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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
6
Romance. Drama Producción de los hermanos Ridley Scott y Tony Scott sobre una leyenda medieval que relata el trágico amor de una princesa y un guerrero, que pondrá en peligro la frágil paz entre Inglaterra e Irlanda. (FILMAFFINITY)
10 de abril de 2007
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realizado por Kevin Reynolds, el film se basa en una leyenda celta, adaptada por el guionista Dean Georgaris ("Paycheck", 2003). Se rodó en Irlanda y Chequia. Producido por Moshe Diamant, Lisa Ellzey, Giannina Facio y Elie Samaha, se estrenó el 13-I-2006 (EEUU).

La película combina los géneros de acción, aventuras, drama y romance. La acción tiene lugar en Cornualles (Inglaterra) e Irlanda, en el s VI, después de la caída del Imperio Romano. Inglaterra estaba dominada por la división y los enfrentamientos tribales. El relato se enmarca en un contexto trágico y fatalista, de pasión y compromiso, inocencia y traición, libertad y deber, amores y venganzas, luchas feroces y personajes crueles. La muerte de los padres de Tristán y de la esposa e hijos de Lord Marke a manos de asaltantes irlandeses, marca el inicio del film y sitúa al espectador ante el drama que informa la obra. En su progresión intervienen deslealtades, traiciones, delaciones y venta de apoyos al ambicioso y despótico rey de Irlanda. Se añaden intrigas, luchas, asedios, carreras y batallas, inspiradas en los parámetros del cine de acción. El eje de la historia es un amor trágico, que se ha de mantener en secreto por razones de lealtad y seguridad. La ocultación enardece la pasión y contribuye a tensar el arco dramático. En la subtrama Lord Marker se ve envuelto en un triángulo amoroso, similar al de Arturo, Lancelot y Genoveva. La narración está hecha con afanes de espectacularidad, a la que se ofrendan concesiones de guión y licencias de imagen, que devalúan la solidez argumental. La figura de Tristán se diferencia de la de los otros guerreros y de adecúa a los cánones estéticos contemporáneos. La imagen y la personalidad de Isolda se desmarcan de las propias de una muchacha medieval, para adoptar etereotipos de principios del XXI. Al margen de anacronismos, más o menos relevantes, el vigor dramático se resiente a causa de la superficialidad del relato, la preferencia por el efectismo y el sesgo en favor de planteamientos emotivos en detrimento de un eficiente análisis de personajes y situaciones.

La música, orquestal y sinfónica, consta de 24 temas, románticos y épicos, de entre los que sobresalen "Young Tristan", "Isolde's Dream" y "None Can Die". Se añaden dos canciones de otros autores: "Dark Moon, High Tide" (Afro Celt Sound System) y "Plainsong" (Brian Gulland). La fotografía acentúa la espectacularidad con imágenes imponentes de la costa irlandesa y de los bosques checos, encuadres amplios, planos de buen dibujo, generosos movimientos de cámara y una ambientación convincente (arquitecturas y vestuario). Las imágenes de las batallas presentan una ligera aceleración al servicio del efectismo. La interpretación de Rufus Sewell destaca por encima de las demás.

La película evoca una época histórica poco investigada y mal conocida, que ha legado mitos y leyendas como las de "Camelot", "Macbeth", "El rey Arturo" y "Rolando".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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