Amor y tesoro

Si tuviera aún 10 años, y aún existieran los cines de reestreno de mi barrio esta seria la peli ideal para ir un sábado por la tarde, palomitas, coca-cola y sin más a pasar un rato entretenido. Aquí no hay que buscar ni guión, ni grandes historias, solo un rato agradable que lo cumple de sobras.

Supongo que rodar esta película habrá sido como unas vacaciones muy bien pagadas, mucho sol, playa y unas risas.... porque no hay más...
Chicas muy morenas y escuálidas, y Matthew (que sí, que tiene cuerpazo el chico) luciendo torso y bronceado.
Alexis Dziena, tiene un papel tan absurdo que es imposible no reirse, lo más gracioso de la peli sin duda, ella.
En fin que si ser actriz/actor es eso yo también quiero...me voy de vacas y encima me forro

Si alguna vez alguien se atreviera a escribir un diccionario con las peores películas del siglo, sin dudad Como locos... a por el oro seria una de las seleccionadas. De acuerdo que el cine de palomitas y coca cola esta pensado ideado y realizado para el gran publico, bajando el listón de la calidad en post de la diversión mas plana y el mas absoluto de los desparpajos. Pero este film es una tomadura de pelo de principio a fin. Es imposible acumular tal cantidad de despropósitos en una cinta, desde la nula química que desprenden sus protagonistas, Matthew McConaugheyy Kate Hudson, hasta un guión inexistente que, y nunca mejor dicho, esta lleno de lagunas. La historia es lo de menos, se han limitado a plagiar el guión de Sahara, Indianas Jones y demás influencias del peor cine del Kurt Russell caza-tesoros de los 80. George Fenton escribe aquí una de sus composiciones mas bufonescas, donde los acordes simples y sampleados solo ayudan a odiar un poco mas el producto. Suerte que de vez en cuando Fenton descansa y da paso a las canciones de Bob Marley, autentico oasis en un gran lodazal. Da pena ver a un grandioso actor como Donald Sutherland metido en semejante subproducto.
Si como fue mi caso, llegan tarde a un gran multicines y la única opción era ver esta película o volverse a casa con las retinas vacías, no lo duden, huyan tan veloces como puedan y no miren atrás.

Parece que cuando a Hollywood se le acaban las ideas, lo que hace es una especie de "Frankenstein" de los éxitos comerciales más rimbombantes, e intentar replicarlos de la manera que sea. Porque en "Como locos... a por el oro" se ha cogido la idea de Robert Zemeckis en "Tras el corazón Verde" y su secuela "La Joya del Nilo" -es decir, una pareja que se odian/aman a la búsqueda de un fabuloso tesoro- y se ha mezclado con la clásica estructura de "rat race" -como en "El Mundo está loco, loco, loco" y todos sus remakes posteriores- en la que un grupo de personajes variopintos tiene que conseguir como sea llegar antes que los demás para llevarse el premio gordo. Si a eso mezclamos los esculturales cuerpos de McConaughey y Hudson, más su gracia y encanto personal, además de unos paisajes paradisíacos aderezados con algunas canciones pop vacilonas (como algún tema de Bob Marley, que le pega mucho).. ea, pues ya tenemos todos los ingredientes para pegar un pelotazo en la taquilla. Es triste, pero así es como funcionan las cosas. Y lo peor es que funcionan, a tenor de sus resultados de público. También resulta algo decepcionante que Tennant, que hasta ahora había hecho comedias comerciales pero con cierto encanto -como en el caso de "Hitch, especialista en ligues" o "Sweet Home Alabama"-, además de grandes producciones con un toque de calidad -el caso de "Ana y el Rey" con Chow Yun Fat y Jodie Foster o "Por siempre jamás" con Drew Barrymore y Anjelica Huston- no tenga los más mínimos remilgos en orquestar un producto tan olvidable como chapucero; los chistes son anticuados y no tienen gracia, y las secuencias de acción no son tan espectaculares como cabía de esperar.

Comedia con tintes aventureros dirigida por Andy Tenant, y protagonizada por Matthew McConaughey y Kate Hudson, pareja que ya tiene en su haber varias comedias del estilo. El film busca los exóticos excenarios del mar del caribe y sus exhuberantes aguas, para narrar la búsqueda de un fabuloso tesoro, por parte de una pareja mal avenida, la compuesta por Finn (Matthew) y Tess (Hudson). Como viene siendo habitual en este tipo de productos, el “leif-motif” del film es la diferencia de caracteres entre dos personas, prácticamente siempre un hombre y una mujer, que la casualidad les obliga a estar juntos.

Aunque en su anterior película juntos, la buena química entre ambos sacó adelante el film, el director no ha querido correr riesgos y ha rodeado a la pareja del veterano Donald Sutherland, en el papel de millonario, y unos cuentos personajes secundarios sin excesivo peso en el film, y con la única misión de provocar algún que otro contrapunto cómico. Curiosamente, en contra de lo que podíamos esperar, teniendo en cuenta tan exhuberantes excenarios, y habiendo agua por medio, el que mas “chicha” enseña es McConaughey, no perdiendo ocasión para mostrar su torso bien moldeado a base de ......(gimnasio?).

Lo cual demuestra quien es la verdadera estrella, y cuanto menos resulta curioso que tenga que recurrir a mostrar físico, para tapar el escaso peso dramático que tiene en el film. Aunque hay que reconocer que compone bien su papel de simpático perdedor y liante, pero ello sin olvidar que tampoco resulta muy original ya que no aporta nada nuevo al estereotipo de este personaje. El director lo basa todo en el apartado más físico, con una trama en que prima la acción por encima de la interpretación, muy vistosa, y sin perder ninguna oportunidad de mostrar el lado más puramente físico y aventurero del film. De todas formas, como pasa con casi todos los productos facturados en Hollywood, resulta al menos entretenida, y se puede pasar un buen rato si dejamos a un lado ciertas exigencias.