Nueces para el amor

Una película a la que me acerqué sin saber nada de ella, que cautiva desde el inicio gracias a la excelente química de la pareja protagonista. Sin saber muy bien por qué su historia de amor te engancha, quizá muchos puedan sentirse identificados con ese amor que nunca cuajó, pero que no se olvida con los años.

La película versa sobre el destino, como puede alejarnos hasta límites insospechados y reencontrarnos cuando menos lo esperamos. El seguimiento de dos amantes a lo largo de los años, sus cambios físicos, personales y amorosos, en definitiva, la vida misma.

Funciona por las geniales interpretaciones de Ariadna Gil (impecable su acento argentino y las emociones reflejadas en su rostro) y de Gastón Pauls (para mí un desconocido pero que realiza un gran papel). Incluso los actores que hacen de adolescentes al inicio de la cinta lo hacen bien.

Para disfrutar del cine, de las mejores pelis románticas españolas sin lugar a dudas.

Lo mejor: Ariadna y Gastón.
Lo peor: la trama política paralela puede enturbiar.

Esta película cuenta una bonita historia de amor, encuentros y desencuentros con la historia coétanea de Argentina de fondo. A veces tiene bajones, algunas lagunas narrativas, pero en su conjunto esta película de curioso y bonito título está llevada con sensibilidad y dignidad.

Lo que no me ha gustado, y me parece muy discutible, además de gratuito y superfluo, es que la tercera parte de la narración transcurra en blanco y negro. No le veo una explicación coherente y rompe un tanto el estilo fílmico.

Como curiosidad, los dos actores que interpretan a Marcelo, de adolescente y adulto, son hermanos (Gastón y Nicolás), lo que explica el increíble acierto de cásting, pues el parecido entre ellos es asombroso y hace incluso dudar si es posible que el personaje que inicia el relato sea el propio Gastón (descubierto en la excelente "Nueve reinas") caracterizado.

Para decir algo sobre "Nueces para el amor", es imprescindible darle una definición; en ese sentido considero esta película como la historia de amor más grande del cine hispanoamericano. Su historia, sus actuaciones, su musicalización, su lenguaje narrativo, y todo los demás elementos cinematográficos forman un conjunto sui generis en la historia del cine. Cuántos de nosotros no somos aquellos Marcelos y Alicias que se aman por una simple razón: el no depender del otro para vivir, construyendo un amor realmente libre y por ser libre, un amor fuerte al paso del tiempo, intenso e inmortal, ligado a la realidad que nos toca vivir y que influye en cada uno de los personajes. Pero esta historia también es una historia de lucha, de luchar por lo que uno quiere, como decía Gastón Pauls el día que pude preguntarle sobre esta película y su personaje: "mi personaje al final va hacia el amor, hacia lo que siempre creyó, y nunca pudo, nunca se animó" y además "juntos hacen arrancar aquellos trenes que estaban detenidos en su vida". Sinceramente es valioso que la pelicula reitere en contextualizar cada situación particular de la pareja dentro de una situación general ocurrida en la realidad que los envuelve. Eso le da solidez a los personajes, pues todo hombre es en cierta manera producto de las circunstancias y al mismo tiempo las circunstancias son producto de los hombres. En fin, una historia muy humana, muy profunda y muy nuestra, no perdamos nunca las esperanzas en la vida, de ser felices con quien realmente queremos y sigamos comiendo nueces no sólo para el amor, sino también para un mundo mejor.

De lo que he visto hasta ahora de la filmografía de Lecchi, de la cuál me faltan más o menos la mitad, podría decir que ésta es su mejor película, una visión nostálgica de su juventud y muy desencantada de su generación, sintiendo que fracasaron en todo.
Una historia de amor que trata de no caer en la cursilería, consiguiéndolo en varios momentos, si bien como toda historia romántica tiene su dosis de melodrama y clichés, los retrata con la mayor altura y realismo posible, me gusta mucho la evolución de Alicia, que pasa de una joven idealista, fuerte, vital, a una mujer que luego de una tragedia, se vuelve triste, opaca, melancólica, el director logra transmitir esa huella irreversible que dejó el perder a su novio y la derrota de sus ideales, además de tener que convertirse en una exiliada, y de paso criar a una hija sola.
Muy buena la interpretación de Ariadna Gil, igual la de Malena Solda en sus 2 personajes, a cada una logra impregnarle características diferentes.
Gastón Pauls, está correcto, digamos, aunque no se luce, un poco porque es una actor mediocre, y otro porque no hay demasiadas escenas para que lo haga, si bien es uno de los protagonistas, todo el interés y brillo está en Alicia, porque es el personaje más patético, a quien la realidad la supera y el tiempo le pasa por encima.
Creo que lo peor es el final, demasiado caprichoso y un poco estúpido, tiene cierta coherencia con el principio, pero igual, con algo más sutil, incluso cambiado solo un par de cosas, pero dejando el escenario, la propuesta hubiera tenido mayor altura dramática.

Entretenida y romántica, una trama clásica de historia de amor a lo largo de los años, con el aliciente de unos diálogos excelentes.
Creo que es innecesaria la actuación de Nicolás Pauls, se parece tanto a su hermano que con un poco más de pelo el papel lo podía haber hecho Gastón sin problema. Y de todos modos tienen casi la misma edad.
La actuación de Ariadna no me gusta, como tampoco me gusta que se parezca tan poco a Malena Solda y que su acento se note tan falso. Creo que el film habría mejorado bastante caracterizando a Malena para que interpretara el papel durante toda la película.
Claro que a todo esto, ya responde Alicia con la gran perla de la película: "lo que pudo pasar no existe".