Vacaciones en África

Amigos lectores de esta crítica, a grandes rasgos este es el argumento de este descomunal tostón. Un grupo de famosos que participan en un programa de televisión, convive con una tribu salvaje de África, en esta supuestamente comedia francesa sobre la naturaleza y las relaciones humanas.

La "película" es una bobada simplona sin pies ni cabeza, con el agravante de majadería total. Las peripecias descabelladas que viven les protagonistas, son para fallecer de vergüenza ajena. Con un endeble y casi nulo argumento y guión, arranca una insufrible película, una especie de comedia bobalicona que llega a cansar al indefenso espectador. Por descontado, esta no es la peor comedia francesa, pero en la escala del 1 al 10, le otorgo un 3 por las espectaculares imágenes de la selva y por misericordia.

Recomendación: Única y exclusivamente para incondicionales y despistados que tenga insomnio.

Amigos lectores de esta crítica, no os fiéis de alguna otra crítica que podáis leer y que deja a esta comedia por los suelos de una forma exagerada (yo casi no veo esta pelicula por este motivo), cuando en realidad es una buena comedia para poder pasar un buen rato con la familia y con los niños, pudiendo a la vez disfrutar de algún que otro paisaje y de animales de Africa.
Comedia que en ningún momento se hace pesada, si no al contrario. Claro que no gustará a todo el mundo este tipo de humor, pero considero yo que no se merece un suspenso de media de las votaciones...
Pueden verla...

Para pasar un buen rato, divertido. No hay más.

Hay chistes que no tienen gracia, como todas las comedias, pero las francesas, como tienen un humor muy particular, hay chistes que ni tan siquiera los entiendes. Pero es la minoría, yo creo que el doblaje se ha esmerado (quizás no todo lo que me gustaría) para poder entender ese humor.

Te ríes, bastante, al menos yo. No esperaba otra cosa, no es para pensar, ni de relaciones humanas ni con la naturaleza, porque hay muchas cosas falsas. Ni las cebras pasan tan anchamente por un poblado, ni las avestruces son así de dóciles. En los poblados no suele haber animales salvajes, eso para empezar, así que, todo lo que ven en esta película es falso. Como las relaciones humanas, que creo que aquí sí que podría ser más cierto.

El párrafo anterior, se contradice a lo que he dicho antes: comedia para no pensar, porque lógicamente no puedes pensar en todo eso, si te la quieres tomar en serio.

Hay bastante humor negro, pero mola. Así que, si quieres ponerte una película que simplemente te haga reír, sin más, pues míratela.

El rodaje de un reality con famosos en una tribu de África es la escusa para una comedia que es más certera e incisiva de lo que parece en un principio.

Al final resulta que la sociedad francesa se parece bastante a la española. Es muy fácil identificar a los protagonistas de la trama con personajes del mundo de la televisión española: el presentador del reality es claramente Calleja, un aventurero tan falso como su peluquín. El humorista en horas bajas es igualito a muchos de los que se arrastran por los platós de "Masterchef Celebrity" o "Tu cara me suena". El futbolista simplón y hortera podría ser cualquiera de nuestra liga. El presentador pijo y envidioso se da un aire a un jefe de informativos de Telecinco. En cuanto a la actriz que esconde su falta de talento bajo una máscara de feminismo me vienen a la mente unas cuantas que hemos visto en los Goya.

Es envidiable como los franceses pueden reírse de sus famosos y criticar a sus televisiones, cosa que en España no se puede hacer porque el cine está a sueldo de esas mismas televisiones.
Pero yo seguiré esperando una versión española de la trilogía de "Los visitantes" y de esta sátira africana.

Caníbal holocausto.
La plaga del colonialismo europeo re/tratada sin miramientos, con visceralidad malsana, ejemplo, con escalpelo, a bote pronto, sin pelo, hasta se les utiliza (a los pobres, a los negros no se dice, ya) como carnaza televisiva, no solo se les roba las materias primas, el alma misma, sino que se intenta, también, hacer comedia con su afrenta, risas con su abuso, parodia con sus costumbres ancestrales, juerga con su sufrimiento atávico, chiste con su lengua, bromas a costa de su milenaria cultura e inveterada esencia, una vergüenza. Nada respetan. Se toman a pitorrero el racismo, el expolio, todo lo malo. Y luego nos extrañamos, nos llevamos las manos (los trastos nos tiramos) a la cabeza, de que en Europa y América crezcan (geométricamente) o surjan de la (no) nada partidos de ultraextremamegaturbohipersuperderecha, los xenófobos, las ratas, los racistas, los intolerantes, los vagos, los maleantes, nazis, los fascistas de toda la vida, toda la mala gente que atenta contra la santa democracia, los asesinos de la primavera, de la aurora (boreal).
Un presentador (machista, insista), una actriz (la única con algún valor al compartir opresión con el pueblo africano en su condición de mujer indefensa), un comicastro (lo mismo, racializado, no es tan, por ello, como aparenta, malo, descuento) y un jugador de fútbol de la liga española (homófobo por descontado), nada hay peor (deportista, España y hombre, la triada del dolor), la decadencia imparable e imposible del primer mundo, (aires de, se huele en el ambiente) cambio de ciclo, que pasen los siguientes, de esta tribu precisamente, a ser posible, las mujeres, sí que saben.
En fin, que ni puta gracia, lloras de pena, y rabia, ira, te sulfuras, indignas, te hierve la sangre, te subes por las paredes, además de que aceleran el (cambio del) cambio climático, global calentamiento, con toda su mierda, los móviles, los aviones, las avionetas, los coches y un largo etcétera, que allí llevan, ni un títere con testa, con lo que los franceses eran, progreso, razón, ciencia.