Tierra

Historia no sólo de supervivencia frente a la naturaleza -segunda protagonista de la película- sino frente a los palos de la propia vida. ¿Puede encontrarse esperanza cuando ya no queda esperanza? Este hermoso guión muy bien dirigido e interpretado por Robin Wright, y acompañado de una fotografía que aprovecha con esmero los increíbles paisajes de las montañas de Alberta en Canadá, busca dar una respuesta a esa pregunta.

A una primera parte de soledad del personaje interpretado por Wright (Edee) en un entorno bello y salvaje, sigue una historia de amistad y salvación donde el actor Demián Bichir da interés y profundidad a su personaje (Miguel) siendo la réplica perfecta a su compañera y dejando que poco a poco descubramos con emoción lo que mueve a cada uno de ellos hasta llegar a mostrarnos todas las respuestas.

Al menos las respuestas de estos protagonistas. Para encontrar la nuestra quizás debamos hacernos con alguna cabaña en bosques escondidos entre montañas, y tras mirar el resplandor de la nieve sobre las cimas lejanas o el sol ponerse lentamente bajo un cielo rojo, podremos clavar en los troncos con que están hechas las paredes las fotos de todo aquello que un día perdimos.

Mientras, aún resuenan en la película las notas de la canción "So you remember me"...

"Gonna tie a ribbon
gold across the sky
so you can see it from your window
right as the sun begins to rise."

No soy ningún experto en cine, pero cuando una película te toca la fibra sensible como fue esta, me veo obligado a realizar esta critica.

La película es una maravilla visual, el escenario escogido bien podría servir para un documental de naturaleza, pero lejos de esto, me parece una terapia para el alma, puede quizá parecer simple debido a su escaso dialogo, pero para nada lo es.

¿Que saco de ella?

-No hay dolor en el corazón que el tiempo no pueda apaciguar
-La buena gente da sentido a la vida
-Hay veces que conviene bajar al infierno para poder volver a contemplar el cielo

Tal vez por la etapa que atravieso en estos momentos, mantengo emociones epidérmicas.
Viendo EN UN LUGAR SALVAJE, me sentí atravesado por dos muy diferentes. Durante los primeros 30 minutos aproximadamente; fui invadido por cierta nostalgia, empatizando con la soledad del personaje interpretado por Robin Wright.

A partir del minuto 40, la historia que nos relatan, se vuelve cálida, serena y mucho mas cercana, al compartir efectos y afectos que van surgiendo de manera natural, sin que se fuerce ni precipite nada. Demian Bichir entrega una caracterización sencilla y sincera de un peculiar personaje del que a medida que los minutos avanzan, se descubren los entresijos de su existencia, diferente aunque no tan lejana a la de la propia protagonista.

La cercanía en esa cordialidad y cariño, va calando en el espectador, manteniendo el primer entramado de la supervivencia en terreno hostil, sin que se transforme su discurso original, lo cual se agradece.

Resulta interesante, dentro del género, sin llegar a un punto sobresaliente pues utiliza gran número de recursos que al espectador no le son desconocidos, por lo recurrentes.

La última media hora ahonda en sentimientos universales, sin banalizarlos, lo cual se agradece. Y son esos minutos finales los que mejoran mi nota inicial. (NO ES SPOILER, PUES NO DESCUBRO ARGUMENTO)

Land (2021), dirigida y protagonizada por Robin Wright, cuenta la búsqueda de una mujer que ya no tolera la vida en sociedad y se recluye en una cabaña en medio de la montaña, donde tanto el clima como la naturaleza son hostiles.

Por Nicolás Bianchi

Como en la ya multipremiada Nomadland (2020) una mujer que pasó el punto medio de la vida necesita un cambio rotundo para poder continuar. Land es el primer largometraje dirigido por Robin Wright, que ya había firmado algunos capítulos de la exitosa serie House of Cards. El marco está dado por el bucólico paisaje de Alberta, en Canadá, aunque en la película se ubique a la historia en Wyoming, Estados Unidos.

Edee (Wright) atraviesa un punto crítico de su vida. Rápidamente queda claro que afronta la pérdida de su marido y su hijo, aunque no se sabe el cómo ni el por qué. Se despide de su hermana Emma (Kim Dickens) y parte hacia una cabaña en una montaña rodeada por un bosque inmenso. Al llegar le pide al hombre que la acompañó que envíe a alguien para buscar el auto con el que llevó sus cosas. Edee busca recluirse. Sin teléfono ni vehículo buscará sobrevivir en la naturaleza.

En los primeros meses, que parecen ser de primavera o verano, y todavía con las latas de comida que llevó, Edee comienza su adaptación a su nueva y silenciosa vida. Los recuerdos cada tanto la invaden ya que imagina a sus seres queridos que no están, conviviendo con ella en ese bosque. Pero la vida se torna más dura. Las ampollas que sus manos sufren al cortar leña con un hacha es solo un preaviso de lo que la montaña le depara.

Edee no sabe cazar, pescar ni cultivar y el invierno llega con sus tormentas de nieve. La cabaña no está preparada para soportar bajas temperaturas y ella tampoco pudo remendarla a tiempo. Hay quizás, en la empresa de Edee, un velado impulso suicida. Lo que el personaje explicita es el carácter de última apuesta que tiene su empresa. Vivirá o morirá allí.

En un giro casi poético la película da a su personaje un aliciente. El baqueano Miguel (Demián Bichir) se cruza en el camino de Edee y la asiste, la instruye para la vida que quiere llevar adelante. Cuando ella le pregunto cómo la encontró él responde que ‘estabas en mi camino’. Esta nueva relación que fluye hacia la amistad le da a Edee la segunda oportunidad que estaba buscando.

La trama de Land es tan sencilla como su título. El marco que da el paisaje embellece la historia de Edee. Algunas revelaciones que se despliegan sobre el final resignifican en parte a la historia de la protagonista. Quizás si se hubieran introducido antes el relato hubiera ganado en consistencia, que de todas maneras está bien construido tanto detrás como delante de cámara por Wright. Land es tanto una vuelta a lo básico, a la tierra y la naturaleza, como un escape de una sociedad que puede ser invivible.

Aunque intuyes en todo momento el dolor que esta sufriendo esta mujer por algún dramático motivo, no se sabrá hasta el final la decisión que ha tomado de apartarse de todo el mundo y vivir como una ermitaña.

Edith "Edee" Holzer) ha decidido deshacerse de todo lo relacionado con su vida pasada y mudarse al los bosques de Wyoming. Allí compra una cabaña abandonada donde planea vivir. Se deshace del teléfono y el coche para no tener noticias del mundo. Pero cuando llega el invierno y los suministros de comida escasean, las cosas no son como imaginaba...

A punto de morir aparece un cazador llamado Miguel que con la ayuda de una enfermera, la salvan la vida. Es cuando entre los dos entablan una amistad inusual con solo visitas ocasionales, Miguel le enseña a Edee cómo sobrevivir poniendo trampas y cazando...

Un drama impactante con cierto parecido a "Nomadland" en la que las dos mujeres de mediana edad intentan sobrellevar la vida lo mejor que pueden. Aunque en este caso sea intentar salir de una profunda depresión. Robin Wright después de haber dirigido diez episodios de "House of cards", se atreve con este largometraje que también protagoniza casi absolutamente sola.

Mediante flashbacks se alude a la vida pasada de Edee, con destellos de sugerir que está pasando por una gran perdida que no consigue digerir, importándole poco su vida. El mero hecho de enfrentarse a esta clase de vida tan dura siendo una mujer de ciudad, lo dice todo.
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