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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Tras ser plantada por el capitán Donal Harvey (Clie Brook), Lily (Dietrich) gana reputación como una famosa aventurera. Pero la situación se calienta cuando estos ex amantes se encuentran en el tren camino de Shanghai. Compartirán sitio con un grupo de pasajeros de distintas nacionalidades y clases incluido un comerciante muy sospechoso rechazado por la bella Lily. Cuando el tren es asaltado por rebeldes chinos, el capitán Harvey es ... [+]
21 de septiembre de 2009
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La oscuridad es ausencia, la luz es presencia. Donde no hay luz, hay confusión, tropiezo, carencia. Cuando la luz regresa, renace la certeza, la seguridad y la abundancia. Hasta que Dios hizo la luz, no fue visible la grandiosidad del mundo, pues, en la oscuridad, el más bello de los bosques resulta lúgubre y tenebroso. La luz es la vida y el primer viaje de la muerte es hacia un oscuro sarcófago. En la oscuridad se gesta la existencia: el hijo en la oscuridad del vientre materno y la semilla en la oscuridad de la tierra. Pero, la vida se hace manifiesta sólo cuando se sale a la luz. Si no se da este paso relevante, simplemente, no naciste.

La luz revela diferentes aspectos y rasgos de cada ser humano, pues, no es igual ver a alguien entre sombras, que verle semi-iluminado o a plena luz del día. Cada objeto y cada ser humano adquieren, con ciertos tonos de luz, un mayor encanto o un menor atractivo, un mayor realce o una menor preponderancia. El descubrimiento de ésto es el papel del artista, y es así, como logra que sus personajes sean vistos conforme él desea que los vean los espectadores.

Josef von Sternberg, es un artista de la luz. Pocos cineastas –infortunadamente- han actuado con tanta conciencia de la iluminación y con tanta sensibilidad para usarla en toda su magnificencia, como lo hizo este gran realizador austriaco. Sus películas contienen una perfecta correlación entre lo que se cuenta y el ambiente que lo rodea, logrando, de esta forma, una íntegra compenetración entre lo externo y lo interno, entre lo físico y lo emocional.

Partiendo de un guion que escribiera, Jules Furthman, basado en una historia de Harry Hervey, <<EL EXPRESO DE SHANGHAI>>, conserva ese virtuosismo que cataloga con honores a, Josef von Sternberg, como un artista de primera línea; y queda reconocer la labor de su cinematografista, Lee Garmes, quien confluía con él en un acervo de ideas que enriquecían cada plano de sus películas.

Pero, no se reduce a lo técnico el talento de este realizador. Su entendimiento del amor, franco, maduro y en libertad, lo refleja con fuerza en cada una de sus obras, y en este filme, vuelve a enaltecer a las damas con actitudes que trascienden el yo y la felicidad personal, para conservar intacta la existencia del ser al que se ama, y todo se hace en secreto, porque por nada del mundo se desea un amor comprado u obligado por el agradecimiento. Quien tiene un "amor" así, no tiene nada.

Marlene Dietrich, como Shanghai Lily, consigue el carácter de la mujer con mayúsculas y nos hace amarla por su lealtad a toda prueba. Clive Brook cumple con su papel, pero sentimos que ha sido el menos carismático de sus partenaires en las obras de Sternberg; y son, Eugene Pallete como Sam Salt, el apostador; y Louise Closser Hale como Mrs. Haggerty, la dama del perrito, los personajes que imponen la cuota divertida, en un filme que resulta realmente atractivo y cuyo rigor técnico (merecidamente compensado con el Oscar), nos deja plenamente satisfechos.
Luis Guillermo Cardona
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