La gravedad

No comprendo la necesidad de poner títulos en inglés a producciones que no lo son, qué problema hay en usar el original La gravité, o en su defecto la traducción literal al castellano (sí, literal, que mil veces se ponen títulos a cual más absurdo).
Dicho esto, la peli me ha gustado por su falta de pretensión, su ritmo, la atmósfera agobiante y fatalista, el marco de suburbios donde reinan la anarquía y la desesperanza, la nota de color fantástica, su menos de hora y media de duración, en fin, una serie de elementos que garantizan un producto entretenido. Obviamente también cuenta con defectos, que disculpo sin problemas por que la película no pretende ser la quinta esencia del séptimo arte, que para fallos imperdonables de guion, estructura, interpretaciones, etc, etc, ya tenemos mil ejemplos de superproducciones a cual más bodrio.

El cine frances vuelve a fijarse en esos inmensos suburbios parisinos que parecen getos donde imperan leyes propias impartidas por bandas callejeras,  

En esta película se combina este problema con un toque fantástico, ya que la alineación de unos planetas hace que se cambien las reglas de la gravedad, ocasionando algún que otro percance.

Cuenta la historia del reencuentro de dos hermanos y un amigo de la infancia de este miserable barrio, un exconvicto que acaba salir de prisión, un campeón de atletismo, el otro un inválido en silla de ruedas, los tres tendrán que enfrentarse a una banda de jóvenes traficantes de drogas que gobiernan el grupo de bloques de viviendas.

Influenciado por el cine de John Carpenter, Kurosawa o el Manga japonés, el director Cedric Ido compone esta historia que puede parecer un thriller con algo de misticismo junto con una atmosfera apocalíptica.

Cargada de simbolismos y metáforas, el film no es redondo, ya que aunque el ritmo es bueno, no consigue enganchar perdiendo algo de interés en su desarrollo. Eso no quiere decir que sirva como un buen entretenimiento, como un film de serie B correcto.
Destino Arrakis com

*Tenemos miedo al cambio

Cédric Ido dirige y escribe The Gravity, desde ya decir que estamos ante un trabajo de sobresaliente, donde lo emocional se une al fantástico en su forma más poética. Y es que lo que hace especial a esta película es su tratamiento tan cuidado de personajes. Se nos abre un primer acto que no tarda apenas en exponernos los conflictos que se van a tratar. The Gravity hace un llamado al cambio, su planteamiento principal está tan bien hilado a sus subtramas que en cuanto llegamos al clímax, la satisfacción de entender todo este juego de metáforas, complace al espectador por completo y no queda en una simple pretensión de su director.

Toda esto se complementa perfectamente con su peculiar atmósfera, sientes la gravedad constantemente. Esta parte funciona tan bien porque no se impone continuamente, se va dejando ver entre líneas de diálogos o alguna televisión encendida, lo que hace que todas las sensaciones se generen a través de la imagen. The Gravity es una muestra de crear interés a través de los diálogos, es un ejemplo de saber encaminar unos protagonistas hacia un nexo con sentido y peso dramático.

*Tres grandes protagonistas

Steve Tientcheu, Max Gomis y Jean-Bapstiste Anoumon son los actores encargados de dar vida a los protagonistas de The Gravity. He de decir que los tres actores se lucen en sus trabajos. Y es que es magnífica la forma en la que se muestra su anclaje a ese barrio, como no son capaces de ver la manera más evidente de dar el paso al desapego de este con sus talentos.

Las interpretaciones están repletas de matices y denotan una muy buena preparación. Los tres son completamente diferentes y tienen conflictos igual de distantes, pero aún así llegan a establecer un vínculo que logra traspasar la pantalla.

*Belleza y suburbio a partes iguales

The Gravity mezcla lo social y el fantástico tanto es su guion como en su fotografía. David Ungaro impresiona con la composición de una iluminación igual de metafórica que la trama de la película. Crea un aura mística en los espacios más expuestos al fenómeno astronómico y compone un esquema de luces más denso en los momentos más intensos.

Evgueni y Sacha Galperine son los encargados de crear las piezas musicales que se acoplan perfectamente a la imagen, elevando aún más esa fantasía y misticismo que envuelve a The Gravity.

*Conclusión

The Gravity es una película donde las sensaciones son su principal punto a favor y que merece un visionado por su original punto de vista de los suburbios franceses.

Escrito por Adrian Condoy