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Críticas de Luis Guillermo Cardona
Críticas 3.333
Críticas ordenadas por utilidad
9
1 de abril de 2009
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No existen muchas razones para que un policía, o un militar, sienta odio por los delincuentes. ¿Cómo puedes odiar a quienes te brindan empleo, a quienes dan lugar a tus ascensos y medallas, y al mismo tiempo, garantizan tu permanencia en el cargo? Para cumplir con el deber no es necesario cargar odio, basta con tener espíritu justiciero.

Comúnmente, los policías preservan cierto rencor contra alguien que alguna vez les hizo daño, y éste se descarga contra los delincuentes como una forma de catarsis. Por esta razón, entre las fuerzas militares y policiales, no es rara la presencia de verdaderos psicópatas ya que, con su corazón cargado de resentimiento, buscan ingresar en ellas para acceder a un arma legal y poder descargar sus resentimientos de manera “impune”.

Lo que me gusta de, <<EL SUEÑO ETERNO>>, es que nos presenta la imagen de un detective privado que juega limpio, conoce sus limitaciones, es leal a sus clientes y busca la verdad más exacta posible para poder así sentirse satisfecho. Y cosa que no es común en el cine negro (y menos en el cine de detectives), aquí uno sigue, con cierta claridad, las debidas pesquisas que lo conducen a resolver el caso... aunque queda el interrogante de quién mató al conductor de los Sternwood.

Philip Marlowe, el sabueso creado por el escritor, Raymond Chandler, es un hombre galante, hábil con el lenguaje y con una especial astucia para la labor investigativa. Las tácticas policiales las conoce al dedillo, y el manual de diez puntos para ser un detective privado, lo aplica de manera concienzuda en todos sus trabajos.

En esta primera novela (adaptada por Leigh Brackett, Jules Furthman y el excelente escritor, William Faulkner), Philip Marlowe tiene la tarea de indagar sobre un chantaje del que está siendo objeto, Carmen Sternwood, la bellísima, sensual y alocada hija de un general en retiro, padre poco afectivo y con una lamentable imagen de ella y de su otra hija, Vivian, quien, pronto, se prendará del sabueso.

Y aquí radica lo que, a mi manera de ver, es el toque machista del filme, el cual se ve muy marcado en la primera parte. Todas las encantadoras chicas con las que se cruza Marlowe (Carmen, la taxista, la chica de la tienda de libros Acme…), resultan tan fáciles y frívolas, que caen rendidas ante el nuevo héroe con sólo oírle decir dos palabras. Presiento que, si la película se hubiese hecho en estos tiempos, las escenas de alcoba abundarían como en cualquier filme del 007.

Humphrey Bogart, da vida a un detective sobrio y elegante con el que resulta fácil empatizar y su presencia en el cine negro se ve firmemente consolidada con esta actuación que también incluye acciones simpáticas y de cierta mofa con su propia personalidad. Lauren Bacall y Martha Vickers, representan a las dos bellas hermanas que atraen todo el embrollo en el que, por un modesto salario, se involucra el amigo Marlowe quien, también, para cumplimentarlo, se quedará con el mejor de los trofeos.

<<EL SUEÑO ETERNO>>, nos deja ese sabor a filme muy entretenido y magníficamente ambientado. Howard Hawks tiene aquí uno de sus buenos aciertos.

Título para Latinoamérica: AL BORDE DEL ABISMO
Luis Guillermo Cardona
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10
17 de febrero de 2009
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ser sin voluntad es como una silla: se desplazará para donde le muevan, pero no sabrá hacerlo por sí solo. Se guiará, comúnmente, por lo que otros deseen y desprovisto de sentimientos actuará como un robot. En el negocio de la pornografía hallaréis profusamente a esta suerte de seres, y es muy deplorable que, en su mayoría, son encantadoras chicas empujadas por la ambición, la soledad y el desafecto, a sacrificar su pundonor y su dignidad, en busca de un sucio dinero que jamás las hará felices.

Muchos líderes religiosos, militares, empresarios y políticos, también sueñan con humanos robots, con naranjas mecánicas como las ha llamado, Anthony Burgess, en la relevante novela que dio lugar a la película de, Stanley Kubrick. Así pueden perpetuar su poder sin cuestionamientos, sin confrontaciones, y sin objeciones de ninguna índole. Quieren ser ellos los únicos que piensen… pero ¡jamás se darán cuenta que, precisamente ellos, son los que menos piensan!

¡Cómo explicarles, que todo aquello que quieren arrancar de raíz, es de lo que no puede prescindirse si se aspira a una vida con sentido y consentida!, ¡Cómo hacerles ver que toda visión obtusa va rumbo hacia el abismo!, ¡Cómo decirles que, por la indefectible Ley de Reciprocidad, todo lo que emana de un hombre, encuentra siempre el camino de regreso.

Kubrick, afirmaba un día que, 'el objeto de las artes no es promover la elevación moral y que no existe la religión de la belleza'. ¡Vanas palabras que contradice la acción! Precisamente, la grandeza del cine de, Kubrick, está, más allá de su maestría técnica, en la búsqueda exhaustiva -de tinte espiritual-, de la mayor belleza plástica con la que siempre termina exaltando al universo, y de paso, se proyecta en planteamientos sociales que apologizan la existencia humana y se oponen a toda degradación o abuso de los derechos humanos. Contra sí mismo, Kubrick poseyó una gran moral, y ésta luce plasmada en obras como, “Paths of Glory”, “Espartaco”, “Full Metal Jacket”… o en, <<LA NARANJA MECÁNICA>>, donde, su inconformidad con la mecanización del hombre, es un grito desesperado.

Alex (sorprendente, Malcolm McDowell), es ejemplo de la proyección que se logra con los malos tratos. Golpea como alguna vez fue golpeado; saca de sí, contra otros, todas las palizas que le dieron y que llenaron de odio su alma; y, con su pandilla, se cobra contra la sociedad las carencias emocionales que amargan su existencia.

El Koroba Milkbar, sede de los violentos muchachos, tiene una estatuilla femenina de cuyo seno se extrae licor. Bien puede ser éste, un reclamo inconsciente del afecto materno del que, quizá, carecieron.

La dominación experimental que se pretende luego, dará cuenta de una aspiración absurda que conduce al totalitarismo... y así no debe ser.

Un virtuoso uso de la música clásica (Beethoven, Katchaturian, Korsakoff...), dotada para el caso con elocuentes simbologías; una violencia promovida en su buen uso, para demandar la violencia; y unos personajes con fuerza para recrear el caos, hacen de éste, un filme que bien se merece el calificativo de Arte, así, con mayúscula.

Título para Latinoamérica: <<NARANJA MECÁNICA>>
Luis Guillermo Cardona
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7
27 de enero de 2009
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente, <<EL GRAN DICTADOR>>, no fue la mejor película del mundialmente conocido comediante, Charles Chaplin, pero, lo que sí podemos afirmar es que fue su filme más beligerante; ideológicamente bien plantado; y el más inherente a su momento histórico y a ese irrepresable afán que, el clown mantuvo de patear a la tiranía con el arte.

Desde esa ocasión, Chaplin dejó de ser ese pequeño, Charlot, que siempre se debatía entre la ternura paternalista y la agresividad más primaria, para meterse en una curiosa dualidad: Un peluquero judío y el nazi Hynkel. Unos polos contrapuestos y extraños entre ellos mismos.

Como en la célebre novela de, Robert Louis Stevenson, “El Dr. Jeckyll y Mr. Hyde” -también llevada al cine-, Chaplin se propone sacar de sí mismo la brutalidad y el guerrerismo, para purificar su alter ego exultante y pacifista… y ésto nos resulta de la mayor consideración.

El parecido notable, entre los bigotes del líder nazi y el del cómico inglés, había motivado una propuesta del director, Alexander Korda, que el cómico rechazó enseguida. Pero, luego, el propio Chaplin decidió llevarla al cine y, tras prepararse concienzudamente en la caracterización del personaje, imitando sus gestos y sus ademanes, y tratando de entenderlo mediante sus discursos, logró éste alegato anti-fascista que causó roncha en un buen número de países.

Fue, en esta ocasión, que Chaplin venció su obstinada resistencia a aceptar el cine sonoro, pues, nadie se esperaría a un personaje tan locuaz como, Adolf Hitler, hablando mediante intertítulos; y paradójicamente, Chaplin, se concede licencia para decir un discurso tan largo que, aunque es realmente interesante, es lo menos cinematográfico que hayamos podido encontrar en toda su filmografía.

Como era de esperarse, conservadores y pro-nazis se lanzaron en contra de la película. En varios países europeos e incluso en Argentina, estuvo prohibida su exhibición durante largos años; pero todo ésto aumentó el fervor de sus fieles seguidores… y el filme se convirtió en el más taquillero que pudo haber hecho el comediante inglés.

“Yo sólo lucho contra todos aquellos que persiguen a los pequeños y a los débiles". –Dijo un día Chaplin, cuya otra coincidencia con Hitler, es que ambos nacieron en 1889.

<<EL GRAN DICTADOR>>, hace lo que debe hacer el cine: comprometerse con el respeto, la dignidad y la justicia.
Luis Guillermo Cardona
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6
16 de octubre de 2023
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando alguien osa enfrentar a personajes u organizaciones poderosas al punto de conseguir afectarles con sus denuncias, tendrá que saber que, el primer recurso del que éstas se valdrán para impedir que la afectación continúe, es hacer cuánto sea posible para desprestigiar al atacante. Para lograr ésto, se valdrán de las ya conocidas técnicas de desacreditación: montajes, falsos testigos, denuncias amañadas (fake news) en los medios prepago… y sin análisis alguno, la prensa sensacionalista y mediocre hará su parte de difusión con tal de tener una noticia que venda.

Toda vez que se dé la ocasión de desacreditar a líderes progresistas que se presentan como nobles y justicieros, lloverán los replicadores de “sus faltas” por una razón perversa: Consciente o inconscientemente, quieren demostrar que los buenos no existen y que todo el mundo es tan débil y torcido como ellos. Así se engaña la conciencia y se vuelve a levantar la frente.

No podría afirmar que éste sea el caso de, Timothy Ballard, porque apenas me entero de que existe, pero, cuando uno se informa de lo que ha hecho, es fácil suponer que también él sea víctima de la clase de complot que acabamos de mencionar.

Nacido en California (año 1971), licenciado en Artes y Ciencias políticas, Ballard trabajó como agente especial para el Dpto de Seguridad Nacional durante una década y allí estuvo vinculado al Grupo de Trabajo sobre Delitos de Internet contra los Niños y también fue agente encubierto en el Equipo de Asalto contra el Turismo Sexual de los EE.UU. Comprobando cómo se multiplicaba de manera aterradora la explotación infantil (22 millones de imágenes subidas a internet, con un incremento del 5.000 % en solo 5 años), Ballard fue, entonces, fundador y director ejecutivo de la organización O.U.R. (Operation Underground Railroad), la cual, desde el año 2013, lidera la lucha contra la trata sexual infantil y la explotación sexual en todo el mundo. A la fecha, O.U.R. sostiene haber realizado más de mil operaciones, en las cuales se ha rescatado a más de 6 mil sobrevivientes y han arrestado a más de 4.000 depredadores.

Cuando trabajó en Calexico, California (puerto de entrada México - EE.UU.), muchos casos llevaron a, Tim Ballard, a recorrer América Latina y ésto le permitió aprender el español. Uno de éstos dolorosos casos, es el que vemos recreado en, <<SOUND OF FREEDOM>>, película dirigida por el mexicano, Alejandro Monteverde, quien ya se había hecho conocer por “Bella” (2006).

El guion, escrito por Rod Barr y el propio Monteverde, cuenta el caso de dos niños hondureños, Miguel y Rocío, cuyo padre y ellos mismos, resultan engañados por una mujer que les promete un “encuentro de sueños”, para luego secuestrarlos junto a otros niños, con destino a la explotación sexual. La trama cumple con el objetivo de sensibilizar sobre la infame y abominable trata de personas, más aun tratándose de menores… y de nuevo sentimos que, es éste un problema que todos los gobiernos del mundo deberían enfrentar con suma resolución, pues, cualquier tipo de acciones que vayan en contra de la seguridad, la libertad y el desarrollo normal de los pequeños, debe ser enfrentada de manera prioritaria y con total contundencia.

A la trama le faltó solidez (el trato que dan los traficantes a sus víctimas, resulta excesivamente blando en contraste con la realidad; la secuencia de la niña en manos de la guerrilla es indigerible por lo ingenua…); y el personaje que recrea Jim Caviezel, refleja un sentimentalismo que no concuerda con un curtido Agente de Inteligencia. ¡¿Qué tal un psicólogo que llore con cada usuario que le cuenta un caso doloroso?! El distanciamiento emocional transmite seguridad. En todo caso, espero se hagan más y mejores películas de este estilo. Urge crear conciencia y alertar a la sociedad.

Título para Latinoamérica: <<SONIDO DE LIBERTAD>>
Luis Guillermo Cardona
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7
9 de agosto de 2019
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La especie humana necesita la ciencia porque, es con la investigación y el conocimiento científico como se logra la demostración y la veracidad de todo lo relacionado con la materia (composición, interrelación, transformación…); con el ser humano (psicología, desarrollo, enfermedades físicas…) y con los demás seres vivos (animales, plantas, microorganismos…). La ciencia va hasta donde puede llegar en los nexos de causa y efecto, formulando las leyes del ser de la manera más profunda posible y siempre basada en hechos. Esto produce confianza y certeza en muchas de las cosas necesarias para la preservación de la vida, y para el ejercicio en sociedad y en contacto con el mundo.

Por otra parte, y desde tiempos muy remotos, el hombre ha presentido que, más allá de lo físico y de lo terrenal, hay otras dimensiones y otras fuerzas superiores a las humanas que, además de hacedoras de todo lo que existe en el universo, también intervienen sobre nuestro presente y futuro de acuerdo con la calidad de lo que hacemos y según la fe que depositemos en ellas. Esta suerte de sensaciones y experiencias -muchas de ellas inexplicables científicamente hasta el día de hoy, pero, sostenibles por un número cada vez más alto de seres humanos-, ha dado origen a los llamados, libros sagrados, y a muchos otros de gran valía, los cuales nos hablan de otras dimensiones y poderes inimaginables; campos energéticos que nos conectan con los demás y con todo lo que existe; y ciertas leyes universales que tienen que ver, sobre todo, con el espíritu>conexión del hombre con el Creador=Dios.

Es en este punto donde, los científicos, se han encontrado con una pared infranqueable como colectividad, y solo a nivel individual y en grados muy diversos, pueden hablar los menos escépticos de esas otras cosas que, cada quien, consigue vivenciar. Así las cosas, entre los sectores radicales de ambos bandos, la confrontación será eterna y el acuerdo insostenible.

“Stars in my Crown”, fue la primera novela escrita por Joe David Brown, en 1947, un celebrado periodista que hiciera las veces de corresponsal extranjero para las revistas Life y Time, y a quien se recuerda por “Kings go Forth” (llevada al cine por Delmer Daves, con el mismo título) y también por “Addie Pray” (convertida en “Paper Moon” por Peter Bogdanovich). Adaptada por él mismo en colaboración con Margaret Fitts, <<ESTRELLAS EN MI CORONA>>, le fue asignada al director Jacques Tourneur, y éste tuvo un notable pulso para mantener, en un sitial muy equilibrado, la fuerte rivalidad -marcada esencialmente por acciones- que, en un pueblo llamado Walesburg, sostienen, el pastor Josiah D. Gray, y el joven médico, Dan Harris.

¿A qué conclusiones llegaremos?... ¿Será más importante la ciencia que la religión?… ¿Acaso será al contrario?… ¿O quizás sean tan esenciales la una como la otra?...

Deja un cierto sinsabor el hecho de que la espiritualidad se asocie finalmente a iglesia (donde menos se la encuentra), pero, comparto plenamente la tesis moral del filme. Creo que, ciertos momentos, rayan con la sensiblería del peor gusto y que la escena de arranque en el bar no tuvo, luego, mayor asidero; pero, creo que hay instantes maravillosos como la manera en que la solidaridad de, Jed Isbell, demuestra que se puede ser muy noble sin ser religioso; o la forma como el pastor doblega los corazones de quienes quieren cometer una canallada; y creo también que, Joel McCrea (El pastor Gray), Juano Hernández (Famous Prill) y Alan Hale (Jed) -esta sería su última película a cuyo estreno no logró asistir-, resultan memorables en sus respectivos roles.

Diez años después, el director Stanley Kramer, reforzaría, con absoluta precisión, el debate Ciencia vs. Religión, en su magnífica película, “Inherit the Wind”.

Título para Latinoamérica: CORONA DE ESTRELLAS
Luis Guillermo Cardona
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