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Críticas de Luis Guillermo Cardona
Críticas 3.333
Críticas ordenadas por utilidad
10
29 de octubre de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuatro nominaciones a los premios Oscar (película, guion, actriz y canción) y ganadora de los dos últimos, hacen reconocimiento a este especial y emblemático filme con el cual se da toda la relevancia que se merecen a esas importantísimas e inamisibles herramientas de los trabajadores como son la unión y el Sindicalismo.

Todo lo que une, construye y consolida; todo lo que divide, segrega y debilita. La meta del hombre es la Unicidad con el Todo, siendo el primer paso la unión con sus congéneres; y todo lo que se haga cada día en beneficio de esta tarea, mantiene al hombre en su camino y trae otro aliento de paz a la humanidad entera.

El guion escrito por la notable pareja, Harriet Frank Jr. e Irving Ravetch, asiduos colaboradores del director Martin Ritt (“Hud”, “Hombre”, “Stanley and Iris”…), está basado en la vida de Crystal Lee Sutton (o Jordan), una abogada laboralista que se hizo famosa en los años 70’ (siglo XX) como empleada de la planta textil J. P. Stevens (en el filme O. P. Henley), donde laboraban cientos de trabajadores en las más precarias e infames condiciones. Con la valerosa colaboración de, Eli Zivkovich (cambiado a Reuben Warshosky), miembro de la Organización de Trabajadores Textiles, que contaba con el respaldo del gobierno, Crystal (Norma Rae en el filme) se convierte, poco a poco en una mujer dispuesta a arriesgarlo todo por las reivindicaciones legales, el derecho a un trabajo digno y acorde, y a un salario que les permita vivir en mejores condiciones a blancos y a negros, indios o judíos.

Martin Ritt, ha hecho un filme objetivo, mesurado, con seres humanos mezcla de fortalezas y debilidades, y tomando la más firme posición frente al derecho de cada ser humano a vivir con dignidad. Sally Field y Ron Leibman, se la juegan para sacar, desde lo más profundo, pasión y arraigo por sus personajes y éstos resultan de una vitalidad que contagia y emociona irremisiblemente.

El sindicalismo llevado a efecto como debe hacerse: con afán constructivo, pretendiendo beneficios equitativos para todos, y ajustado a los derechos legales, es no sólo una bendición para la clase trabajadora sino que también hace crecer a las empresas, pues, es consecuencia lógica que, al aumentar el sentido de pertenencia y la responsabilidad, aumenta la buena energía, el rendimiento y la eficacia. Es ley de la existencia que, jamás nada bueno y realmente perdurable puede surgir de lo obtenido mediante el abuso y la explotación.

<<NORMA RAE>>, es una obra de arte que reivindica valiosísimos derechos. Bien que se merece nuestros mayores aplausos.
Luis Guillermo Cardona
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6
18 de julio de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre 1948 y 1997, La British Rail fue el operador de la mayor parte del transporte en tren que tenía Inglaterra. Estaba conformada por las cuatro más grandes compañías ferrocarrileras y, entre 1994 y 1997, se inició con ella un proceso de privatización, llamándose ahora, British Railways, cuyo símbolo -constituido por dos flechas que señalan la una a la derecha y la inferior a la izquierda- peyorativamente se le conoce como, “las flechas de la indecisión”.

Lo ocurrido durante este proceso, en el que los trabajadores –como suele ocurrir- llevaron la peor parte, es lo que nos cuenta Ken Loach en ésta película, donde veremos los bemoles, inestabilidades, despidos, malos manejos, aprovechamiento, crisis personales y familiares… y terribles descuidos que comenzaron a darse en aquel sur de Yorkshire donde transcurre la trama.

Loach, no tiene pelos en la lengua ni reticencia de ningún tipo, para mostrar las inmensas y malolientes fauces de los empresarios que, sin escrúpulo alguno, están dispuestos a arrasar con las conquistas laborales, acuerdos y derechos de los trabajadores, para alcanzar el máximo de ganancia en la transacción que han realizado. A ninguno le importa su estabilidad, su dignidad… y ni siquiera sus vidas, y únicamente cuenta el, “cuanto puedo sacar” con o contra cualquier ser humano.

<<LA CUADRILLA>>, nos habla de un evento que no es único en el mundo y que casi sucede a diario en los países neocapitalistas donde la ley es, “la explotación del hombre por el hombre”. Loach, consigue unos cuantos momentos bastante elocuentes: La manera como se desconoce a Jerry el líder sindical; los manejos salariales para buscar vinculaciones por servicios; las presiones y amenazas a Bill, el directivo consecuente… y también algunos bastante divertidos (la seducción, el retrete…) protagonizados por aquel grupo de colegas donde sobresale, definitivamente, el personaje de Paul (Joe Duttine). Faltó, quizás, algo de presupuesto para que el filme consiguiera escapar de cierto tono documental, pues, ésto hace que resulte un tanto plano y muy ilustrativo de situaciones laborales, lo que nos lleva a tener que esperar hasta los últimos minutos para que se produzca por fin un punto realmente alto, con el contundente suceso con Jim.

El guion fue escrito por el ferroviario, Rob Dawber, quien, víctima de un cáncer por manipulación de asbesto en sus tareas diarias falleció, el 20 de febrero de 2001, a los 45 años. Acababa de concluir el rodaje de la película y no pudo asistir al estreno, pero, su guion fue galardonado póstumamente con el premio BAFTA.

“Si quieres trabajar tienes que dejar de trabajar”, explica Jerry sorprendido con las estrategias de sus nuevos patrones, y al fin comprende que, entre las nuevas leyes del voraz capitalismo, se contempla no asegurar ninguna estabilidad laboral, y tras el vencimiento de cada contrato hecho por un tiempo inferior a un año, el trabajador es dejado vacante durante algunos días, semanas o incluso meses, para que todo empiece de nuevo y cese toda obligación por cuenta de la antigüedad.

Con, <<LA CUADRILLA>>, podemos comprender que, los abusos con los trabajadores, son cosas que suceden casi a todo lo largo y ancho del planeta… y da la impresión de que fuera un mal de nunca acabar, sobre todo, porque, casi todo el mundo, considera que es más importante la sobrevivencia que su propia dignidad. Pero acaso… ¿tiene algún sentido vivir sin dignidad?

Título para Latinoamérica: <<LOS NAVEGANTES>>
Luis Guillermo Cardona
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10
30 de mayo de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres hombres se confabularon para llevarlo a prisión. El primero, buscaba una recompensa; el segundo, pretendía quedarse con la mujer que él amaba; y el tercero, quería hacerse con la capitanía del barco, “El Faraón”, que el moribundo capitán Leclerc le había delegado. Así, Edmond Dantès, el marinero de aquel barco que nadaba en aguas francesas, lo perdió todo… y luego tendría que pasar años de torturas, aislamiento y abandono total, mientras que aquellos infames hombres (Danglars, Montego y Villefort) se convertían en miembros de la aristocracia y en acaudalados representantes del Estado y de la sociedad.

Variación de la real historia vivida, en 1807, por el zapatero parisino François Picaud, quien, víctima de las intrigas de cuatro amigos celosos de la adinerada y bella mujer con la que iba a casarse, se confabularon para denunciarlo como espía al servicio de Inglaterra. Fue a la cárcel, y tras 18 años de prisión, vivió y actuó luego en forma semejante a como lo hace el célebre, Edmond Dantès.

Ésta es la génesis de una historia inmortal que, del puño y letra de Alexandre Dumas (ahora se afirma que el también escritor, Augusto Maquet, aportó notablemente a la novela y que Dumas, en ésta y otras ocasiones, le pagó para que no figurara su crédito), se publicó por primera vez y por entregas, entre 1845 y 1846. El hecho se inicia en el período histórico conocido como Los cien días del gobierno de Napoleón (1814), cuando el emperador ha perdido su imperio y ahora tan solo dominaba sobre los escasos kilómetros de la isla Elba.

Por su loable fuerza narrativa, la originalidad de los hechos, el poderoso drama que vive aquel hombre injustamente castigado y desarraigado de todos sus derechos; y especialmente, por la manera sabia y brillante como se ejecuta aquella venganza que, antes que avenirse con lo personal, se convierte en un acto de verdadera justicia contra la maldad que aún persiste y que sigue dañando a muchos seres humanos, <<EL CONDE DE MONTECRISTO>>, se convierte en una de las mayores y estimables novelas de todos los tiempos.

Con un brillante protagonismo de Robert Donat, el director Rowland V. Lee, nos ofrece un meritorio clásico del cine, en el que la puesta en escena, edición, fotografía, vestuario… nos complacen plenamente, pues no obstante las obligadas reducciones de la adaptación, logramos sentir a profundidad, el terrible drama y la poderosa fuerza de la justicia que brota luego con la voluntad del hombre y del universo.

Pesan grandemente las palabras que, el abad Faria, dice a Dantès en aquellos días de prisión mutua:
“Cuando salgas a la luz, no seas un vengativo jinete del apocalipsis, sino un ángel vengador haciendo la obra de Dios”.

Literaria y cinematográficamente, <<EL CONDE DE MONTECRISTO>>, es una obra maestra.
Luis Guillermo Cardona
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8
24 de mayo de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
“The Maltese Falcon”, la famosísima novela del escritor estadounidense Dashiell Hammett, se había publicado inicialmente, en 1929, en cuatro entregas de la revista, Black Mask. Un año más tarde se editaría en novela, y de inmediato despertó el interés de la Paramount Pictures, que adquirió los derechos y encargó la dirección a Roy del Ruth, un talentoso artesano que elegiría a, Ricardo Cortez, para representar al detective privado, Sam Spade, y a, Bebe Daniels, como la intrigante señora Wonderly.

La figura de un halcón negro que, según se cuenta, fue esculpida en oro con incrustaciones de piedras preciosas, y que representó el tributo pagado por Los Caballeros Templarios de Malta al rey de España, Carlos V, es el motivo central de esta negra trama en la que detectives, policías y ladrones, se verán enfrentados en la búsqueda y apropiación del apetecido tesoro.

Con toques muy divertidos; haciendo uso de notables estratagemas; y sin que falte algo de sensualidad (aunque, en algún caso, haya que insinuarla muy sutil y metafóricamente con la aguja de un tornamesa ondeando incesante sobre un disco que ha llegado al final), la historia nos mantiene atrapados en ésta primera y casi fidedigna versión que luego, John Huston, repetiría con algunas variaciones, mayor éxito, y mejor aceptación por parte de la crítica (aunque la mayoría no se tomó el trabajo de ver esta estupenda adaptación).

Ricardo Cortez, recrea a un simpático detective con cierta resistencia a la seducción femenina, cual si presintiera que no hay mujer alguna que no busque recibir después de dar. Lo persigue, Iva Archer (Thelma Todd), la preciosa mujer de su socio. Su secretaria Effie (Una Merkel) se muere de rabia cada que una nueva clienta resulta ser una mujer bonita; y la más reciente adquisición es la señora Wonderly, la atractiva mujer con la que empieza a saber de lo tan buscado que resulta aquel raro pájaro.

Como la dama en apuros, Bebe Daniels compone un desinhibido e intrigante personaje que terminará montando al detective Spade en una buena maraña… donde el dinero se escabulle tan pronto llega a sus manos, y los malandrines vuelven y entran apenas han salido por la puerta.

Al final pueden surgir varios interrogantes: ¿Por qué a la adorable, Thelma Todd, solían tocarle como parejas cinematográficas los peores apachurrados?, ¿Acaso era de otra clase el “amor” que sentía Gutman por el joven Wilmer? y ¿Cuán triste quedaría la señora Wonderly sin poder saber cómo era el pájaro de Kemidov?

En lo que a mí respecta, bien por Roy del Ruth, porque su película -que parte de un guion escrito por Maude Fulton y Brown Holmes-, me ha resultado bastante entretenida y, <<EL HALCÓN MALTÉS>>, tiene aquí una memorable versión cinematográfica.
Luis Guillermo Cardona
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7
11 de mayo de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchas son las ocasiones que, en razón de las charlas formativas que dicto en los colegios y especialmente en mis terapias holísticas, he tenido y sigo teniendo, de interactuar con chicos y chicas que, en plena adolescencia, sufren un eterno conflicto con sus familiares más cercanos. Preocupa concluir -luego de escuchar por separado a los padres y a los muchachos- que son los mayores los que, muy frecuentemente, generan los conflictos con su intolerancia, su desafecto, su incapacidad de mantener una comunicación asertiva, y con su forma impositiva de pretender que sus hijos hagan tales o cuales cosas.

Empeoran también la situación, porque descargan en sus chicos las rabias originadas en sus empleos o en otras labores; porque no les dejan ser y les quieren imponer su ya opaca, y (casi) rancia, visión del mundo; y sobre todo, porque desconociendo de tajo el momento histórico en que sus hijos se mueven (sus gustos, necesidades, cambios, potenciales, sentires…) resultan impotentes para conectar con los muchachos y unos a otros se adivinan entonces a kilómetros de distancia; y lo digo objetivamente: me sorprende descubrir a diario, a chicos talentosos, emprendedores, tiernos y muy nobles, sintiendo, con profundo dolor, que sus padres son incapaces de comprenderlos.

La película, <<EL COLOR DEL PARAÍSO>>, tiene que ver con éstas cosas. Hay aquí un chico llamado, Mohamed, nacido invidente, y esa simple carencia le basta a su padre para sentir que él estorba en su vida, y entonces, buscará diversas maneras para deshacerse del hijo y así poder seguir avante con sus planes de contraer nuevas nupcias.

Inteligente, sensitivo, profundamente respetuoso con la naturaleza y muy querido por su abuela y por sus hermanitas, Hanie y Mahareh, el pequeño Mohamed es un ser inspirador que aumenta los encantos de aquel paraíso donde habita, que él no puede ver, pero sabe disfrutar; no aprecia sus colores, pero se sensibiliza ante sus sonidos y texturas.

Solo la invidencia mental que, sin ser consciente, pesa más gravemente en el padre, induce a éste a subvalorar a este pequeño, con un corazón tan grande que apenas cabe en aquel edén que ahora es, “Adán”, el que pretende convertirlo en un infierno.

Si le das el paraíso al hombre, has de saber Dios padre que será en vano, porque no tardarán en salir a flote sus peores flaquezas… y enseguida, los pantanos comenzarán a hacerse visibles. No debería ser así, pero así es. ¿Si será que habrá ese día en que veamos la luz?

A, Majid Majidi, le duelen los pequeños y nunca se cansa de hablarnos de sus potenciales, de su grandeza, su magia y su ternura. Con, <<EL COLOR DEL PARAÍSO>>, un atractivo filme para el que ha contado con calificados recursos técnicos, pareciera preguntarnos: ¿Hasta cuándo vamos a ser impotentes para valorar a los niños, para respetarlos y amarlos como ellos se merecen?

Gracias infinitas a todos aquellos que, con indeclinable voluntad, preservan viva la dignidad en el mundo.
Luis Guillermo Cardona
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