Longmire (Serie de TV)

Longmire

Un sheriff de una zona de EEUU con reservaciones indígenas que es una persona huraña, ruda, enemistada con la tecnología, marcado por la muerte de su esposa que tenía un cáncer terminal, pero la mataron apuñalada en un supuesto intento de robo cuando ella estaba investigando los manejos de un casino indio. Vamos a tener casos de homicidios que él investiga mientras tenemos de fondo una historia seriada y varios personajes, todos interesantes y queribles...
Arrancó la temporada 4 en Netflix con una mejor imagen y la ventaja de tener todos los capítulos juntos. El primero es flojo pero enseguida mejora. La serie puede tener capítulos flojos, pero tiene algo que hace que uno se enganche a verla.
Hay “minihistorias” desarrolladas en parte de las temporadas y lo van mezclando con tradiciones indias, de los cheyennes, que siempre sorprenden y resultan interesantes. Por ejemplo: decían que para los cheyennes, la mayor muestra de valor, coraje y hombría no era matar al enemigo sino acercarte sin que te vea hasta poder tocarlo y escapar sin que te agarre. Y hay un capítulo de la tercera temporada muestran un concurso de belleza cheyenne en el cual se premia a la mujer que más representa los valores tradicionales de su pueblo más allá de la belleza física. Todas estas cosas le van dando un valor agregado a la serie. Muy recomendable.

Craig Johnson (Huntington, West Virginia, 1961), novelista y dramaturgo estadounidense; es autor de la popular serie de novelas protagonizadas por el sheriff Walt Longmire, las cuales, han sido adaptadas a la televisión con gran éxito. Hace ya dos años que el canal de cable A&E, otro de los nuevos satélites del gigante Warner apostó por ello. GJ, reside en la pequeña localidad de Ucross en el estado de Wyoming, donde ha trabajado como docente y agente de la ley. Aislado del mundanal ruido de la gran ciudad vive en su rancho junto a sus perros y caballos. El protagonista, Walt Longmire no es más que una extensión del escritor G. Johnson en todas sus facetas: el solitario amanuense y alter ego del personaje de su obra. Amén, del ser humano que es Johnson. Una particularidad más del clásico estilo americano de ver la vida. Una visión de la vida, que cala entre el lector y el espectador medio del agreste e infinito Oeste de los EE.UU. Hablamos de Western, Noir fronterizo, y ficción criminal. GJ, ya va por la séptima novela de las andanzas del viejo Wyoming. Su personaje el sheriff Walt Longmire sigue, a lo suyo, atando cabos y bebiendo su cerveza favorita: Rainer. Obra editada, por la no menos interesante editorial Siruela. La verdad, que fue una casualidad que acabará viendo el primer episodio de esta serie con maneras muy Sherlockholmenianas. Bien, la cuestión es que me he imbuido en el mundo criminal que pulula por estos lares. Los productores ejecutivos, Crhistopher Chulack, John Coveny, Hunt Baldwin, Michael M. Robin y Patrick McKee tuvieron la brillante idea de trasladar a New Mexico el contexto geográfico para aprovechar la infraestructura de rodaje que mantienen en aquellos parajes. El resultado no puede ser más notable, haciendo de las estribaciones montañosas de la Sierra de la sangre de Cristo, las idílicas cordilleras de Absaroka (Wyoming).Walt Longmire está interpretado por un actor australiano, Robert Taylor —todo haya que decirlo— es muy bueno (Matrix, The Fighter, The Unit y etc.) Se le nota que pone el acento del Medio Oeste y sale de apuro con nota. No tiene teléfono móvil, ni parece que esté por la labor de pedirlo para estas navidades. Es muy difícil ponerse en contacto con él. A menos que le suceda algo, a quien esté muy cerca del personaje. Su pequeña comisaria del condado cuenta con tan sólo cuatro oficiales, para cubrir una extensión aproximada a Extremadura. La oficina del retén está coordinada, por la eficiente secretaria, Ruby (Louanne Stephens). La serie arranca un año después de la muerte de la esposa del sheriff, WL en Denver donde estaba recibiendo tratamiento para el cáncer. Después del funeral, el sheriff Longmire se encerró en sí mismo. Un duelo silente y desterrado en su remota cabaña. Espacio de tiempo, en el que joven ambicioso, puntilloso y rico ayudante Branch Connaly (Bailey Chase, Damages, Salvando a Grace), se ha posicionado como uno de los candidatos a las nueva elecciones para sheriff del condado. Cuando nadie espera la aparición de WL, los oficiales Fergurson “Ferg” (Adam Bartley) y Victoria “Vic” Moretti Katee Sackhoff, (Battlestar Galactica y las crónicas de Riddick) — un joven y atlética chica que no hace mucho llegó de Philadelphia a Absaroka—informan de la muerte de un hombre en la montaña.Luego, está el problema de la reserva y la jurisdicción del condado que coincide con las tierras de nativos americanos. Pues la competencia de los asuntos dentro de ese territorio está gestionada por la policía tribal. Así que con frecuencia el departamento del sheriff debe de trabajar con ellos. En más de una ocasión, chocan los intereses de unos y los otros. El jefe de ese cuerpo es Mathias (Zahn McClarnon).
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De lo bueno de esta serie son sus personajes, las historias que hay en el choque de dos culturas que conviven a diario, las formas de pensar de cada una, una más profundizada que la otra y eso la hace mejor, te muestra la formas de pensar y vivir de la cultura Cheyenne, el cruce de pensamientos distintos, unos paisajes sublimes que son bien retratados en esta serie, sin embargo lo mejor de esta serie es la quinta temporada, porque en esta temporada es cuando están mejor moldeados los personajes, te los plasman mejor que en otras temporadas, hay giro tras giro, no hay forma de aburrirse en este temporada, las cosas que van sucediendo te van atrapando más en la serie.
Recomiendo esta serie, por supuesto que sí, tal vez las primeras temporadas te cueste agarrar su ritmo, pero en la tercera, cuarta y principalmente la quinta temporada, son de los mejor de esta serie, sus historias evolucionan, hay muchos giros, vueltas, un sin parar, es más que recomendable ver esta serie si te gusta el género western, historias muy bien retratadas, sublimes paisajes del medio oeste o si solo te quieres enganchar a una nueva serie que te haga disfrutar durante su camino.

A priori no parece la serie del siglo. Otra serie policíaca sobre un agente de la ley brillante enfrentándose a crímenes más o menos originales, y encima con la más que trillada temática cowboy omnipresente...
Pero lo cierto es que sigues viendo capítulos. Los casos no son de una asombrosa ingeniería guionística pero entretienen. Los personajes tienen su gracia y en especial, de vez en cuando la serie nos regala una magnífica fotografía de los paisajes de Wyoming.

Como "pero" yo diría que la trama se ve demasiado forzada en algunos momentos. Es posible que los guionistas buscasen aumentar los conflictos y desarrollar las tramas con el casino, el pasado de Walt, etc. para atraer a más audiencia, pero en este esfuerzo se pierde un poco la oportunidad de hacer una serie realmente diferente. Yo habría preferido que se mantuviese durante más tiempo el esquema de "malo de la semana", construyendo casos que nos mostrasen más en profundidad cómo es la vida en las reservas indias y sus zonas limítrofes, las dificultades en la convivencia, los ocasionales conflictos o alianzas entre la oficina del Sheriff y la Policía Tribal... En fin, temas que en todo caso trata la serie, pero que podrían haberse explotado más en alguna ocasión.

Por otra parte, me parece especialmente redonda en ese aspecto la temporada final, cerrando con elegancia los cabos sueltos y teniendo aún tiempo para enseñarnos escenas tan curiosas como el proceso de selección del tribunal para un juicio (Alusión a 12 hombres sin piedad inclusive...)

En resumen: no es una serie perfecta. En algunos momentos le falta ritmo y tiene algún giro de guión que roza lo Mary Sue, pero todo esto se te olvida cuando ves los paisajes del condado de Absaroka. Como también se te olvida mirar el móvil durante un rato...

Diablos, quien pudiera hacerse unas birras en el Red Pony.