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España España · Madrid
Voto de keizz:
8
Intriga. Thriller. Drama La vida de Simon y Robyn, una joven pareja que acaba de mudarse a una nueva casa en California, comienza a verse incómodamente alterada cuando empiezan a recibir misteriosos regalos de un antiguo compañero de clase de Simon. (FILMAFFINITY)
31 de marzo de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Simon (Jason Bateman) y Robyn (Rebecca Hall) son una pareja perfecta, sin problemas económicos, que se mudan a una preciosa casa en un lujoso barrio californiano. Un día, mientras están comprando en una tienda, Simon se encuentra con Gordo (Joel Edgerton), un antiguo compañero de colegio. A partir de entonces, empezarán a recibir regalos y visitas de este antiguo compañero, y sus vidas irán cambiando poco a poco.

El actor australiano Joel Edgerton debuta como director y guionista en esta película, además de interpretar uno de los personajes principales. Partiendo de una premisa bastante tópica (el intruso que empieza a interferir en una relación de pareja aparentemente consolidada), Edgerton realiza un thriller psicológico inquietante, poco previsible, y con algunas escenas que evocan claramente a varios clásicos de este tipo de cintas.

“El regalo” es una película que nos congratula con este género cinematográfico. Lo siniestro de la historia, la tensión continua, esas ganas crecientes de que sigan pasando cosas porque deseamos ver cómo termina… Con la ventaja, respecto a otras películas de este estilo, de que en esta ocasión casi todo es bastante imprevisible. La ambigüedad de la historia y el hermetismo de los personajes hacen que conectes tú más con la película que la película contigo. Eres tú quien entra en la pantalla, por el ansia de conocer los entresijos de aquello que te están contando.

Mientras la película se va desarrollando, las referencias cinematográficas son constantes, uno se acuerda de vez en cuando de Hitchcock, y al rato de “Caché” de Haneke, y sin embargo todo funciona, las cosas suenan a algo conocido pero al mismo tiempo resultan novedosas. Sabemos que va a pasar algo, pero no tenemos claro el qué. Sabemos que ese viejo amigo va a traer algo malo a la pareja, pero ni cuando, ni cómo, ni hasta qué punto. La trama fluye y los sucesos nos van sorprendiendo. Las cosas no son lo que parecen, y en la parte final Edgerton se desmarca de sus referencias cinematográficas y se lanza a un desenlace muy bien resuelto.

El ritmo y la tensión van siempre en aumento. Edgerton crea un clima que sobrecoge al espectador y lo atrapa en una atmósfera perfecta para este tipo de cine. A mi juicio, le sobran los dos sustos (uno lo ves venir, el otro no). No los necesitaba el film, y creo que es lo único criticable de la cinta. Porque ya estaba funcionando muy bien sin trucos. Desde el planteamiento inicial de la historia hasta su desenlace es un continuo crescendo que hace que el espectador esté entregado a lo que ve.

Edgerton demuestra una gran habilidad para dirigir la mirada del espectador a un lado mientras la verdad de la historia transita por el otro. Bajo su aparente sencillez formal, indaga en aquello que está oculto en las personas, lo que no vemos de ellas, el desconocimiento que tenemos de quién es en realidad pareja, las cosas que esconde nuestra persona amada, cuán venenosa es la duda cuando se instala en nuestra mente, si el rencor con el tiempo muere o va creciendo, hasta qué punto las cosas que hacemos en el pasado tienen consecuencias en el futuro…

Además del excelente trabajo de Edgerton como director y guionista, hay que alabar su labor interpretativa, dando vida al inquietante “Gordo”. Asimismo, las otras dos patas del banco, Jason Bateman y Rebecca Hall, están igualmente brillantes componiendo unos personajes que no siempre son lo que parecen, personas corrientes en la mayoría de las cosas, pero raros en otras. Como todo el mundo.

Aunque hay más personajes, casi todo recae sobre este triángulo. Y uno va poniéndose en la piel de cada uno de ellos, alternativamente. Vas sintiendo simpatías por uno o por otro a medida que avanza la película hasta que llega un momento en que ya no sabes en qué lado quedarte, porque temes lo que cada uno de ellos puede ocultar en su interior.

Echaba de menos este tipo de películas, con esa atmósfera de intriga que Edgerton ha sabido crear de manera sorprendente en este su debut detrás de la cámara. Si me encuentro a un antiguo compañero de clase, procuraré que no sepa dónde vivo.

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keizz
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