la película puede estar en el top de mejores libros de susodicho escritor. Es una historia que artísticamente nos va a recordar a "Mandy" sobre todo por el empleo de colores tan claros, una historia por momentos incomprensible y porque también tenemos de protagonista a Nicolas Cage, que para mi gusto personal, no lo hace nada mal. Según he leído por ahí (es decir, de fuente fiable no tiene nada) el director Richard Stanley (conocido en los últimos tiempos por realizar películas un poco "meh") tiene planteado la realización de una trilogía de películas sobre distintas historias de Lovecraft, que no se si estarían unidas entre sí, si este rumor es verdad, puede que se genere "hype" en mi cuerpo. Pero me ha faltado algo de la película para que realmente me hubiera parecido más de lo que es. Es verdad que hay muchas escenas que visualmente van a dejar a uno con el cuerpo un poco revuelto a la vez de que mentalmente se va a encontrar incómodo.

Bueno, después de ver esta peli tengo que decir que es entretenida. Su comienzo es prometedor, con una buena primera parte, pero cuando se mete en materia, ya en la segunda parte de la película, pierde muchos enteros, pierde algo los papeles y por eso te deja un gusto agridulce. Buenas actuaciones, y por cierto, muy bien un viejo Cage. Muy bien realizada. En fin, no es una gran película pero se deja ver muy bien, y si te gusta el género, recomendable.

La enorme cantidad de diferentes formas de vida extraterrestres que han llegado a nuestro planeta a lo largo de la historia del cine hace muy difícil inventar algo nuevo y fresco que sorprenda al espectador, y bajo esta idea, los guionistas de “Color out of space” decidieron lanzar un órdago a la grande, exagerando todo lo que se les ocurrió.

Como resultado la película ofrece un psicodélico viaje acompañando a una familia que recibe una visita inesperada, y mostrando las consecuencias de que haya aterrizado en su jardín y no lo haya hecho en el de los vecinos de al lado. Al igual que si los protagonistas hubieran ingerido algún tipo de hongo en mal estado, el argumento va creciendo en intensidad y locura a partes iguales.

Cage, que se siente realmente cómodo en argumentos inverosímiles, afronta el reto con cordura, no excediéndose al principio para ir creciendo según avanza el metraje. Como no es nuevo en estas lides, lidera al reparto hacia un final despiadado en el que cualquier signo de cordura en pura coincidencia.

La estética es uno de los puntos fuertes de la película, tan retorcida como sorprendente, algo que era de esperar teniendo en cuenta que adapta una obra de H. P. Lovecraft. La habilidad para llevar la historia a la gran pantalla, donde hubiera lucido mucho más, demuestra el buen trabajo de Stanley, que firma dirección y guion.

Esta bizarra película se disfruta como una montaña rusa, y aunque oficialmente se trate de una película de terror o ciencia ficción, a nadie se le escapará alguna que otra carcajada más propia de una comedia negra. Este batiburrillo es el truco de “Color out of space” y puede que su secreto mejor guardado, ni ella misma sabe dónde está en cada momento, una locura que todo lo invade.