La locura del rey Jorge

Estoy totalmente de acuerdo con el anterior usuario que afirma que esta película parece ser del gusto de una minoría, como se puede concluir por los escasísimos comentarios que ha generado en esta página. Algo difícil de entender, porque es realmente un trabajo más que interesante de un director que sigue gustándome con cada trabajo que realiza. Está claro que Nicholas Hytner es un director de teatro y como ya hiciera con su último trabajo hasta la fecha, "The history boys", decide llevar a la pantalla esta obra teatral, dándole la oportunidad de repetir papel al actor principal, un Nigel Hawthorne, que lleva el peso de gran parte del film con un papel nada fácil de interpretar. El actor ya había trabajado con el directo en su primer largo, "Mucho más que amigos", y aquí nos deja una impresionante actuación. Es difícil comprender cómo no se llevó ese año el Oscar a mejor actor, pienso que se lo merecía. Junto a él, una diosa de la actuación, la grandiosa Helen Mirren, una maravilla con la que siempre disfruto, es una actriz con una presencia poderosa, y con una facilidad para este tipo de papeles innegable. Otro gran actor de teatro británico es el pequeño de estatura pero grandioso a la hora de actuar, Ian Holm, su cara a cara con Hawthorne es digno de elogio. Reconozco que Rupert Everett nunca ha sido santo de mi devoción, pero aquí está perfecto como el vago y avaricioso Príncipe de Gales, tengo que reconocer que el actor hace una más que buena actuación. Otro que no se queda atrás es el otro Rupert, esta vez Graves, un actor discreto al que conocí en "Herida", interpretando al hijo de Jeremy Irons, y que aquí nos trae una actuación totalmente diferente y para mí muy aceptable. Amanda Donohue ha sido un descubrimiento, dejando una elegante y convincente actuación. Y otro de mis favoritos dentro de esta enorme corte de George III es Julian Wadham, con una comedida actuación.
Es innecesario decir que la dirección artística, que se llevó su oscar ese año, es inmejorable, que los vestuarios y los detalles son preciosos, que la banda sonora es una delicia para los amantes de la música clásica y que la película merece mucho la pena, tiene un humor irónico y ácido que mantiene el ritmo de la película durante todo el metraje.

"La locura del rey Jorge" es una de esas muestras de cine de época muy cuidado, exquisitas interpretaciones (la "regia" Helen Mirren y el histriónico Hawthorne, sobre todo) y una viva disección de la institución monárquica con la excusa de la supuesta locura del rey. Parecida en intenciones a la más reciente "La reina" de Stephen Frears, se desvela muchísimo más interesante y bastante más irónica que ésta. Deja un buen sabor de boca y la impresión de haber visto un producto muy cuidado.

Da un poco la sensación de que LA LOCURA DE EL REY JORGE es una joya reservada para una estricta minoría. Sin haber conseguido demasiada recaudación en España, habiendo resultado "perdedora" frente a Forrest Gump en la edición de los óscars de 1995, olvidada en su tiempo por muchos y no recordada durante estos días por casi nadie, la afirmación de que LA LOCURA DE EL REY JORGE es una joya reservada para una estricta minoría cobra fuerza también por la certeza de que hasta hoy, 31 de Agosto de 2008, casi tres lustros después de ser estrenada en nuestro país, únicamente una persona había anotado su crítica en esta página visitada por tantos y tantos.
LA LOCURA DE EL REY JORGE es una adaptación libre, lírica y honesta de la vida de Jorge III, el granjero Jorge, monarca de la Gran Bretaña y de Irlanda, amante de las más nobles artes, padre de quince hijos y marido modelo.
Basada en la obra teatral de Alan Bennett, LA LOCURA DE EL REY JORGE cuenta con un reparto estelar encabezado por el soberbio Nigel Hawthorne en el papel del rey y la espléndida Helen Mirren como la reina Charlotte, una pareja aún enamorada que parece haber encontrado el secreto definitivo de la felicidad conyugal. Rupert Everett, como el díscolo y socarrón Príncipe de Gales, la bella Amanda Donohoe, Rupert Graves y el fabuloso y nunca lo suficientemente bien ponderado Ian Holm completan la nómina de protagonistas de una película ganadora del premio de la Academia a la mejor dirección artística y nominada en otras tres categorías.
Un arranque mayestático, una música celestial de un compositor alemán que se habría de nacionalizar inglés, un montaje extraordinario y un punto excelente de humor latente en no pocos de los fotogramas de la cinta, hacen de LA LOCURA DE EL REY JORGE una verdadera delicia para todos los sentidos.
Decía Juan Ramón Jiménez que es preferible estar con la minoría siempre. Como adepto de LA LOCURA DE EL REY JORGE, sintiéndome parte de esa minoría que acudió a disfrutar al cine con la película y siendo de ella un revisor temporal, escribo bajo el sol de hoy, casi tres lustros después de ser estrenada en nuestro país, que estoy con Juan Ramón: con este tipo de minorías..., siempre.

“La locura del Rey Jorge” es una muestra contemporánea más de que los británicos saben, como nadie, retratar su historia, especialmente cuando se trata de sus monarcas y aristócratas. Lo han hecho, lo hacen (“El discurso del Rey”) y lo seguirán haciendo. Siempre lo he dicho, me dan envidia, porque a historia no nos ganan. En fin, a ver cuando los productores españoles toman nota.

Esta película sigue esa vieja tradición. En primer lugar, es fundamental la elección de los actores. Nigel Hawthorne rememora a un fantástico Jorge III, conocido con el sobrenombre Granjero Jorge, por sus modales simples y llanos. Evidentemente es la base sobre la que se sustenta el film. Al parecer Jorge III entró en depresión por la pérdida de las colonias de Norteamérica en 1783, que formarían el núcleo de los futuros EE.UU. Se levantaba sonámbulo por las noches, hablaba en sueños, etc. Ahora se cree que su enfermedad mental era la porfiria, bastante extraña, pero muy perjudicial. En cualquier caso, está fenomenalmente recreado.

Luego está el guión. Siempre resulta interesante ver cómo vivían los reyes, sus actividades, sus recreos, etc (¿por qué no tenemos apenas películas de reyes españoles?). En este caso, el de un rey loco, más aún. Todo está narrado de manera muy asequible, directa y entretenida, además con gran sentido del humor.

El trabajo artístico, como suele ser habitual en este tipo de producciones tan cuidadas, es impecable: vestuario, decoración, peinados,… todo resulta creíble y elegante, como no podía ser menos en una película inglesa de época que se precie.

Como recompensa, la película obtuvo el Oscar por la mejor dirección artística, más otras tres nominaciones: mejor guión adaptado, actor (Nigel Hawthorne) y actriz; Helen Mirren recibió la Palma de Oro en Cannes por su interpretación de la reina Charlotte, antes del Oscar en 2006 por “The Queen”.

Cine histórico de calidad.

Este film de Nicholas Hytner basado en una obra teatral, especula sobre un hecho real ocurrido a uno de estos reyes británicos a finales del siglo XVIII, cuyo comportamiento se volvió más errático de lo habitual rozando la locura.

El realizador plantea la historia desde varias perspectivas impregnadas de una cierta vis cómica, aunque con algunas reflexiones que se pueden aplicar al presente. Por un lado, entre los parlamentarios británicos, divididos entre su lealtad a un rey visiblemente enajenado y quienes quieren deshacerse definitivamente de la monarquia. Por el otro, su propio hijo, cansado de esperar su oportunidad para ser rey, trata de acelerar el proceso medrando entre los parlamentarios, en otro nivel tenemos a los médicos divididos no sólo por el diagnóstico sino también por la cura. Y en medio de todo esto, el propio rey, quien en estos momentos tan delicados sólo tiene el apoyo de su mujer.

Visto desde una cierta distancia, el film parece estar planteado como una comedia de enredo al más puro estilo británico, cuyo origen teatral queda bastante bien disimulado grácias a la cantidad de personajes y escenarios en los que se desarrolla la acción. Hay un evidente tono de comedia. Sin embargo, bajo ese barniz de comedia, el film contiene ciertas reflexiones que miran con cierta comprensión la figura de la corona. En el momento en que el rey parece mostrar síntomas de flaqueza, a su alrededor se organiza una verdadera convulsión lleno de conjuras, mentiras y medias verdades, en el que el menos importante parece ser (precisamente) el monarca.

A la hora de la verdad, el rey sólo puede contar con su mujer, ya que incluso su hijo conspira para apartarlo del poder (un personaje, por cierto con el que muchos han querido ver ciertas similitudes con el actual, y eterno, príncipe Carlos). Como toda buena adaptación teatral que se precie, el director concede especial importancia a la dirección de actores, y sin duda demuestra una excelente elección en todo el reparto en general y en particular en el personaje del rey, interpretado por Nigel Hawthorne, cuya composición del rey Jorge está llena de matices y sobretodo de humanidad, acercándonos más al hombre que no al rey (su figura). A su lado, Helen Mirren no solo no desentona sino que complementa perfectamente la figura del rey con un personaje fuerte frente a la debilidad que muestra el otro. Tras ellos, no debemos olvidar las diversas composiciones que nos ofrecen Ian Holm, Rupert Everett, John Wood, Julia Wadham, Geoffrey Palmer, etc, cuyos personajes si bien pueden ser breves, no dejan de ser intensos. Hytner nos ofrece un film muy inteligente, que rezuma ironia por todas las partes, cuyo resultado final es una película entretenida con un trasfondo que da que pensar no sólo sobre el papel de la monarquia en la antiguedad, sino en la actualidad, y en concreto en Gran Bretaña.