La fuga

Prefiero los dramas carcelarios en los que lo importante es el relato de la fuga o la descripción de los presos.

Aquí han dado demasiada importancia a un artificioso (y artificial) montaje para intentar maquillar un guión flojo, aunque el potencial de la historia era prometedor.
Hay demasiadas historias que contar y poco tiempo. La alternancia entre ellas es un arma de doble filo: por un lado te obliga a estar atento si quieres enterarte de la vertiginosa sucesión de personajes, pero por otro terminas fatigado y es casi imposible que no se te vaya la cabeza en algún momento.
La mayoría de las historias tienen demasiados detalles efectistas: lo de la hélice del avión, el fugado que se hace pasar por sobrino (al principio lo explican mal, luego ya te queda claro, pero pasas un momento devanándote los sesos, pensando si ese tío había salido ya antes o no en la película [qué fácil habría sido dejar claro al principio quién es el narrador en off]), lo de los fugados gays, lo de la paloma, lo de los gemelos, la relación entre el anarquista y otro de los fugados, lo de la chica que se casa con uno de los fugados como venganza... ¡Cuántas casualidades! Algunas de ellas son totalmente increíbles, otras podrían haberse mantenido si se hubieran tratado con algo más de mesura.

La música es, en su mayor parte, demasiado convencional. Es lo que yo llamo "música enlatada", que lo mismo sirve para un drama policial que para una comedia romántica. Le falta personalidad.

A pesar de todo, se deja ver. Pero la historia podría haberse aprovechado muchísimo más.

Mignona adaptó su propia novela, la cual narraba la fuga de 7 presos de una penitenciaría de Buenos Aires a finales de los años 20. Se rodeó para ello de un grupo estupendo de intérpretes, los cuales son capaces de transmitir con suma eficacia el caracter de sus personajes. Cada uno de ellos posee una intrahistoria detrás, que se nos va contando sincopadamente, la mayoría de ellos están abocados al fracaso, a la muerte, a lo efímero de la libertad; pero basta que uno de ellos salga airoso del trance para que realmente valga la pena.
"La fuga" está barnizada de una capa de ironía y otra de sensibilidad, a la vez que por debajo no deja de ser un drama interior de varios seres humanos, cada uno de ellos desde su mundo, entorno o motivos personales. Desde su propia fuga.

A mi modesto criterio, esta película es un libro de fotografías demodé, más que un film....Resultón gasto de producción para la ambientación y tal, pero fallida historia, a la que no se le encontra nunca la razón y el sentido entre las situaciones deslabazadas. Nimia la participación del buen actor Ricardo Darín, e insípida, por la floja historia, la del mejor actor aún, Miguel Ángel Solá.
Revisar este film es constatar que los medios nunca garantizan una buena película, y sólo, generalmente sólo, el guión de la historia, sea la que fuere, puede garantizar un visionado satisfactorio y no de mero entretenimiento (en este caso es entretenimiento es lo que menos existe..es un pastelón en ese sentido)
Planteamiento: no existe. Nudo: recortes muy desiguales. Desenlace: Inexistente en el devenir de las anecdóticas secuencias sobrevenidas.

La película es buena, las actuaciones están bien y la historia es buena y fue real. Un par de detalles erróneos en el comentario es la locación de la historia; se dice sucedió en Buenos Aires, cuando los hechos ocurrieron en el correccional penal de Punta Carretas, en la ciudad de Montevideo, Uruguay; la otra diferencia es que sólo fueron 3 los escapados, y eran todos anarquistas.
En 1971, 111 (ciento once) presos políticos escaparon del mismo penal, también por un túnel, y durante la excavación se cruzaron con el viejo túnel de la década del 20.

Drama carcelario pretensioso y que fracasa por querer abarcar más de lo esperado. Las actuaciones son buenas; lo que maltrata a la película es el caos que se produce cuando se entrecruzan tantas historias personales sin ser capaz de profundizar en ninguna.