Spy: Una espía despistada

Para pasar un buen rato sin complicaciones con una mezcla de géneros bien agitada en la coctelera de PAUL FEIG.

Melissa McCarthy es una estupenda actriz que demuestra su talento y sobre la que recae la responsabilidad total de sacar adelante este proyecto. El resto apoyan con profesionalidad el entramado para que todo se desarrolle con eficacia.

Un guión ingenuo aunque suficientemente divertido, nos conduce a pasar un rato agradable sin más.

MI VOTO 5,5

Statham actúa como si estuviera en una de sus películas de transporter o cualquier otra, lo único que se sitúa en un marco de parodia de agentes secretos y sale bien parado.
Como dice la jefa:
-Es un majadero que va a su bola. Un perrito que se ha escapado de su dueño y anda por ahí copulando y cagando por todos los sitios.
Lo cuadra el tío y hace gracia.
Hay diálogos buenísimos ya que las escenas de acción están más vistas pero no por eso quiere decir que resulten cansinas.
Jude Law está más desenvuelto en este tipo de papeles y aporta un atractivo más.
La señora Melissa afronta el protagonismo justo para lo que se le requería y como no cae gorda en ningún momento, se salva y salva la película.
Rose Byrne. Acierta de pleno con su papel de mafiosa. Sabe darle ese aire bipolar entre cruel y divertido que se usa para el malo de este tipo de películas.
Y el agente italiano Aldo, apellido que es la mitad que el del famoso futbolista, es un adorno extra que hasta se podría extraer un Spin Off de él en alguna serie. Qué tío, es que no perdona a ninguna...

Una continua ofensa para mujeres con sobrepeso pero no creo que por eso les baje la autoestima. Hay que reírse coño.

Película hecha para el lucimiento de Melissa McCartthy, tanto para bien como para mal. A mi me parece una de las peores películas que he visto últimamente, puede que ella lo haga muy bien pero este tipo de humor no me hace ni pizca de gracia, no me reí ni una sola vez, y se me hizo eterna porque además es larguísima, creo que al guionista y/o responsable de los diálogos le deberían de dar un premio especial al mal gusto, ya que cualquier película de Torrente es bastante mejor que este engendro zafio y vomitivo, donde para mí el único mérito que tiene es unir frases, chistes y situaciones de muy mal gusto... Pensé que este tipo de humor sólo les gustaba a los Yankis, por el rollo de que es políticamente incorrecta, pero dada la elevada puntuación de Filmaffinity y otras webs similares veo que les gusta a todo el mundo, menos a mí y a cuatro como yo por lo visto.

Jamás me voy a reir con un humor zafio gratuito totalmente utilizando recursos tan chabacanos como "Cágate en las bragas para que la gente se aparte" o "Cuando me has puesto la polla en la nuca he notado algo mojado", y más si TODA la película es así.

Qué lejos quedan aquellos tiempos donde las parodias de las películas eran desternillantes o tenían humor inteligente (El jovencito Frankestein, Spaceballs, Aterriza como puedas, La vida de Brian...) Ahora las parodias son tan ordinarias que mientras unos se desternillan otros van a vomitar directamente.

En un año tan soso y en general tan malo como está siendo 2015, una propuesta como Espías, tan fresca, simpática y que no se toma en serio a sí misma, es como una bendición del cielo.
No se trata de si innova o si aporta nada nuevo al últimamente muy en boga género de espías, puesto que no lo hace, sino que es un soplo de aire fresco dentro de la comedia de acción y espionaje, con sus tacos, su sorprendente sangría (sorprendente para ser una comedia; tampoco se esperen que esto sea Depredador) y su aire irreverente. Por supuesto, con Melissa McCarthy como protagonista no cabía esperar otra cosa que no fuera irreverencia y mucho buen humor, y de ambas tiene de sobra la actriz de La boda de mi mejor amiga. McCarthy arrolla con su carisma a todo el que se le ponga por delante, aunque es imposible no elogiar también lo bien que se le da la comedia a Jason Statham y Jude Law (deberían hacer más, ambos) o la estupenda reconversión de Rose Byrne en actriz todoterreno, olvidados ya aquellos comienzos tan ñoños como comparsa romántica de Brad Pitt en Troya o Josh Hartnett en Obsesión.
En definitiva, una notable comedia de espías para pasar un rato estupendo en el cine o en casa.

Lo mejor: Melissa McCarthy, soberbia, y su profunda irreverencia y sentido del humor.
Lo peor: Tampoco es nada del otro jueves. Que nadie busque una obra maestra.

Ver cómo Jude Law le parte las costillas a un puñado de hombretones ha sido esclarecedor para mí. ¿No quedaría genial como héroe de acción? Yo creo sí. Por cierto, fans: advierto que es quien menos sale en la película, aunque esos escasos minutos son suficientes para que nos seduzca. Sí, «eres perfecto», Law.

El género de espías es altamente parodiable y Feig, sabiéndolo, se inspira en James Bond para hacer su comedia. No le saca todo el jugo que podría, pero el principal fallo que encuentro es que haya recurrido a la idea de denigrar a los demás para ensalzar a su protagonista, una carismática y oronda Melissa McCarthy. Que sí, que esta chica vale un Potosí, pero nadie puede creerse que con cuarenta años y después de diez sentada en una silla sin haber cogido un arma ni entrenado sea capaz de vencer a criminales profesionales con llaves de artes marciales y una agilidad que ni el propio Bond. No es creíble pero tampoco es gracioso, es solo ideológico. A la gente le gusta ver cómo una persona sin las cualidades para una materia logra el éxito en ese campo. A mí no, pero vale, lo aceptamos pese a su falsedad porque hay simpatía en ello.

Sin embargo, ¿era necesario degradar a sus contrarios? ¿Había que poner a Jason Statham como espía incompetente? Se supone que es un super agente, ¿cómo ha sobrevivido durante todos esos años sin la ayuda de Susan? ¡Imposible! ¿Es necesario que Susan no reciba en el enfrentamiento final ninguna ayuda por parte de sus compañeros? ¿Desde cuándo un espía cualificado se queda mirando sin hacer nada? Hombre, no. Escena muy mal resuleta. ¿De verdad había que volver a relacionar la belleza externa con la maldad interna? ¿Por qué? Está muy visto ya, ¿no? ¿Y el personaje de Nancy? Hay muchos ejemplos de «magueo» entre hombres, pero eso de que la mujer también necesite de una amiga al lado que guste de auto humillarse para que la prota se sienta mejor consigo misma es inaudito.

Estos detalles incordian, pero lo cierto es que te lo pasas bien gracias a la voluntad de parodiar el género y a pesar de que el humor no siempre funciona con naturalidad y de que peca de simpleza en su conjunto. Demasiada insistencia en hacer gracia diciendo mucho taco y siendo escatológico, cuando lo más divertido y acertado son las bromas sobre espías: las batallitas de Statham, el hotel en París, las personalidades de incógnito o la primera muerte de Susan. Por mi parte, me esperaba otro tipo de historia en la que los tres agentes protagonistas, cada uno a su estilo y con sus propias virtudes, unieran fuerzas para resolver este caso de compraventa de armas nucleares que es más enrevesado de lo que parece a simple vista. No es el caso. Susan Cooper puede con todo y con todos.

En realidad no invierte ni destroza con inteligencia e hilaridad el género de espías, sino que lo reafirma con un políticamente correcto cambio de roles. Aún así, propuesta simpática para una tarde de cine.