Cincuenta años después de la muerte del maestro Yasujiro Ozu; sesenta años después de Cuentos de Tokio, una de sus obras más emblemáticas, Yöji Yamada homenajea al que fue su impulsor y referente; retornando a la pantalla a aquella entrañable pareja de jubilados que toman el tren para visitar a su hijos que viven en Tokio, pese al desasosiego que les provoca la gran ciudad.

Una familia de Tokio, no solo está hecha con respeto, también con reverencia, y aunque sea un remake, con pequeños retoques, es una verdadera maravilla. El alumno aventajado de Ozu cuida hasta la altura de los planos, aquellos encuadres tatami y desde la cintura, marca del gran realizador.
También nos transmite la sedosa y amable humanidad de la madre, los malhumorados silencios del viejo cascarrabias, la incomodidad resignada de los hijos, la bondad innata de la recién llegada, las precauciones de los nietos…..

A día de hoy no conocemos la lista de premiados en esta 58 Seminci, pero sin duda que Tokyo Kazoku, va a estar entre las que obtengan algún galardón; si dejan al margen la originalidad, y solo se fijan en el oficio, puede incluso ser la Espiga de Oro.