Cierto es que sabía lo que podría encontrarme, pero tal despliegue de romanticismo barato me superó. Matthew McConaughey vuelve con un papel de guapo soltero de oro, del cual creo no se ha desprendido jamás. Se repite y me abruma, finalmente me cansa. Jennifer Garner me inspira dulzura, no entiendo como aceptó tal película, aunque viendo su filmografía... Y el increíble Michael Douglas no hace sino que interpretarse a sí mismo.
En definitiva, una película realizada y estrenada para Navidad. Si quieres volver a ver más de lo mismo y mucho más edulcorado, no lo dudes.

¿Recordáis la dulzura e ingenuidad de aquella joven bruja llamada Sabrina? Pues olvidadla. La influencia de Halloween ha hecho mella en Netflix y ha creado una serie mucho más oscura y menos juvenil. No digo que sea terrorífica, pero poco queda de aquella serie graciosa y entretenida. Ahora nos encontramos con una trama sombría, unos personajes demasiado estridentes y situaciones difíciles de asimilar. Y hay algo que realmente ha podido conmigo, el uso exagerado del desenfoque. En fin, no esperes una serie de culto y cuenta con que tal vez te podrá entretener algo. ¡Como echo de menos al antiguo Salem!

“The Haunting of Hill House” no es otra serie cualquiera de terror, es más, diría que es más drama que terror. Con una casa embrujada como telón de fondo, la historia recorre las vidas de los personajes y especialmente sus miedos. Miedos como el tuyo o el mío. Y creo que eso asusta más que algún que otro fantasma.
Mike Flanagan ha elaborado un guión impecable lleno de flashbacks y giros inesperados. La dirección no se queda atrás, realiza unos movimientos de cámara que te hacen sentir parte de la escena. Sabe mantener la tensión y logra hacerte saltar del sofá en alguna que otra ocasión.
El reparto se ha hecho a la medida de un director exigente que ha sabido rodearse de actores/actrices con los que ya ha trabajado y con aquellos jóvenes con poca experiencia cuyo talento es capaz de reconocer, como es el caso de Victoria Pedretti.
Netflix sabe lo que hace y esta es una de sus apuestas seguras. Disfrútala tanto como lo he hecho yo… y mi madre conmigo!

Os pongo en antecedentes: tarde resaquera de domingo con mamá. No era la mejor situación para mostrarme fuerte y elegir película… así que mi señora madre se agarró al mando de la televisión como Frodo al anillo. Y así fue como buceando en la filmografía de Netflix, encontró esta “maravilla” de película. Pude resistirme un poco, pero sin éxito. Ahí comenzó mi penitencia, porque eso de amor en obras creo que es mucho decir, más bien hablaría de amor en almíbar. Desde el minuto uno sabes perfectamente lo que sucederá y como se desarrollará, por lo que por esperar, no esperes más que dejar pasar el tiempo. Película llena de clichés absurdos interpretados por personajes estereotipados en un pueblo bonito. Todo sea por el amor de mami.

Comienzo algo elocuente de lo que prometía ser una de las grandes películas del año en el cine francés. El director Rémi Bezancon hace uso de actores consagrados junto a jóvenes promesas que hacen del casting de la película no menos que llamativo.
Temas triviales abordados desde la perspectiva de una familia en ocasiones desestructurada, con toques de humor y las obligadas escenas de ternura.
Una banda sonora buena, pero no lo suficiente como para ser premiada por la académia del cine francés.
No lo negaré, es entretenida y "recomendable".