Studio 60 on the Sunset Strip (Serie de TV)

Historia de un conjunto de personajes que realizan un programa de entretenimiento semanal que parodia la realidad nacional e internacional (en menor medida) en un canal de aire estadounidense, en la primera década del S. XXI. A todo lo atinente a la producción del show, se le suman las historias personales de los principales protagonistas, muchas veces entremezcladas entre sí por cuestiones románticas, amistosas, profesionales, etc.
Producida por Alan Sorkin (The West Wing), ni temática ni dramáticamente alcanza en ningún momento las alturas de aquella soberbia serie de Sorkin. E inclusive satura un poco con la constante presencia de un conflicto de relación de pareja entre el productor ejecutivo y la principal presentadora. Pero resulta interesante por la dinámica de producción del programa y su dialéctica con la cadena televisiva, sus ejecutivos y dueños. Comparativamente, de mucho mayor nivel que "Studio 60..." es la serie "The Network".
Siempre relativizo mi valoración a lo que denomino "nivel de lenguaje", tomando en cuenta la mayor o menor inteligencia de los parlamentos. Y si bien en este caso muchas veces el nivel de lenguaje es bueno -y hasta exigente-, es lo poco relevante de la historia lo que le impide remontar un vuelo mayor.
Veo que no hay muchas críticas, por lo que deduzco no habrán sido muchos los que la han visto. Si desean hacerlo, no es ni una pérdida de tiempo ni tampoco una genialidad.

La serie es una crónica de la televisión por dentro (acertada a no, eso nunca lo sabré).
El ritmo es excelente, no paran de pasar cosas en ningún momento. Los diálogos, muy elaborados e ingeniosos sin caer en la irrealidad (vease "Dawson Crece" que por otro lado me la tragué muy contento cuándo adolescente). Los personajes son muy buenos, unos más que otros claro. Danny, Matt, Jordan y Harry merecen mención especial. Un cuarteto realmente acertado. Y entre ellos, Amanda Peet (Jordan) conmueve, enamora, divierte y excita, por qué no decirlo. Es cierto que no acaba tan bien como empieza. No sé que peso tiene en esto el hecho de que la cancelaran precozmente, me limito a evaluar la obra.
En resumen, serie más que recomendable. Le pondría un 8 pero es que me gustaría arrastrar al mayor número de personas posibles a verla y que disfruten tanto como yo lo he hecho.

Un saludo y Aupa Deportivo.

Los primeros capítulos de Studio 60 están muy bien, luego se difumina de forma alarmante.

En sus inicios, esta serie nos enseña las bambalinas de la tele de una manera creíble, ambiciosa y muy dinámica. Sin embargo, tarda poco en agotar la sorpresa y pierde fuerza al profundizar en los culebrorrelaciones de sus personajes mientras que pretende alimentar al cerebro inteligente a base de conflictos insertos con calzador y discusiones de besugo religión vs. ateísmo. Podría ayudar el humor ácido e ingenioso, pero curiosamente lo emplean todos los personajes que persiguen tener algo de carisma, por lo que se hace cansino y despersonalizado.

Ideológicamente, después de su clamor inicial sobre la industria perversa de la televisión y la lobotomía acrítica del espectador medio desvía su atención hacia otros problemas candentes en la sociedad norteamericana, pero tal vez menos interesantes por estos lares. Sus pretensiones de rebeldía contrastan con sus críticas blanditas, aunque explícitas, a los círculos más conservadores. Eso sí, en el fondo, o no tanto, su espíritu bienpensante resulta casposo, cursi y lleno de convencionalismos. En resumen: su ideología progre sería moderna en los años 50, pero no ahora.

Mi recomendación es que la empiecen y la disfruten y que, cuando sientan que el globo se desinfla, la abandonen sin pena y sin mirar atrás, pues les dejará mejor sabor de boca.

Venía del Ala Oeste de la Casa Blanca esperando un producto similar, con un buen núcleo y con Aaron Sorkin y sus travellings infinitos. Y me he encontrado con una serie con poca ambición, simplona y sin sorpresas. Abandono después de 22 capítulos en la primera temporada.

Retrata el mundo de la televisión de manera interesante, pero cae en algunos tópicos como los de hacer unos personajes demasiado arquetípicos. Los diálogos son buenos, pero llegan a cansar por lo extensos. Líneas y línas de personajes demostrando que son geniales. Algunas de las tramas, como la tensión sexual principal, son demasiado de libro.