Olive Kitteridge (Miniserie de TV)

Es de ese cine que te hace pensar y pensar una vez has terminado de verlo, es magistral en todos los aspectos.

Por donde empezar...

La historia es la vida de cualquiera de nosotros, somos el resultado de nuestros padres, y nuestros padres son el resultado de nuestros abuelos, pero la película es el resultado de un sorprendente análisis de las personas y de las dificultades que la vida nos da.

Los protagonistas son un matrimonio a la antigua, no se soportan pero se quieren, y es verdad, se quieren aunque no hay manera de entenderlo, esto provoca unos efectos secundarios en los hijos que les marcarán para toda la vida.

La verdad que estamos ante un ejemplo con el que nos sentiremos identificados, en parte o totalmente con algo de ellos.
Es verdad que hay que ver toda la serie para entender lo que se quiere contar y el retrato total de cada personaje, a medida que avanza la historia, los personajes van teniendo sentido.

Estamos ante la protagonista, un personaje único, lo tiene todo, pero todo lo malo, y está claro que su manera de vivir sin empatía ninguna, es el resultado de una infancia traumática sin resolver, esto acaba siendo como una bola de nieve que va creciendo y es incapaz de parar.
Un personaje incapaz de ver y sentir como el resto del mundo e incapaz de de admitir sus errores, lo cual marca la vida de toda su familia y traumatizrá a su hijo de por vida.

La actuación es magistral, no se puede decir nada malo, solamente son alabanzas lo que tengo para esta pedazo actriz, Frances McDormand demuestra que es una actriz selecta, que elige muy bien lo que quiere actuar y lo que no quiere, y solamente quiere grandes papeles que demuestren la gran actriz que ella es.

El papel es impresionante, capaz de retratar el mundo interno que esta mujer lleva por dentro, difícil decir que sufre, pero esta mujer sufre cuando ve que el mundo a su alrededor no le responde como ella se esperaba.

Otra de la figuras importantes en esta serie es la dirección, una mujer que ya me impresionó cuando dirigió “Los chicos están bien”, es una mujer que sabe contar historias y dirigir a los actores, porque sus actores están perfectos, en eso no me cabe duda.

Lo dicho, estoy ante una película que me ha marcado, porque me he sentido muy identificado, y sobre todo por saber contar la vida de dos personas durante 25 años, una miniserie que gana a cualquier película ganadora de muchos premios.

Magistral trabajo.

Creo que necesito otra forma de elegir que ver. Me dejo guiar por los puntajes de las series o las películas en unas páginas y me meto a ver cosas con las que no me pasa nada. Es el caso de esta mini serie de tan sólo 4 capítulos, de una hora de duración casi, en los que no pasaba nada. No es una mala serie, pero básicamente fue seguir la vida de Olive durante 25 años…

Es una serie basada en un libro que ganó un Pulitzer, hasta ahí todo bien. No tengo dudas de que seguro es un gran libro, pero como serie no viene a traer nada nuevo. Si es cierto que tiene buenos mensajes sobre el suicidio, ser padres, el amor, la familia. El problema es que es muy lenta la serie. Apuesta mucho al gran elenco que tiene, quienes no decepcionan, sin embargo, no transmite mucho, al menos a mí.

Por lo general este tipo de serie cortitas las termino en uno o dos días. Creo que tardé una semana en terminar de ver esta serie. Y la terminé por el simple hecho de que no me gusta dejar series a la mitad, porque realmente no me terminaba de atrapar. Cae en muchos lugares comunes.

Como dije más arriba tiene buenos mensajes de cómo encarar las perdidas, el suicidio. Toca la salud mental, aunque no se mete de lleno. Olive es una mujer enchapada a la antigua. De esas que si el hijo hace terapia le dice que ahora la va a culpar a ella por todo lo mal que la pasó y la pasa de adulto. Lo cual es cierto. Esta mujer pareciera que odiara a su marido, quién es amoroso con ella. Es difícil ponerse del lado de Olive, te dan ganas de gritarle y que se dé cuenta lo mal que está haciendo tanto a su marido, como a su hijo.

Son extraños los avances en el tiempo. La serie comienza en el presente, de hecho, me había olvidado como empezaba, y nos lleva 25 años atrás. Ahí comenzamos a venir hacia el presente de Olive, vemos todas sus idas y vueltas en la vida, sus maltratos, las (pocas) veces que se da cuenta que hace algo mal, pero no deja de ser una renegada con la vida. Vemos los motivos de su amargura, y ella no hace nada como para salir de ese lugar.

El elenco que tiene es excelente, y eso hace que la haga un poco más llevadera. Frances McDormand hace un gran papel, como nos tiene acostumbrados, logra que uno llegue a odiarla por momentos. Richard Jenkis también hace un buen papel. A quién quiero destacar, que solo aparece un capítulo, es a Cory Michael Smith a quién vi anteriormente en “Gotham” y me pareció que en esta serie hizo un papel sólido en el poco tiempo que le tocó, transmitiendo mucho con sus gestos y miradas. Bill Murray vuelve a hacer un papel soberbio. Hay buen elenco secundario. Fue agradable ver a Rachel Brosnahan, la maravillosa Ms Maisel.

De nuevo, no es una mala serie. Es para esas personas que le gustan los melodramas, ver la vida de personas “comunes” contada de una manera dramática para las cámaras. No es una serie para alguien como yo, lamentablemente.

Mi recomendación: Si te gustan los melodramas y ver la vida de las personas…mirala.

Mi puntuación: 5/10

Donde Verla: HBO Max

Tiempo invertido: 1 temporada, 4 episodios. 53-60 minutos

Es difícil que se unan los nombres que forman este proyecto y salga algo malo. El estimulante premio Pulitzer de Elizabeth Strout, la dirección sublime de Lisa Cholodenko, el divertido y a la vez melancólico guión de Jane Anderson y, por supuesto, las extraordinarias interpretaciones de los actores, especialmente, las de Frances McDormand y Richard Jenkins, son por separado una garantía. Juntos, consiguen algo realmente extraordinario: un retrato de vidas sencillas y hasta anodinas que resulta fascinante.

"Olive Kitteridge" es una miniserie de 4 episodios que es un espejo de lo que viene a ser la vida: momentos para reír, momentos para llorar. Decepciones, alegrías, discusiones... Todo aparece subyugado a una realidad verosímil. Con cierto humor negro y algunas dosis de melancolía, la miniserie es muy entretenida y te da la sensación de que esta mirada incisiva sobre una mujer de mediana edad, de fuerte temperamento y cierta tendencia a la depresión, está hecha para sacudir y para conmover de principio a fin. La manera como todo fluye te atrapa poco a poco. Podría seguir y seguir, puesto que la cotidianidad da para mucho, pero los momentos escogidos resultan tan cuidados, divertidos y emocionantes que una solo puede rendirse a la evidencia: es una gran miniserie.

Muy recomendable, en todos los sentidos.

Amargada, siesa, rancia, mal follada, pécora, avinagrada, cascarrabias, resentida, agria...
Todo eso y algo más lo es la señora Olive Kitteridge (y no hay debate). Entonces, ¿como puede uno terminar empatizando e incluso entendiendo a semejante castigo en la tierra?
Pues gracias a una historia perfectamente narrada (25 años en 4 horas) y una colección de personajes totalmente creíbles y bien interpretados.

En principio es difícil "vender" esta miniserie ya que son 25 años en la vida de una persona normal. Una persona como tú o yo donde obviamente podemos tener momentos destacables pero como meros mortales estos son minoría. Sin contar más pongo algunos de los tipos de personas que puede veáis reflejado...

-Un santurrón que a todo pone buena cara.
-Un divorciado en depresión perpetua.
-Una vieja arrepentida.
-Una vieja que por simplemente tener cierta edad creerse en el don de la razón.
-Un estúpido que se cree alguien por tener determinado trabajo.

De verdad, puede gustar más o menos pero sin duda no aburre ni sentirás que perdiste el tiempo.

Un retrato familiar en la que cada miembro asume su papel con resignación. La infelicidad convierte la vida en una supervivencia desoladora. Los actores están sublimes. La dirección y la producción impecable, casi invisible.
Y por encima de todo Frances McDormand, su sola presencia ya justifica el visionado de la serie. Esta gran actriz luce toda su fuerza interpretativa y como una locomotora tira de la trama y conduce al espectador por el discurrir del tiempo, de las personas y de las estaciones, hasta el inevitable final.