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No abras nunca esa puerta

Thriller. Intriga. Cine negro Son dos episodios independientes que tienen en común la puerta que separa el bien del mal. En el primer segmento, "Alguien al teléfono", Ángel Magaña intenta vengar la muerte de su hermana, encarnada por Renée Dumas, una muchacha que se suicida por deudas de juego. En el segundo, "El pájaro cantor vuelve al hogar", Roberto Escalada personifica un ex presidiario que silba cuando comete crímenes, y que después de años regresa al hogar ... [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
30 de octubre de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encuentro gratamente sorprendido. Ya sabía que el Cine Clásico argentino tiene varias joyas, la mayoría olvidadas por los no cinéfilos de este país, sin embargo no esperaba encontrarme en una película de episodios, con una muestra de cine tan sólida.

No abras nunca esa puerta está basada en 2 relatos, y se divide en 2 episodios, que ambos tratan la puerta que separa al bien del mal.
En el primero de ellos, Raúl y Luisa son 2 hermanos que se ven en vueltos en una tragedia, porque la hermana es adicta al juego y termina siendo superada por la situación.
Apartir de entonces, Raúl buscará venganza.

Este relato dura a penas poco más de 30 minutos, y posee todos los condimentos de un film noir de la época.
Una atmósfera tétrica llena de intriga, una música muy bien implementada en todos los momentos, tantos los de tensión como los fatales, el descenso de una persona honrrada hacia el mal.
Una feme fatal que en este caso sería la hermana (aunque termina siendo también la víctima) y un cierre deprimente, como acostumbra el Cine Negro.
El montaje es magnífico, mostrándonos todo lo necesario y permitiendo desarrollar lo justo a los personajes, como para que entremos en contexto.
Es también de destacar el uso de las sombras, y como dije antes el de la música, que realmente hace ver a la cinta como un film noir al completo.
Quizás el único reproche sea que termina siendo algo predecible y simple el rumbo final que toma la historia, aunque también hay que decir que en media hora no se podía desarrollar mucho más.

La segunda historia dura un poco más de 45 minutos, y trata sobre Rosa, una madre ciega que vive con su sobrina María.
La madre vive esperando la vuelta de su hijo Daniel, al que cree un buen muchacho.
Un día, a través de un montaje en paralelo, vemos como Daniel y 2 amigos realizan un robo, y el antes de cometerlo silva una canción de tango como un pájaro, aparentando mucha tranquilidad y decencia.
Mientras vemos como la madre ilusa, recibe emocionada una carta, y deseando que sea su hijo que le escribe, María le cuenta que es una carta del banco.
Luego tanto tía como sobrina escuchan un anuncio en la radio, hablando del delincuente del silvido, y advirtiendo que es muy peligroso.

Poco después Daniel llega a la casa, y pide entrar abructamente, y la madre lo deja, siguiendo en su pensamiento de que se ha reformado.

Apartir de ahí vemos como la misma Rosa se va dando cuenta que su hijo es un delincuente, y como ella misma es la que le advierte a María que Daniel ya no es su hijo, y que tienen que actuar.

En este segundo relato también hay muchos elementos de cine negro, la música, la fatalidad, la caída del bien al mal, el gran uso de las sombras, y la atmósfera de intriga.

El montaje es más lento que en el primer relato, pero así permite desarrollar mucho más a los personajes, y dotándolos de una personalidad más realista y menos predecible.

Otro elemento interesante es la imagen realista que se le da a Rosa siendo ciega, ya que no se la muestra Erróneamente como una inútil (como acostumbran muchas películas) detalle que me llamó mucho la atención.
Me explico, se la ve con un mayor sentido de la audición, del tacto, con un gran sentido de la ubicación.
Ejemplos son como ella nota cuando María agacha la cabeza por oír de que dirección viene su voz, como a través de sus manos tantea buscando las 2 armas en la famosa escena de los 5 minutos en silencio, como se maneja por su casa sin ayuda etcétera.
Esto aunque pueda parecer extraño, es como se manejan la mayoría de los ciegos, ya que tienen una independencia mucho más grande de lo que cree la mayoría de la gente.

Esta segunda historia es por así decir, mejor lograda en lo cinematográfico, ya que tiene varias escenas brillantes, como la ya comentada de los 5 minutos en silencio, la del montaje paralelo de la ingenuidad de Rosa mientras Daniel hace el robo, la escena de la lucha final, donde en la piel de Rosa sentimos toda la intriga de saber quien ganará, y la última escena, donde nos deja pensando si realmente habrá redención de Daniel o no.

Hasta la fecha, de las mejores películas argentinas que he visto, imprescindible.
FabiG94
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29 de abril de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen film clásico del cine Argentino entre lo mas destacado de Carlos Hugo Christensen, cuenta dos historias que no están relacionadas entre sí pero tienen una temática en común, ambas son buenas, con interpretaciones notables de parte de todo el elenco y un suspenso óptimo, destaco ampliamente la duración efectiva de la película, yendo al grano en las escenas y con argumentos sólidos. La fotografía es muy buena y el guión destacable. No envejeció para nada, la recomiendo.
Bruno Lopez Jurado
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27 de julio de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como veo que en ninguno de los comentarios se menciona, lo hago yo, en si esta película está "incompleta" ya que Christensen dirigió para que fuera una sola con Si me muero antes de despertar, pero como quedó muy larga decidieron que fueran dos películas independientes las que se basaran en tres cuentos de Cornell Woolrich. Me alegro muchísimo que les pareciera muy larga y las dividieran en dos, ya que las historias de No abras nunca esa puerta, no tienen nada que ver con el tono y diría que el género de Si muero antes de despertar.
No abras nunca esa puerta que es la que toca, el primero Alguien al teléfono y el segundo El pájaro cantor vuelve al hogar, son dos noir puros, mientras que Si muero antes de despertar era terror.
Ahora centrándome en esta debo decir que el ingenio trágico de Cornell Wooldrich va perfecto con la elegancia formal y clacisista de Christensen, el tipo despliega todos sus conocimientos cinematográficos para meter todos los elementos expresionistas posibles a favor de la historia, no hay nada gratuito, no lo hace por lucirse, no lo necesita, sabe el talento que tiene y la fuerza de sus historias.
Ágiles, sórdidas, astutas, aunque también llenos de malos entendidos, son historias llenas de pesimistas, todo lo que pueda salir mal, lo saldrá, todos los personajes están condenados. Pero no quiero alejar a nadie de ellas, ambas son fascinantes, aunque sobre todo El pájaro cantor vuelve al hogar, la tensión que logra no lo he visto en otro noir argentino, Christensen está muy por encima de cualquier potro director nacional que se haya acercado al género, la audacia narrativa, formal, técnica. Otra que si no lo es debería ser de visión obligada para todos los estudiantes de cine del país. Que se de cuenta que un director argentino puede hacer un trabajo tan bueno como los mejores de Hollywood, a ver si así mejoran un poco los que se autodenominan thrillers acá y en su mayoría son bodrios aburridísimos y sin el mínimo cuidado formal, solo meten violencia y morbo.
Lo mejor: bueno toda la crítica es un gran y merecido elogio, pero diría que poner a Angel Magaña y Roberto Escalada en personajes totalmente atípicos a los que venían interpretando, siempre habían sido los protagonistas más buenos que el pan, los más honestos, sensibles, etc, y acá hacer un cambio radical.
También darle una vuelta de tuerca al de Ilde Pirovano que siempre interpretaba a madres sufridas acá igual pero con una tremenda fuerza vital y destreza física para ser el rol de una anciana ciega, que es quien mueve todos los hilos y al servicio de una historia nada lacrimógena.
Lo malo: Renée Dumas, tiene un acento extraño y una interpretación mediocre en el mejor de los casos, no logra representar toda la angustia y la culpa que carga su personaje.
Manuel
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8 de diciembre de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque las películas de episodios no son mi fuerte, es bastante interesante esta muestra de noir argentino que adapta para la pantalla dos relatos, que en muchas descripciones de la película se asignan a Cornell Woolrich, pero que en los propios créditos de apertura de la misma se asignan a William Irish. Son sólo dos episodios, rodados con buen estilo y profersionalidad, destacando en muchos momentos la fotografía y algunas escenas muy bien desarrolladas (hay una, de unos cinco minutos, que se desarrolla en total silencio).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Troglo
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1 de octubre de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
314/27/22/09/22) Interesante, aunque desequilibrado díptico de historias de cine negro. Y es que de las dos historias, la segunda "El pájaro cantor vuelve al hogar”, es mucho mejor que la primera "Alguien al teléfono”. Film de suspense e intriga criminal argentino dirigido por Carlos Hugo Christensen, con guion de Alejandro Casona (“Si muero antes de despertar”), basándose en dos relatos del escritor de misterio neoyorkino Cornell Woolrich (“La ventana indiscreta”), especialista en el ‘twist’ final, o sea un giro de conclusión impactante. Iba a ser un tríptico con otra historia de Woolrich, pero que los productores consideraron sería demasiado metraje, y por tanto la tercera, “Si muero antes de despertar”, que se estrenó como un film propio. Film donde el director despliega toda su maestría para dotar de enorme expresionismo gótico las tomas, ello gracias al gran trabajo del cinematógrafo Pablo Tabernero (“Si muero antes de despertar”), cubriendo de atmósfera negra el desarrollo, con un gran manejo de los claroscuros, de las sombras, de las penumbras, con extenuantes primeros planos, con movimiento singulares de cámara, generand9o tensión e intensidad dramática, sobre todo en el segundo segmento. Todo ello teniendo en común ambas historias las implicaciones emocionales de los lazos de sangre, en el primer caso entre hermanos y en el segundo madre e hijo (pródigo), y ello con un sentido pesimista en la visión de la naturaleza humana.

El primero es “Alguien al teléfono” (basada en "Somebody on the Phone", luego publicada como "Deadly Night Call"): Raul Valdez (correcto Ángel Magaña) desde un club nocturno telefonea insistentemente a su hogar, pero nadie atiende. Al regresar a su mesa, concurrida por unas amistades, Nelly (Diana de Córdoba) le hace notar la presencia en el local de la persona con quien trataba de comunicarse, Luisa (Renée Dumas), que la ven con tipo al que le da un anillo de diamante. Raúl l en su apartamento a interroga posteriormente y le exige explicaciones que ella no está dispuesta a ofrecer. Más tarde, en el hogar, el teléfono suena cinco veces y corta, luego vuelve a sonar; cuando nuestro protagonista atiende, nadie responde. En este punto no sabemos cuál es la extraña relación entre hombre y mujer, cuando nos enteramos huele a turbador a relación con implicaciones incestuosas; El episodio vira hacia la tragedia por el peso de la culpa, para girar hacia la venganza salvaje, con el ‘twist’ de lo peligroso de tomarse la justicia por tu mano; Un relato un tanto plano, con las mencionadas dosis malsanas de la relación de estos hermanos que viven juntos en su adultez, jugando en su rush final con el mundo de las sombras, sobre todo en el encuentro de Raúl con un misterioso tipo y luego en su descorazonador epílogo, con ese doliente primer plano.

El segundo bloque es “El pájaro cantor vuelve al hogar (basado en "Hummingbird Comes Home"): Un orientativo prólogo nos expresa que "esta historia sólo puede ser bien contada en dos dimensiones, el tacto y el oído. La vista apenas participa de ella. Sin embargo, trataremos de contarla también para los ojos". El escenario es una casa en el campo, allí vive una anciana ciega, Rosa (Ilde Pirovano), que recibe una carta esperando sea de su hijo, Daniel (Roberto Escalada), la invidente vive con su joven sobrina María (Norma Giménez) que lleva 8 años sin noticias de él, pero no es así. Hay un corte y vemos a tres hombres atracar una joyería, a uno lo hieren antes de huir, no sin antes asesinar al gerente del local. Para esconderse de la policía se refugian en la casa de Rosa, y es que el líder d ellos ladrones es Daniel, acompañándole un sádico, Juan (Luis Otero), llevando consigo al moribundo de la banda. Ocultan lo que hacen allí, pero Rosa es ciega, pero no tonta; Es un relato que juego con el bíblico ‘Hijo Prodigo’, juegan con la tensión permanente, con los silbidos para generar elementos de impacto, con la tensión sexual, todo ello manejado con gran pericia por el director para provocar intensidad dramática propia del mejor Hitchcock. Como lo es las dos incursiones de la ciega en los dormitorios de los atracadores, auténticas lecciones de cómo manejar los tiempos, como transmitir zozobra, cinco minutos en silencio acongojantes. Tras ello se abre la Caja de Pandora en una pelea donde la cámara se apega al rostro de Rosa que parece complacida por lo que ha oído de su hijo, hasta que llega el silencio y el suspense palpita ante la incertidumbre, aunque el intento de trampear al espectador es nulo (al menos para mí), sí que es muy perversamente juguetón con el espectador; Me ha gustado como no se hace del hijo un villano plano, se nota curtido y duro, pero sabiendo emitir notas de cariño y respeto por su madre; Destacar aparte de lo notablemente filmado que está el minutaje para hacer latente la emoción, la gran actuación de Ilde Pirovano, un tour de forcé fascinante donde su expresividad resulta espléndida para hacernos sentir todo el arco de sensaciones que recorren a la mujer ese marcado día.

El guionista Casona cambió la melodía del "St. Louis Blues" cantada por el criminal cada vez que cometía un acto criminal - según el cuento original de Woolrich, vestigio del Lorre de M - por este pasaje del tango "Volver": "si yo tuviera el corazón, el mismo que perdí..." pero en vez de cantarlo, Escalada lo silba, estableciendo de esta forma, singular y de entrecasa, el carácter porteño de este muchacho de campo que se fue, atraído por las luces de la gran ciudad para regresar hecho un hampón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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