Una joya, una delicatessen, de una belleza y una sensibilidad exquisita. El cine de animación europeo no puede competir en cantidad con las fabricas USA pero si hablamos de calidad es otra historia. Basándose en el libro de Kells, prodigio de la ilustración celta, realizado en el siglo VIII en Escocia, en un monasterio de la isla de Iona, Moore y Twonmey componen una fabula que nos sumerge en tiempos de mitos y leyendas donde el hombre y la naturaleza todavía podían convivir. Como si de un cuento maravillosamente ilustrado se tratara, la animación en dos dimensiones no deja de sorprendernos con filigranas geométricas dignas del mismísimo libro de Kells. Personajes entrañables y una banda sonora exquisita que perduran en el recuerdo.

Nominada al Oscar no pudo ganar a la industria USA y a los irrepetibles 10 minutos de UP. Pasó por nuestras pantallas hace ya un año, casi de tapadillo. No puede faltar en nuestra filmoteca.