Gwyneth Paltrow, esa actriz cuyo nombre es imposible escribir bien al no ser que le demos al copiar y pegar, le dio por un período de tiempo por rodar remakes. Primero la vi en "El talento de Mr. Ripley (1999)", pero ya antes había hecho "Un crimen perfecto" que versiona uno de los mejores títulos de Alfred Hitchcock, "Crimen Perfecto" (1954). Sobre ella tengo que reconocer que nunca me había llamado la atención hasta que la redescubrí en la reciente saga de "Iron Man" del 2008 y 2010 para convencerme en precisamente la adaptación de "A pleno sol" (1960). Gwyneth Paltrow es mona, es delicada y es elegante, así quién mejor que ella para hacer de Grace Kelly.

Dicho esto, queda parcialmente engullida por la presencia de Michael Douglas y Viggo Mortensen pero aún así su personaje, con el que empatizas de inmediato, resulta determinante para dar vida a este ménage à trois en el que varios señores le quieren hacer pupa. "Un crimen perfecto" tiene el inconveniente de ser una versión y además de una excelente película. Sin embargo, aunque queda por detrás de la original, el resultado es bueno principalmente porque la historia lo es y porque tampoco es un mero plagio. Incluso los cambios, que los hay, y algunos muy sorprendentes, aportan más intriga a una trama que de por sí los tiene. Thriller cuidado y atractivo.