Entrenando a papá

Aún no me lo puedo creer, a mis años... Lo raro no es que me haya puesto a ver un film de esta temática tan manida ya; lo increíble es que me ha entretenido y todo!

Por momentos, Dwayne Johnson me ha parecido que interpretaba de manera más que aceptable su papel (bueno, sí, se trataba de interpretar a una egocéntrica estrella del deporte, como lo fue él) y la niña aunque un poco sosa al principio, va cogiendo confianza conforme avanza la cinta.

Agradable de ver, aunque sólo sea por echar un vistazo al super-apartamento de lujo de la Roca y su gimnasio (qué envidia, señores/as), divertida a ratos, tierna (es una peli de Disney ¿qué esperaban?) y con su previsible japiend, claro.

A pesar de todo esto, miren ustedes por dónde, resulta ser una película entretenida, simpática, para relarjarse un poco y ver con sus hijos pequeños.

Cumple como comedia infantil-familiar si no se le pide mucho ya que por una vez las babosadas que solo harían gracia a un bebé retardado (típicas del género) se ven notablemente reducidas, tiene sus momentos ñoños como toda peli de Disney que se precie pero por suerte no llegan a empalagar. Dwayne Johnson (como quiere que le conozcan ahora) actúa histriónico como siempre y se ve eclipsado por la joven Madison Pettis que de lejos tiene un futuro más brillante en el cine que “The Rock”. El guión predecible y bastante corriente pero con algunas gracias puntuales.

Me ha llegado hasta a sorprender esta agradable comedia familiar, la pusieron en el cine de verano y decidí darme una vuelta por ahí y la verdad es que me encontré una película que no es nada del otro mundo, pero que divierte en contadas ocasiones y que entretiene bastante.
Las actuaciones son muy limitaditas, pero tengo que decir que la niña es muy mona y que sabe transmitir todo lo que su personaje requería.
Una agradable comedia que gustara a las personas que disfruten con películas de este tipo.

Mi nota: 4,8.

Disney casi siempre es sinónimo de entretenimiento, y eso es, lo que encontramos en esta simpática película que narra la historia de un famoso jugador de fútbol americano que sólo piensa en él y en sus triunfos, hasta que un día se le presenta en su casa una niña de ocho años que dice ser su hija.
Y, la sorpresa del título nos la llevamos nosotros porque lo que parecía ser una historia de lo más previsible (y lo es en su primera parte) resulta luego bastante más divertida y sorprendente de lo que esperábamos.
Cierto es que Dwayne Johnson no es el tipo más apto para la comedia, ni la niña es la más guapa y adorable. Sin embargo, pasamos un buen rato viendo la película y, eso, en ocasiones, es lo único que nos apetece. Evadirnos un poquito.

Al menos, para mí, cumple su función de ser una entretenida comedia familiar de la Disney con un Dwayne "The Rock" Johnson, un muy famoso jugador profesional de fútbol americano que, de la noche a la mañana, se entera que tiene una hijita de 8 años. Ahora tendrá que lidiar con el fútbol y con su nueva faceta de papá. La niña es una robaescenas nata, está genial. Hay química con el The Rock. Y de regalo, nos meten al reparto cantando una canción de Elvis Presley.