Los amos locos

Literalmente. Esta joya del cine etnográfico muestra a unos trabajadores de la ciudad de Acra (Ghana) que una vez al año hacen un ritual "hauka" de posesión. Pero quizás lo más impactante no es la posesión en sí misma (con sus ojos en blanco, espuma saliendo de la boca, movimientos nerviosos...), sino su relación directa con el proceso de colonización al que están sometidos. De hecho, estas personas son poseídas por el espíritu del gobernador, del general, de la mujer del médico, etc., y durante esa noche juegan su rol de una forma carnavalesca, rompiendo varios tabús (por ejemplo, comiéndose un perro). Al día siguiente, tras la catarsis, los vemos de nuevo integrados en su vida cotidiana, con sus trabajos y sus relaciones sociales habituales.

Es una forma muy clara y, al mismo tiempo, muy enigmática, de representar las relaciones de poder en una sociedad colonial. Desde luego, da mucho juego a nivel antropológico y social.

Documental, docuficción etnográfica, etnoficción, términos que se acumulan y superponen en la obra del cineasta y antropólogo Jean Rouch (1917-2004). Términos que tienen su origen o derivan de la obra del documentalista pionero Robert J. Flaherty . Consagrado por los gurús de Cahiers du Cinema y aceptado dentro de la Nouvelle Vague francesa como uno de los suyos, Rouch pasó cinco décadas documentando la vida en África sobre todo en Nïger donde se le tiene por padre del cine nigerino. 
Este cortometraje fue considerado su primera etnoficción, arrastró polémica y fue prohibido en Níger y la propia Ghana amén de los territorios británicos.Tanto a nativos como a los ingleses coloniales les pareció desde ópticas diferentes que no salían muy bien parados. Los primeros lo tacharon de racista y los segundos les pareció un acto de burla y rebeldía de los indígenas hacia su gobierno.

Rouch rueda a un grupo variopinto de trabajadores de la ciudad de Acra en Ghana en la práctica de un ritual "Hauka", movimiento nacido en Níger y que se extendió a otras partes de África consistente en imitar en estado de trance a sus administradores coloniales de los que supuestamente se sentían poseídos. Bailes compulsivos, estados físicos alterados, sacrificio y banquete ceremonial de un perro..., cada uno de los participantes adopta el rol de los gerifaltes colonizadores, incluso del ferrocarril.

Impagable testimonio visual etnográfico y antropológico

Este es un documento impresionante. Antropología en estado puro. Quizá por ello también es una especie de anticipo de lo que hoy en día son los llamados 'reality shows'. Salvando la distancia abismal de cinco o seis décadas, la función social del rito viene a tener algunos paralelismos. Entonces, los 'boys' del famoseo cotidiano, sometidos ciudadanos en la ciudad de Accra, se sacudían todas sus angustias ritualizando, que es gerundio. Hoy en cambio, los 'boys' del famoseo catódico y artificial sacan espuma por la boca de otra manera.

Volviendo a 1955, lo esencial: Jean Rouch es verbo, pura acción y traslación de esa misma acción a un código inteligible. Las imágenes si las viéramos solas nos dirían quizás lo contrario a lo que nos dicen, al estar contextualizadas, ordenadas y justificadas por la cadenciosa voz del narrador, que sabe situarse en la exacta posición intermedia entre el espectador y los agitados agentes del fiestón catártico. Catarsis que, al día siguiente, se queda en eso, en un turbulento exceso del día anterior que poder comentar, de nuevo en el trabajo cotidiano, como a balón pasado.

El poder reirse del poder es una de las válvulas de cualquier sistema social. De hecho si no se dieran estas representaciones la explotación difícilmente podría seguir funcionando. Y es esencial cómo funciona, y por ello los primeros minutos del documental son para hacer un repaso de ese funcionamiento.

Las sonrisas de los hauka, un día más tarde de su teatralización de la locura de sus amos, demuestran que han exorcizado así sus propias locuras y sus pesares bajo el yugo de sus locos amos.

Un documental, que por lo que parece, es algo ficticio, donde simplemente relata lo que se ve, o quizás filma unas secuencias y le da un sentido diferente a lo que quizás estaba ocurriendo.

La finalidad de este documental o docuficción, es dar a conocer lo que afectó a la población africana las colonias.

Es algo grotesco, bastante, pero supongo que si no hay morbo...

Me ha sorprendido que se rodara en color, ya que era algo caro por aquel entonces, tendría una financiación interesante...

Estuvo prohibido y varios países africanos, no sé si por simple censura, o porque realmente fue más ficción que realidad....