Rampage: President Down

Uwe Boll pone punto final al grandioso personaje de Bill Williamson, y lo hace con el toque épico que merecía uno de los mejores personajes recientes del cine (para mí, claro) y que merecería mayor reconocimiento en el mundo cinéfilo, del que tiene. Es de suponer que el hecho de que el director sea Uwe Boll, con una filmografía muy mediocre, de la que sólo se salva esta saga, hace que mucha gente no se decida a sumergirse en el mundo violento de "Rampage" De nuevo Boll hurga en la llaga de los males de la sociedad actual: globalización, desigualdad y lobotomización de la sociedad a través de los medios de comunicación.

La película continua los acontecimientos de la segunda, pero si no viste aquella, no importa, porque mediante flas-backs, nos recuerda los acontecimientos de las anteriores, necesarios para entender la evolución del personaje. Después de cargarse al presidente, Williamson está en un bosque acorralado por el FBI, pero está dispuesto a morir matando.

Por supuesto, nuestro psicópata filósofo nos deja de nuevo sus perlas en forma de reflexión. Yo he querido destacar algunas:

Los Estados Unidos se creen el mejor país del mundo. No lo son.
Todas esas películas de superhéroes, todos esos cantantes pop son sólo métodos de propaganda, todos esos directores y actores viven en mansiones y ya no recuerdan lo que es ser humanos, son hologramas que tú adoras.

Sobre el final... es sencillamente espectacular.

Con este film con el que finaliza la trilogía, el sociópata asesino serial Will Williamson concluye su obra anarquista anti-sistémica. Quizás con menos calidad cinematográfica que las anteriores, pero igualmente tolerable.
Por supuesto que es una propuesta para no tomarse en serio, por más que toda la proclama del personaje principal a lo largo del ciclo tiene mucho de cierta; más hay que reconocer en el director, actor, guión -y en la magia de la ficción en general- que conseguir ponernos del lado de semejante sujeto, no deja de ser un mérito artístico. Y así también, algo meritorio presentar un antihéroe contestatario entre tanto arquetipo yanqui, ajusticiador "legítimo" con el que Hollywood nos ha limado el cerebro durante los últimos 50 años.
Es cierto que la última entrega peca de exceso de parlamento y recursos sensibleros, pero separando la paja del trigo, es un aceptable conclusión para un producto alternativo a lo habitual.
No me disgustó.

Creo que a lo largo de estos años he tenido la prudencia de no consumir los productos habitualmente perpetrados y pergeñados por Herr Doktor Uwe Boll en la relación con el medio audiovisual. Sin embargo ciertas películas suyas si me ha apetecido verlas o me han resultado llamativas e interesantes. Creo que la trayectoria de Uwe Boll se la podría clasificar directamente de chapucera, ha sido un hombre que se ha aprovechado del cine para vivir y ganar dinero y la mayoría de su obra ha dado cintas muy mediocres. No obstante con el caso de la trilogía Rampage, Uwe Boll hace un ejercicio de cine, que sin ser perfecto y siendo bastante burdo en el manejo de la cámara, resulta un ejercicio cinematográfico interesante, reseñable y que tiene algo que decir.

Uwe Boll lanza a lo largo de esta trilogía un mensaje antisistema a través del personaje de Bill Williamson, que encarnará de forma bastante convincente Brendan Fletcher, añadiendo su colaboración también a la escritura del guión. Y el caso es que se lanza una profunda reflexión sobre la sociedad actual y lo enfermiza de ella a través de este mensaje disparado desde las armas de Williamson.

La acción en estas películas se suceden y Uwe Boll deja su impronta burda y feista en la trilogía, sin embargo funciona, sin embargo se lanza un producto bueno e interesante y sin embargo sirve de despedida para Uwe Boll. Recomiendo totalmente el visionado de la trilogía Rampage, pues las reflexiones que lanzan son dignas de escuchar y posee algunos momentos de verdadera lucidez a la hora de filmar, así como el hecho de mantener la cinta en un ejercicio de improvisación constante.

Lo peor de la cinta, es que Uwe Boll debería haberse dedicado a hacer productos de este tipo, junto con sus macarradas como Postal en vez de sus patéticas incursiones con nulo amor por el cine. Sin embargo en este producto Uwe Boll tiene algo que decir y sin duda lo dice. Película bastante aceptable.

Definitivamente esta entrega rompe con los cánones que las terceras partes nunca son buenas, acá no se aplicó eso.
Tanto su historia como trama se vuelven más llevadera, todo gracias al guión que tomó forma, y un mayor presupuesto en éste proyecto. El director, Uwe Boll, supo cómo dar un buen cierre a ésta increíble saga, que tarde o temprano se convertirá en un clásico de culto del cine.
Esta película se asemeja bastante con lo que está pasando en estos momentos en los EE.UU. y eso que fue lanzada en el 2016.
ALTAMENTE RECOMENDADA.

Para ser el cierre del personaje, te comes una hora y 10 (de la hora y media que dura) de una trama decente, pero no exenta de errores. En esta película, Boll arriesga a hacer el ridículo, y lo cierto es que termina zafándose SALVO por un grave error: convertir en héroe a un psicópata (recordemos que en la primera parte mata civiles sin distinción de clase) que, atención, tiene ahora familia. Y lo peor: su mujer está de acuerdo con su punto de vista. Ha sido un error, porque no es creíble que ahora tenga "korasonsito" (como ha dicho ya otro usuario). Achaco esto a fruto de una evolución del personaje un tanto improvisada.

Pero lo verdaderamente imperdonable es la promesa de toda la película de que veremos una gran escena de matanza final. Nope, no la veréis. Es cierto que no está mal rodada y tiene algún encuadre poderoso, pero cae en los vicios típicos del director y es una recompensa escasa, con lo cual sientes que no se han culminado las expectativas.

Aún con todo, no la suspendo. Es la peor, pero sigue siendo mejor que 'Assault on Wall Street', a la que tengo puntuada con un 4.


-Lo mejor: la dirección de Boll más competente (atentos a los planos aéreos peinando el bosque en el climax) sin ser la gran cosa y con errores. Brendan Fletcher impecable por tercera vez (otra cosa es que te caiga bien el personaje). Alguna loca idea, como el final (spoilers).

-Lo peor: tratar de humanizar al personaje (ahora es un alma de la caridad), la loca de la mujer y todo lo relacionado con la familia de este. El parkinson recurrente de Uwe Boll rodando (solo se libra de él en escasas ocasiones).

PD: No es la despedida de Boll. Está en postproducción de 'Hanau'. Esperemos que siga en la línea de estas películas, que parece que así será al basarse en un hecho real (busquen información).