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La señora Harris va a París

Comedia. Drama Nueva adaptación de la novela de Paul Gallico. Narra la historia de una señora de la limpieza que enviuda (Manville) en los años 50 en Londres, y se enamora perdidamente de un vestido de Dior. Decide que ella debe hacerse con uno.
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Críticas 13
Críticas ordenadas por utilidad
12 de diciembre de 2022
20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
La señora Harris es un ser de luz que por donde pasa florecen los campos y amainan tormentas.

Lesley Manville está deliciosa y es lo único que se salva de la película porque todo el peso recae sobre ella. Todo lo demás es ñoño hasta decir basta. Un mayor número de clichés por minuto era imposible. Los diálogos son pueriles y hay escenas que me dieron un poco de vergüenza.

Se podría haber aprovechado para que hubiera un verdadero choque cultural entre británicos y franceses pero se diluye en un mero contraste de clases. No dudo de que es como un cuento de navidad, pero hasta Disney lo hubiera hecho más interesante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jujufez
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9 de diciembre de 2022
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
A quien haya leído la novela no le defraudará la película. No es fácil trasladar al cine la finura en la pluma de Paul Gallico que está llena de matices, sentimientos y detalles. A pesar de las dificultades que entraña cualquier adaptación, ésta es la segunda versión cinematográfica. La anterior fue en 1992 interpretada por Angela Lansbury y Omar Sheriff.

En este film, una magistral Lesley Manville logra mostrar, a través de su lenguaje no verbal, todo lo que en la novela está por escrito. La delicadeza de la cámara y la música harán el resto.

Es una historia sobre el deseo, los sueños y el entusiasmo y, cómo no, sobre su otra cara, la frustración. Bajo el paraguas de un cuento de hadas, deslumbra que, a través de su sencillez y agudeza, Ada Harris saque a relucir lo mejor de todas las personas que se cruzan en su camino. Desde sus amigos Vi y Archi en Londres, hasta Natasha, André Fauvel, el marqués de Chassagneis, Claudine Colbert, Marguerite, por no decir el mismísimo Sr. Dior, en Paris. La bondad invisible de la Sra. Harris cambia la vida de todos los personajes secundarios, de una manera mágica sin espectáculo.

Cabe destacar dos momentos que brillan con luz propia en la película: el desfile de modelos en Dior, donde cada detalle está exquisitamente conseguido, y la visita por el atelier. La cámara se desliza por cada uno de los detalles más recónditos haciéndonos participes del misterio de la alta costura parisina de los años 50.

La magnifica fotografía intenta ser la pluma y no dejarse nada de lo que el autor de la novela quería trasmitir al lector. Una delicia de historia muy bien contada en el film por su director, Anthony Fabian.

www.contraste.info
Revista Contraste
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16 de noviembre de 2022
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que hace a esta película diferente a la clásica comedia romántica, no es el hecho de que nuestra protagonista se enamore de un hombre y toda la historia se desarrolle sobre eso, sino que ella se enamora de un vestido y contra toda corriente DEBE conseguir uno, debe tenerlo para ella, debe cumplir ese sueño.

En el camino, conocerá a una variopinta selección de personajes que la acompañarán en esta aventura, tanto desde las mismas oficinas de Dior hasta sus más cercanos allá en Inglaterra.

Por cada serie como Emily in Paris que son completamente vacías, sin corazón y que sólo sirven para una foto de Instagram, tenemos películas como «LA SEÑORA HARRIS VA A PARÍS» que nos entregan la magia, el paisaje, la vida y los sueños de una hermosa ciudad llena de vida y en donde la frase «París, la ciudad del amor» va a resonar al espectador de forma creíble y entrañable.
Pablo Croquevielle
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6 de diciembre de 2022
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Una cenicienta madura

El viaje a París de la señora Harris se sirve de la novela de Paul Gallico para crear una especie de cenicienta adulta. Gracias al personaje de Ada Harris (Lesley Manville), quién se saca unos peniques limpiando casas. Siempre con una sonrisa y una buena cara para quienes cruzan su camino. Hasta que un buen día le confirman lo que interiormente siempre había sabido. Y es que su querido marido, desaparecido en combate, finalmente es oficialmente dado por muerto.

Una triste noticia que le servirá de catarsis, después del inevitable duelo, con un vestido de Dior como metáfora. Ya que tras hacerse con un dinero jugando a la quiniela, se encaprichará de un caro y tentador vestido de Dior. Algo inimaginable para una mujer de su condición social, pero que no le impedirá coger un avión y plantarse en la ciudad parisina. Harta de ser invisible para todos y convencida de que su tiempo aún no ha pasado.

*El glamour de la ciudad de la luz

Y es que precisamente uno de los aciertos de El viaje a París de la señora Harris es poner en el centro del relato a un personaje casi siempre secundario. Porque Ada Harris pocas veces tendría tanto peso en una trama. Siendo una mujer madura, de clase social baja y casi siempre invisible para el género masculino. Una mujer bondadosa hasta el extremo, pero que el guion también sabe darle otras vertientes. Como su capacidad para la reivindicación, siempre desde la amabilidad, pero con una gran convicción.

De hecho, resulta curioso como la película mezcla la idealización de París con un toque de reivindicación dulce. Por un lado, hay cabida para todo el lujo de los desfiles de moda y las grandes casas, como la de Dior. Con ese culto a la idiosincrasia francesa, frente a un Londres mucho más feuchón. Pero, al mismo tiempo observamos como esa misma sociedad francesa está concebida para una élite esmirriada.

Una élite que aparta a aquellos que no cumplen con toda una serie de requisitos clasistas contra los que lucha Ada. Convirtiéndose en una inesperada revolucionaria que aboga por la democratización de la moda. Para que la distinción abandone los palacios y pueda meterse de lleno en los rincones de las ciudades.

*Un refugio de 92 minutos

Mensajes que El viaje a París de la señora Harris trasmite siempre desde un tono afable, pero no bobalicón. Por ello, cada uno de los personajes femeninos tiene una razón de ser por sí mismos. Empezando por la propia Ada, símbolo de la generosidad personificada, pero con una sapiencia irrefutable. Una forma de ser naif que se antepone al descreimiento de otros personajes. Interpretada de forma fabulosa por Lesley Manville, una magnífica actriz que aquí encuentra casi a su alma gemela.

Y siguiendo con la Claudine de Isabelle Huppert, que a pesar de todo se descubre como una mujer fuerte. En un personaje seco, aunque no muy protagónico, que la francesa sabe hacer como nadie. Sin olvidar a Natasha (Alba Baptista), la modelo que rompe con lo que el mundo espera de ella. O toda una serie de secundarios de alto nivel que están siempre bien modulados.

Junto a un realización clásica, que si bien tiene un poco de "cartón piedra", cumple con sus objetivos. Ya que sirve a la perfección como mantita con la que resguardarse del frío o de los sinsabores, durante una hora y media.

*Conclusión

En resumen, El viaje a París de la señora Harris es una naif propuesta sin ápice de tontura. Un melodrama sobre una limpiadora viuda que en los años 50 se encapricha de un lujoso vestido de Dior. Emprendiendo un viaje a la chic ciudad francesa para hacerse con uno de sus exclusivos diseños. En otra interpretación magnífica de la actriz Lesley Manville.

¿Naif?, absolutamente. ¿Muy clásica?, mucho. ¿Excesivamente tierna?, desde luego. ¿Difícil de creer a momentos?, es posible. Pero, ¿Quién no agradece un poco de dulzura cuando está hecha con clase y gusto?

Escrito por Laura Tabuyo Acosta
Cinemagavia
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4 de diciembre de 2022
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contada con bastante encanto a pesar de ser una historia liviana, con esa característica de fórmula familiar agradable, sin pasarse de sentimentalismo, la película logra el tono correcto de simpatía que pretende, convirtiéndose en un film entretenido con cierto aire de cuento infantil.

Ada Harris es una señora de la limpieza londinense que siempre trata de ver el lado positivo de la vida, aunque esta no le haya tratado demasiado bien, ya que su marido desapareció durante la guerra y todavía después de 15 años espera a que regrese algún día. Después de recibir una caja con las pocas pertenencias de su esposo declarándolo muerto en Polonia en 1944 recibe una pensión de viudedad, eso hace que su gran sueño que de comprarse un vestido de Christian Dior le haga ir a París a por él...

El guion se basa en la novela de Paul Gallico de 1958 (la primera de cuatro protagonizadas por la Sra. Harris) que ya tuvo una adaptación como película de Tv en 1992 con Angela Lansbury y Omar Sharif.


La humilde señora de la limpieza está interpretada por Lesley Manville, que prácticamente lleva el peso del film, acompañada por secundarios de lujo como Isabelle Huppert, Lambert Wilson, Alba Baptista y Jason Isaacs.


La película recrea muy bien los entresijos de la alta costura, y el diferente trato que hay entre sus clientes, donde no hay cabida para una viuda soñadora de clase trabajadora, aunque tenga el dinero para comprárselo. El sueño de sentirse hermosa, joven y llamativa, aunque sea por un rato vistiendo con elegancia, al igual que salir de la rutina en la que se encuentra y disfrutar de la vida conociendo París. ¿Qué mejor sitio para disfrutar de ello? 

Destino Arrakis.com
videorecord
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