Studio 60 on the Sunset Strip (Serie de TV)

Me parece increíble que esta serie, un auténtico producto de lujo, no haya calado en el público americano. Vemos como se desarrolla un programa de humor en directo, al más estilo Saturday Night Live: el estrés de los guionistas a la hora de encontrar buen material para emitir, los problemas personales de los actores que al final siempre acaban salpicando al programa, las tiranteces entre los productores del programa y los directivos de la cadena, las respuestas de los neocons y parte de la sociedad conservadora americana a los sketches con tintes políticos (obviamente, con tintes demócratas), etc.
Aaron Sorkin sigue con la calidad a la hora de hacer televisión. Los actores sobresalientes, si hasta te olvidas de que Matthew Perry salía en Friends. Los guiones son impresionantes, no hay un momento de respiro, se intercambian diálogos a una velocidad sónica, típico de Sorkin.
El único fallo que le encuentro a la serie, es que en algunos momentos las gracias o las tramas giran sobre asuntos muy particulares de la sociedad norteamericana, por lo que algo siempre se pierde.

Studio 60 zambulle al espectador en el mundo de la televisión, donde un guionista y un productor tendrán que sacar a flote un programa de humor semanal del que fueron despedidos años atrás. La trama gira en torno a las relaciones personales de todos los que hacen el show y al tira y afloja que han de mantener los realizadores con la audiencia, los patrocinadores, la cadena, la competencia... Unos personajes redondos que episodio tras episodio tendrás que salvar el programa.

Una lástima que sólo se rodara una temporada.

211/25(29/07/08) Uno de los más atroces asesinatos catódicos que se hayan producido jamás es el crimen de acabar con esta joya de serie, efectuado por una audiencia sedienta de ‘realitys shows’, llámense ‘American Idols’, el ‘Mira quien baila’ americano o series como ‘Betty la Fea’ (versión americana), y no pudieron tolerar tanta genialidad como lleva consigo esta Obra Maestra de la pequeña pantalla. El magistral creador de la extraordinaria ‘El ala oeste de la Casablanca’ fue un poquito más allá en este trabajo superándose a sí mismo y regalándonos una joya de culto que con el tiempo irá ganando más y más adeptos. En ‘El ala oeste …’ se encontraba a veces superado por los acontecimientos, sus protagonistas eran ‘Los Comandantes de la Nave’, eran unos políticos idealizados, eran políticamente correctos y nunca mejor dicho, y la realidad les daba de guantazos con un gobierno Republicano, tenía que afrontar los guiones en primera persona, pero en esta ‘Studio 60’ la mirada es en tercera persona, su libertad de acción es total, puede criticar todo lo que quiera, y lo hace, además toma como excusa un elemento que él conoce a la perfección como es la producción de un programa semanal de humor, es el producto estrella de una cadena, donde la crítica a todo lo que pasa en la actualidad les conduce a bastantes dificultades, y con este hilo conductor realiza una espectacular recreación de un microuniverso coral, una gran familia que nos proyecta sus miedos, sus alegrías, su compañerismo, su amor, su amistad, sus ideales, su humor, sus filias, ello entrecruzando personajes para deleitarnos con un hito televisivo. La puesta en escena es espectacular, el decorado del estudio televisivo es colosal, es un actor más que imprime dinamismo, la fotografía de Thomas del Ruth resulta portentosa y la música de W.G. Snuffy Walden es un prodigio, estos dos, colaboradores de Sorkin en ‘El el ala oeste …’. Los actores están soberbios, de una empatía deliciosa, acabas por padecer lo que ellos padecen, te transmiten sentimientos, emocionan, Mathew Perry deja atrás a Chandler, crea a un guionista que supongo alter ego de Sorkin, pues está retratado de forma sublime, Perry demuestra ser un enorme actor con multitud de matices, Bradley Whitford da vida al director, un personaje de los que calan, majestuoso, y Amanda Peet está para comérsela, desprende una ternura especial, y más y más.
Sigue en spoiler sin spoilers.

Impresionante, majestuosa, monumental, estos son los adjetivos que le doy a esta serie que narra el dia a dia de dos productores ejecutivos de Studio 60, un late night americano, con sketches. Matt Albie (Matthew Perry) es el guionista, un tipo judío muy chistoso que basa todos sus chistes en criticar a la derecha católica y que sigue enamorado de Harriet (Sarah Paulson), su ex-novia, una de las actrices del programa, y ferviente católica. Danny Tripp (Bradley Whitford) es el otro productor ejectivo, y es el director del programa, Jordan McDear (Amanda Peet), es la directora de contenidos de la cadena, Jack Rudolph (Steven Weber) es el presidente de la cadena y Carl (Timothy Busfield) es el realizador del programa (no confundamos realizador con director, en la tele es una cosa muy diferente). Además no olvidarnos de secundarios como Tom Jetter o Simon, dos de los actores del programa.
Todo esto junta un cocktail de grandiosos personajes con un guión burtal que nos ofrece Aaron Sorkin (El ala oeste de la casa blanca), que aporta unos diálogos brutales y un ritmo desenfrenado a cada episodio. No olvidemos los diez primeros minutos de serie, un prodigio de narrativa y ritmo que nos dejan con la boca abierta. Además todos los personajes estan brillantes, Perry hace olvidar que fue Chandler, Peet esta brutal y muy sexy en su papel, y Paulson llega a conmover como esa ingenua actriz. Además las tramas son de un disfrute tan brutal que aún no me llego a hacer a la idea de que esta serie solo cuente con una temporada, ya que fue cancelada por su baja audiencia. Entiendo que no sea una serie para todos los públicos, por eso tendria que haber ido a una cadena de cable, aunque me queda la duda de saber si hubieran podido afrontar el monumental presupuesto de la ficción.

No puedo entender como cancelaron esta serie, que tiene unos diálogos geniales y unos personajes tan bien dibujados.
Creo que la pareja de Matt y Danny es genial y desprende tan buena química que te hace creer que se conocen desde hace años y que son super colegas.
El personaje de Sarah Paulson no me gusta nada, la veo demasiado buenaza y cargante, pero para contrarrestar ahí esta Amanda Peet, guapísima con un personaje muy genial.
Lo dicho, no hay quién entienda a la audiencia estadounidense, cuando se permiten el lujo de cancelar esta pedazo de serie y sin embargo se vuelven lo locos con los realitys de Paris Hilton.
Lo mejor: Danny y Matt, Jordan y Jack Rudolph y los capítulos de ''El día de Nevada''
Lo peor: ¡¡que sólo sean 22 capítulos!!