Guía para el hombre casado

Simpática, pícara y desenfrenada comedia sexual sobre infidelidad matrimonial, expuesta con dinamismo y desenfado por el famoso bailarín, coreógrafo, actor y director Gene Kelly y protagonizada con su habitual actitud sardónica por Walter Matthau junto a un buen número de rostros populares de la escena cómica estadounidense liderados por el picarón Robert Morse, además están Lucille Ball, Jack Benny, Carl Reiner, Art Carney…

Experto en coreografías, Gene Kelly construye esta comedia como si de una colección de numeritos sueltos se tratase. La guía para ser un marido infiel es una colección de gags, bromas y situaciones sumamente divertidas realizadas con una maravillosa elegancia por el gran Gene Kelly. Matthau interpreta a Paul Manning, un típico hombre felizmente casado, aunque desea a otras mujeres, pero como no sabe por dónde comenzar, acude a su amigo, Ed (Morse), para que le dé unos cuantos truquillos para llevar a cabo su infidelidad. Ed, encantado de ayudar, le ofrece algunos de los consejos y anécdotas más divertidos que se pueda imaginar, plasmados en la plantilla por un elenco de primera fila que incluye a los mencionados Jack Benny, Lucille Ball, Joey Bishop, Sid Caesar, Art Carney, Phil Silvers o Jayne Mansfield.

Un consejo, dale una oportunidad a esta divertida comedia y prepárate para disfrutar de un buen rato de cine.

Aunque sea esta una película cuyo argumento central no ha soportado el paso del tiempo, no deja de ofrecernos buenos gags aún muy divertidos y unas buenas actuaciones, especialmente un Walter Matthau en sus mejores momentos. Curioso que el director sea Gene Kelly, y nadie cante ni baile. Para pasar un buen rato.

Durante siglos, los hombres se han esforzado por encontrar fuertes razones que les permitan ser infieles a sus parejas sin atormentar sus conciencias. Y claro, las hay de todos los calibres y colores como las que se citan al comienzo de la película “GUÍA PARA EL HOMBRE CASADO”:

“¿Sabía usted que los tasmanianos, que nunca cometieron adulterio, están ahora extinguidos?” W. Somerset Maugham

Pero, lo que quiso ignorar Maugham con esta socarrona frase, es que los aborígenes de Tasmania (cerca de 10 mil) eran polígamos y quienes los extinguieron fueron los ingleses, a punta de plomo y de puñal, durante su invasión a la isla en el año 1803. A este aberrante episodio se le llamaría El genocidio de Tasmania.

“Esposo y esposa tienen un propósito común en el matrimonio: Ambos están allí, exclusivamente, para la felicidad del marido”. Marco Plauto

Maccius Tito Plauto (254-184 a. de c.) fue un dramaturgo dedicado a la comedia y esta frase la puso en boca de uno de sus muchos sarcásticos personajes.

La tercera frase -vean la película para que la lean- es de Oscar Wilde y ya sabemos que el excelente escritor irlandés se mofaba del matrimonio con una sátira profunda.

Basado en el libro de Frank Tarloff y con guión de él mismo, el cantante y bailarín Gene Kelly se pasa por segunda vez a la dirección y realiza una simpática comedia donde el eje central es instruirnos para ser infieles “por amor”, y con la mayor de las eficacias para no tener a nadie corriendo intempestivamente la cortina. Cómo era de esperarse, para no echarse encima a la censura, las instituciones clericales y demás conservadores de las tradiciones morales, el final pareciera demostrar que... bueno, algo que definitivamente amerita un quizás sí, quizás no, porque es imposible generalizar.

Siguiendo la línea de la magnífica y exitosa película de Stanley Kramer “El mundo está loco, loco, loco” (1963), también Kelly decide contar con un gran grupo de comediantes de éxito y así es posible ver en pequeñas apariciones a nombres tan atractivos como Terry-Thomas, Carl Reiner, Ben Blue, Phil Silvers, Lucille Ball, Jack Benny, Sid Caesar… y como protagonistas, los estupendos Walter Matthau y Robert Morse, el par de socios abogados que juegan a compartir sus secretos maritales.

No es un gran filme como el de Kramer, pero "GUÍA PARA EL HOMBRE CASADO" resulta bastante simpático, recursivo, y sin duda ilustrativo. Después de United Artist y de la Twentieh Century Fox, sería la MGM la que seguiría con la fórmula en el filme “Anoche cuando se apagó la luz” de Hy Averback.

No va a ir uno pidiendo que los valores a finales de la década de los 60 del pasado siglo coincidan con los de hoy en día. Sería una necedad. Si hacemos las cosas bien, la generación de 2040 debería ver de manera crítica algunas de nuestras concepciones que hoy ni nos cuestionamos. Sin embargo, hay cosas a las que les pasa al tiempo. La manera de entender "la guerra de los sexos" por parte de "Guía para el hombre casado" es una de ellas.

Frank Tarloff adapta su propia obra, contando la fortuna de Gene Kelly de contar con un actor mayúsculo como Walter Matthau para defender el asunto. No obstante, como le ocurría en ocasiones a Alfredo Landa o López Vázquez, a veces ni el mejor intérprete salva la papeleta. Una atávica y bastante machista manera de ver el tema de la infidelidad.

El film tuvo bastante popularidad en su tiempo por las historias cortas que fueron protagonizadas por algunos de los cómicos de moda del momento. Curiosamente, hoy en día estas pequeñas narraciones entorpecen un poco el ritmo de la trama principal, donde el personaje de Robert Morse (casi un prototipo de lo que hoy en día llamaríamos "cuñado") adiestra al bueno de Walter en las artes de engañar a la cónyuge con salero.

Es salvable algún momento porque con tanto buen intérprete algún gag saldría recurrente. Pero termina siendo realmente atávica y, como cabría esperar, luego mucho más moralizante de lo que se pretendía insinuar.

Muy divertida comedia estadounidense, dirigida de forma eficaz por uno de los reyes del baile, Gene Kelly, que también dirigía de vez en cuando.
El argumento podría semejarse a una de tantas de Alfredo Landa o Pajares o Esteso, por poner claros ejemplos patrios perfectamente reconocibles, pero "Guía..." contiene un guión sólido, con estupendos gags, tanto visuales como verbales, a cargo de un buen número de brillantes intérpretes que saben lo que se tienen entre manos.´
La historia es chabacana y picante, pero en manos de Kelly se convierte en una disfrutable cinta que hace reír de veras, viendo a unos pícaros tontos que se creen muy listos.
Al final, aunque no parezca que hayas visto una gran película, lo cierto es que acabas con una sonrisa de oreja a oreja.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2007/04/gua-para-el-hombre-casado-guide-for.html