Duro de matar

Ahora entiendo por qué tradujeron «Die Hard» por «Jungla de cristal», algo que siempre me había inquietado. Pero, claro, habrá que verla para entenderlo. Y os aseguro que merece la pena.

Que mezcla más irresistible de sensibilidad y rudeza la de John McClane. Esa imagen suya con el enorme oso de peluche mientras se fuma un cigarro se me ha grabado a fuego en la memoria. Igual que sus pies descalzos, sus ojos lloroso, su carismático carácter y esa camiseta interior, rescatada por fin del fondo de armario del cine. Sin duda alguna, el look de Bruce Willis en esta película es de lo que más llama la atención, porque supone un más difícil todavía en las escenas de acción, y además demuestra lo importante que es la estética.

La acción es entretenidísima y la trama está bien planteada, aunque a mi parecer sea algo forzada. Eso sí, el villano es antológico, elegante como sólo puede serlo un inglés como Alan Rickman. Además, no sólo hay tiros, sino también bombas, persecuciones, peleas cuerpo a cuerpo, clases de ingenio y situaciones al borde del abismo (literalmente hablando).

Cómo disfruto, de verdad, cómo disfruto con este tipo de cine, tan fresco, tan divertido y serio al mismo tiempo; y con un héroe tan absoluto como McClane. Me encanta, no puedo decir otra cosa. Sólo una más: tenéis que verla.

Jungla de Cristal, fue de las primeras películas, de Bruce Willis, bueno, eso se ve, desde lejos, ya que ahora está mayor, y ahora en esta película, está mas joven, no solamente, es la primera de toda la saga, si no que es posiblemente de las primeras de Bruce.
Jungla de Cristal, tiene una muy buena trama, unos efectos gigantes, y mucha acción, de por medio, la película, tiene un guion bueno, y engancha, desde el principio, el reparto es bueno, la recomiendo mucho, es muy buena.

Un Bruce Willis que derrocha energía y carácter, y un Reginald Venjhonson al que parece encantarle actuar como policía, logran convertir esta película llena de efectos especiales impresionantes (si se tiene en cuenta la época de la que procede) en una excelente película llena de intriga y suspense.

Coge ya las palomitas, porque una vez que empiece la acción, no podrás moverte del sofá.

Vi esta película de pequeño, y, aunque siempre he considerado a Bruce Willis un grande entre los grandes, nunca me había animado a volver a verla. Hasta hoy.

En un rascacielos de Los Angeles los miembros de una empresa están celebrando la navidad, hasta que su fiesta se ve interrumpida cuando un grupo de terroristas toman el edificio. Lo que no saben estos terroristas es que en esa fiesta había alguien más a parte de todos los trabajadores: John McClane, un policía de Nueva York que más tarde pasaría a la historia como uno de los más grandes héroes del cine de acción.

Con un primer cuarto de hora algo monótono que tan solo sirve para presentarnos a los personajes, esta película comienza a escalar rápidamente hasta convertirse en la mejor película de acción que dieron los años ochenta, con el permiso de la "Terminator" original. Luego en los años noventa ya llegaría "Terminator 2", hasta la fecha insuperable, pero eso, amigos, ya es otra historia.

Para eso se vale no solo de las por otra parte excelentes escenas de acción, sino también del carisma de sus personajes. Entre ellos podemos encontrar a Hans Gruber, el malo de la película, interpretado perfectamente por Alan Rickman (Severus Snape en Harry Potter) a quien dota de un excelente carisma como antagonista de nuestro héroe. También podemos encontrar al sargento Al, que nos acompañará casi desde el principio de la película, y a cuyo interprete (Reginald VelJohnson) la mayoría conoceréis por su papel de Karl en la serie "Cosas de casa".

Pero sobre todo, quien dota a esta película de un sentimiento único es su protagonista, John McClane. Por un lado, porque su personalidad le valió para completar junto con John Rambo y el T-800 el trío de la acción de los ochenta. Y, por el otro lado, por el carisma de su interprete. Sinceramente, puedes llegar a ser el mejor actor del mundo y que nadie pueda llegar a discutírtelo, pero nunca jamás vas a llegar a tener el carisma en pantalla que Bruce Willis o Arnie.

Si no te gustan las películas de acción no la veas. Ésta no es una película para aquellos que exigen un poco de coherencia y que la película tenga un profundo mensaje filosófico. No. Ésta película es una película para disfrutarla como un enano, dejándote seducir por la acción que rebosa por todas las esquinas. Aunque realmente si que nos enseña a todos una lección muy importante: JAMÁS DE LOS JAMASES SE TE OCURRA JODER A BRUCE WILLIS.

En definitiva, una de las mejores opciones que vas a tener si quieres ver una buena película de disparos y explosiones que roza la perfección, no alcanzándola por esos aburridos quince minutos iniciales.

Esta película es una delicia de ver, es entretenida y emocionante y aunque se nota lo ficticia que es, no la daña al igual que el personaje de Bruce Willis. Aquí los malos son bien malos pero con clase, sobre todo el profesor Snape, me gustó bastante su actuación.

Lo que me choca es esas tonterías que dice la esposa de John, de que solo su esposo puede poner así de molesto a una persona, esos diálogos son tremendamente ridículos, incluso en esa época.

Lo otro que no me gustó mucho fueron los dos negros de la película, el experto en computación de los malos que al final cae rendido por un simple golpe y el otro, es el conductor de la limusina de John, un par de zoquetes los dos.

De resto, todo bastante bien, buenísimas escenas de acción y mucha tensión.