Un loco suelto en Hollywood

Entretenida y divertida comedia ochentera, al parecer remake de una de Jean Renoir de 1932, con un resultón Nick Nolte, en el papel de un vagabundo, que al ser adoptado por un acomodado matrimonio, (Bette Midler, Richard Dreyfuss), les vuelve la vida del revés. Al parecer fue la película con la que se estreno el sello Touchstone, (filial creada por Disney para producciones más o menos adultas).

Comedia de los 80 donde un Nick Nolte vagabundo es acogido por una familia adinerada para salvarlo de su desastrosa vida. A medida que avanza el film se vira la tortilla y es este vagabundo el que hace notar muchos de los sin sentidos de esta familia de ricos con su simplicidad de ver la vida. Genial Bette, sólo que el paso del tiempo ha hecho mella en esta película. Así y todo entretiene lo justo y se puede ver.

En una época de prosperidad económica como la que se vivió a mediados de los ochenta en América, esta película quiso reflejar los contrastes de esa prosperidad en la que los ricos lo fueron más que nunca y los pobres lo fueron más que nunca también.

Dreyfuss encarna a un empresario de éxito de clase media hecho a sí mismo, que tiene la suficiente sensibilidad como para no olvidarse de sus humildes orígenes y solidarizarse con los pobres, temiendo que algún día pueda acabar de nuevo así. Su mujer está plenamente acomodada a su nueva situación y desprecia a los vagabundos y la gente sin recursos al igual que su hija que desconfía de ellos al considerarlos unos parásitos del sistema. La llegada fortuita de uno de ellos a su casa tras un suicidio frustrado transformará sus acomodadas y aburridas vidas para siempre.

No se trata tan solo de una comedia ligera sino también de una interesante reflexión sobre cómo el dinero no siempre da la felicidad y al mismo tiempo tampoco llevar una errática existencia haciendo lo que quieres conduce a la satisfacción personal.

Volver a los ochenta a través del recuerdo que proporciona el cine siempre es buena idea para aquellos que vivimos la década con especial intensidad. Realmente se hizo tan buen cine como malo, pero sólo con detectar alguna huella genuina de esa época los nostálgicos ya estamos satisfechos. "Un loco suelto en Hollywood" arranca con la canción 'Once in a lifetime' del grupo Talking Heads que lideró el genial David Byrne, algo que no dirá mucho a algunos, pero para mí es una manera de empezar muy prometedora. Detenerse a escuchar la letra de esa canción explica mucho del contenido de esta estupenda comedia porque cuidado, puedes tenerlo todo, creer que lo tienes todo e incluso desear más y ansiar tener más. Puedes incluso ser feliz en el sistema, pero en un momento puede llegar la lucidez y que quede señalada la tristeza de tu vida material.

No creo que Nolte esté ahí para señalar que su vida es mejor que la de ellos, que viven en una mansión, lo que sucede es que a todos los miembros de esa familia, incluida la sirvienta mexicana, necesitan ese empujón mínimo pero necesario para vivir mejor que les da el vagabundo recién llegado. Casualidades de la vida, él se va intentar suicidar en el lugar en el que va a encajar perfectamente. Todos y cada uno de los personajes tiene su interés, su protagonismo, aunque Dreyfuss evidentemente sea el principal activo de la familia. Por ello creo que esta película es más buena de lo que parece o de lo que se dice, no porque sea de los ochenta, las piezas encajan y todo fluye de manera inequívoca por el buen camino de la risa.

Recuerdo la película francesa de los años treinta y me quedo con esta ochentera, me parece que usa mejor el humor, un humor universal que no envejece y que lo hace todo mejor. Nolte lo deja claro desde el principio, no es un sinvergüenza o un falso, es coherente y no engaña a nadie. Y los deja a todos plantados si hace falta.

Divertida comedia ochentera que me ha hecho pasar un rato más que divertido. Un atractivo pero sucio vagabundo interpretado perfectamente por el veterano Nick Nolte entra en la vida de una familia de ricos en el mundialmente famoso barrio de Beverly Hills, donde hay mansiones cada dos pasos. Esta familia de ricachones está formada por la divertida Bette Midler y por el también veterano Richard Dreyfuss. Resulta que Dreyfuss, un actor que tuvo su época dorada en el cine en los noventa trabajando para directores del calibre de Steven Spielberg, es un empresario que se ha montado en el dólar haciendo nada más y nada menos que perchas. Tiene una vida privilegiada pero no es feliz en su matrimonio, su casa es un manicomio y la llegada del vagabundo Nolte le revoluciona la vida y la casa. Bette Midler es su mujer, actriz que también se hartaría de protagonizar comedias livianas en esta época y a la que le van este tipo de papeles de mujer insatisfecha como anillo al dedo. Los tres están más que divertidos. También está por allí la actriz de origen cubano y tristemente fallecida, Elizabeth Peña, con su sensualidad y su voz ronca y seductora, interpretando a la criada indocumentada de esta familia. Tiene unos diálogos ingeniosos y la verdad es que te tienes que reír con algunas de las cosas que le ocurren a la familia, y el perro de la misma es directamente para comérselo, Matisse, interpretado por un precioso perro que sólo aparecería en esta película, Mike the dog.
"Bárbara, anoche comí basura y me encantó..."
Un saludo.