Vuelo a marte

Una más de este cine de ciencia ficción que tuvo su época dorada en la década de los cincuenta. Este “Vuelo a Marte” de Lesley Selander (Flat Top, 1952), es una de las del montón….en el que del plantel tan solo podemos destacar a Cameron Mitchell, (Los implacables, 1955) en el papel del periodista del cohete ¿?, y la escultural Marguerite Chapman, como la marciana amorosa. En fin una película que ha envejecido fatal, que la historia real, a los pocos años de su estreno ya la había dejado anticuada….pero que desprende cierto aire “pulp”.El guión es pobre, los decorados son bonitos eso si…….pero se notan en exceso!!! Y los efectos especiales muy pobres…No voy a extenderme en el hecho de que aparecer por Marte con una “chupa” de cuero de aviador, y una mascara de oxigeno, cuando minutos antes acababan de decir que había -63º en el exterior de la nave….es un poco extraño, cuando menos……en fin y así un buen número de cosas. Un cazador de gazapos técnicos se pondría las botas. La historia gira en torno al primer viaje del hombre a Marte, en el que son muy bien recibidos por otra raza exactamente igual a la nuestra, distintos avances técnicos y con muy buenos modales…y desde luego un buen gusto para la ropa...........todas las chicas en minifalda (que me perdone el público femenino,pero es que es tan ridículo)...La película entretiene, pero no está a la altura de otros clásicos de la época, se deja ver, sin más.

Regulera, cutre, barata, ingenua e inocente. Así describiría yo esta película prototípica de la ciencia ficción clásica de principios de los años 50, que marcaría parte del tono del cine de esta década. Es aquí cuando la ciencia ficción coge un tono más serio y científico (en comparación con los 40, donde este género es escaso).

Sin embargo, parece que la ciencia ficción aún no cogió la forma que conocemos hoy en día: es mucho más infantil y los efectos especiales son barateros y risibles. De poco rigor y lleno de semi-fantasía.
Da la sensación de que los realizadores creían que estaban creando algo adelantado a su época. La realidad es que me parece que ha envejecido mal y su guion es muy regular.

He visto infinidad de películas de este estilo y de la época y puedo decir que está por debajo de la media. Solo apta para incondicionales de la ciencia ficción.

A principios de los 50, la ciencia-ficción de serie B aún bebía de los conceptos y la estética de los seriales de Flash Gordon y Buck Rogers de los años 30. Y eso que al final, acabarían metidos en la carrera espacial y en la posibilidad real de llegar a la Luna. Pero en este filme eso aún no lo vemos. Los soviéticos aún no habían lanzado el Sputnik -fue en 1957- y se nota. Un guión infantil, unos astronautas llegarán a un Marte donde los marcianos, vestidos de fantasía, viven bajo Tierra, y miran a nuestro planeta con ojos golosos. Como en todos estos filmes, tendremos romances y cierto machismo de garrafón, con las marcianas vestidas como pin-ups, con unas nada-faldas muy cortitas y esos comentarios sobre la cocina por parte de la científica terrestre. Estas chicas las seguiremos viendo en otros filmes, como las cat-women de la Luna.

Lo del vestuario merece capítulo aparte, puesto que los astronautas, una vez vivan en Marte, llevarán unos escudos graciosísimos en el pecho, con un cohete, como si fuesen caballeros medievales. No obstante, no veremos demasiada tecnología "sorprendente". Se reciclaron decorados de otros filmes y se rodó en cinco días, así que tuvieron poco tiempo para inventarse aparatos misteriosos. Curiosamente, los astronautas terrestres no tienen un traje como tal, sino que van vestidos de pilotos de aviones, con su cazadora y su gorrita.

El filme es uno de tantos. Ingenuo, naïf. Lleno de tópicos. Si los ves seguidos, parece que veas la misma historia con distintos actores. Entretiene si te gustan los productos de aquella época.

Una partida de norteamericanos -la escena se inicia en el Pentágono- prepara un viaje a Marte. Salvo un escritor, los demás son científicos, entre ellos una mujer. Previsiblemente, atraviesan algunos peligros en el espacio estelar, como un reguero de meteoritos que, explica uno de los tripulantes de la nave, se desintegran antes de llegar a la Tierra. Después se produce el marcianizaje que, curiosamente, está bajo un período nevoso. Los marcianos les dan la bienvenida. Pero no corresponde abundar en detalles. En cuanto al film, un ritmo más o menos tolerable, no es un bodrio aunque tampoco una locura, se puede ver. Ayudan la escenografía, ligeramente imperfecta aunque bastante atrayente, como los trajes marcianos y la nave espacial, de color plateado y bien construida. Como sucede en otros films de aquél tiempo, mujeres con vestidos ajustados con hiperminifalda, tacos altos y peinados del año cincuenta. Por otra parte, el argumento es simple, no muy complejo, sin complicaciones de historias laterales. Es una película para ver con cierto tono evocativo, por la símpatía que puede tener un film de ciencia ficción con elementos de otra época que quieren pasar por modernosos por su diseño, hoy ampliamente superados. Yo creo que ése es el mayor interés que puede despertar. Unos 6,45 puntos.

Vayamos al grano, la película es una mala idea que ya en 1951 moría por su ingenuidad y porque está repleta de desatinos. Detrás de cada minuto sólo hay insensatez, se trata de un claro ejemplo de suma de malas ideas. El que haya rascado un poco en la serie B va a encontrar películas igual de malas que "Vuelo a Marte" y también otras en las que el ingenio y el buen guión compensan presupuestos escasos. Seguiré acudiendo a la serie B porque sé que con una buena imaginación es posible hacer buenas películas. No es el caso de "Vuelo a Marte" cuya idea de partida es muy respetable, nada menos que enseñarnos el primer viaje interplanetario desde la Tierra a Marte. Si la aventura se presenta notable, su desarrollo es lastimoso, todo es sumar estupideces una detrás de otra y lo más importante, lamentable ahora y lamentable antes, lo que es malo lo es en 1951 y lo es hoy.

Es difícil quedarse con una chorrada únicamente, pero la más destacable para mí es la de encontrar a unos marcianos que hablan inglés y que lo justifican porque captan las transmisiones de la Tierra y así han conseguido aprender todos los idiomas que se hablan en la Tierra. Los trajes, los impropios efectos especiales y sobre todo la ridícula trama de espionaje en suelo marciano son cosas que pueden hacer mucha gracia a muchos usuarios, pero siendo realistas, esta película es pésima y no merece ni de lejos un aprobado.