Media votos
6,7
Votos
5.206
Críticas
1.665
Listas
182
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Miquel:
8
7,6
3.896
Comedia. Romance
Una alocada chica de la alta sociedad, su hermana y sus ricos amigos se divierten con un extravagante juego de caza que consiste en recoger todo tipo de desechos. En un lugar del East River, zona azotada por la Gran Depresión, encuentran a Godfrey, un ingenioso y mordaz vagabundo. Este curioso personaje acompaña a las hermanas a una fiesta, donde pronuncia un discurso sobre el carácter inhumano del juego. Después acepta trabajar como ... [+]
23 de abril de 2009
36 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es el film más acreditado de Gregory La Cava (“Damas del teatro”, 1937) y uno de los tres que integran el “mejor ciclo” del realizador. El guión, de Eric Hatch, Morrie Ryskind (coguionista de “Una noche en la ópera”, Wood, 1935), Gregory La Cava (no acreditado) y Robert Presnell (no acreditado), adapta la novela “1001 Park Avenue”, de Eric Hatch. Se rueda entre el 15 de abril y el 27 de mayo de 1936 en Universal Studios (Universal City, CA), con un presupuesto de 656.000 USD. Obtiene 6 nominaciones a los Oscar. Producido por G. La Cava y Charles R. Rogers para Universal, se proyecta en sesión de preestreno el 6-IX-1936 (EEUU).
La acción dramática tiene lugar en NYC en 1935/36. Godfrey Smith (Powell) es un vagabundo que malvive en las orillas del East River, junto a otros marginados y excluidos a causa de la Depresión. Un día al anochecer es invitado a participar en una gymkana por Cornelia Bullock (Patrick) y por su hermana Irene (Lombard). Acepta la invitación de ésta, con la que se traslada al hall del Hotel Waldorf Ritz, para pasar los controles del juego. Poco después asume el cargo de mayordomo de la familia Bullock, que reside en una lujosa mansión de Park Avenue. Irene es romántica, infantil, caprichosa, hiperactiva, alocada y obsesiva. Cornelia es pérfida, altiva, excéntrica y envidiosa. La madre, Angélica (Brady), es voluble y está un poco loca (ve duendes por las mañanas). El padre, Alexander Bullock (Pallette), antiguo boxeador, se dedica a los negocios, pero la Depresión ha hecho mella en ellos. Godfrey, culto, educado, hábil y atractivo, es víctima a la vez del amor obsesivo de una hermana y del odio compulsivo de la otra. Dispone de una sólida conciencia social. Carlo (Auer) es el gigoló de Angélica. Molly (Dixon), la cocinera, es deliciosamente irónica y sarcástica.
El film suma comedia alocada (“screwball comedy”), romance y análisis social. La acción está impregnada de un singular tono de locura, que se apoya, sobre todo, en dos personajes que se comportan de modo incongruente y razonan con una llamativa falta de lógica. Irene y su madre Angélica son los personajes sobre los que recae la mayor parte del peso de la locura que destila la obra. A modo de ejemplo se puede citar la escena en la que Irene, que simula un desmayo, recibe de Godfrey una inesperada ducha de agua fría, que ella interpreta como una evidente manifestación del amor de Godfrey. Las comedias alocadas presentan con frecuencia personajes mentalmente desequilibrados, pero éstos ocupan siempre posiciones secundarias o marginales. En la presente ocasión, la locura afecta a uno de los dos protagonistas de la historia. A la locura de éste se añade el carácter infantil de Irene y sus manías obsesivas, que la convierten en un personaje desconectado de la realidad, imprevisible y absurdo. Su locura se da acompañada de las extravagancias, despropósitos y excentricidades de otros actores.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
La acción dramática tiene lugar en NYC en 1935/36. Godfrey Smith (Powell) es un vagabundo que malvive en las orillas del East River, junto a otros marginados y excluidos a causa de la Depresión. Un día al anochecer es invitado a participar en una gymkana por Cornelia Bullock (Patrick) y por su hermana Irene (Lombard). Acepta la invitación de ésta, con la que se traslada al hall del Hotel Waldorf Ritz, para pasar los controles del juego. Poco después asume el cargo de mayordomo de la familia Bullock, que reside en una lujosa mansión de Park Avenue. Irene es romántica, infantil, caprichosa, hiperactiva, alocada y obsesiva. Cornelia es pérfida, altiva, excéntrica y envidiosa. La madre, Angélica (Brady), es voluble y está un poco loca (ve duendes por las mañanas). El padre, Alexander Bullock (Pallette), antiguo boxeador, se dedica a los negocios, pero la Depresión ha hecho mella en ellos. Godfrey, culto, educado, hábil y atractivo, es víctima a la vez del amor obsesivo de una hermana y del odio compulsivo de la otra. Dispone de una sólida conciencia social. Carlo (Auer) es el gigoló de Angélica. Molly (Dixon), la cocinera, es deliciosamente irónica y sarcástica.
El film suma comedia alocada (“screwball comedy”), romance y análisis social. La acción está impregnada de un singular tono de locura, que se apoya, sobre todo, en dos personajes que se comportan de modo incongruente y razonan con una llamativa falta de lógica. Irene y su madre Angélica son los personajes sobre los que recae la mayor parte del peso de la locura que destila la obra. A modo de ejemplo se puede citar la escena en la que Irene, que simula un desmayo, recibe de Godfrey una inesperada ducha de agua fría, que ella interpreta como una evidente manifestación del amor de Godfrey. Las comedias alocadas presentan con frecuencia personajes mentalmente desequilibrados, pero éstos ocupan siempre posiciones secundarias o marginales. En la presente ocasión, la locura afecta a uno de los dos protagonistas de la historia. A la locura de éste se añade el carácter infantil de Irene y sus manías obsesivas, que la convierten en un personaje desconectado de la realidad, imprevisible y absurdo. Su locura se da acompañada de las extravagancias, despropósitos y excentricidades de otros actores.
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El guión presenta unos personajes bien definidos y diferenciados. Los diálogos son fluidos, ocurrentes, sorprendentes y rápidos. Incluyen emotivos duelos verbales. Las interpretaciones se benefician del gusto del realizador por la improvisación ante las cámaras, que en sus manos deviene una fuente de espontaneidad y naturalidad. Lombard entrega uno de sus mejores trabajos, apoyada en la irónica y sarcástica seriedad de Godfrey, a cargo de un sobrio y equilibrado William Powell, que con su lucidez y racionalidad le da justa réplica. La narración muestra el toque de elegancia, dignidad y exquisitez que caracteriza a La Cava, hoy injustamente olvidado, a pesar del éxito que le rodea en vida, la fama que adquiere en la segunda mitad de los años 30, su interés por todos los tipos de comedia y el drama, la solidez de su humor y la fuerza de sus sátiras sociales.
El film se burla de los ricos de modo demoledor. Muestra la banalidad de sus vidas, la estupidez de sus conversaciones, la frivolidad de sus intereses y la mediocridad de sus aspiraciones. La obra constituye una de las sátiras de la alta sociedad más ingeniosas, brillantes y contundentes que se ha hecho en cine. Como recurso dramático, el film pone en comunicación y enfrenta a personajes de clases sociales diferentes y yuxtapone opulencia y miseria, de acuerdo con la realidad de NY durante la Depresión. Añade el pasado enigmático y oscuro del protagonista, reconocido por un antiguo compañero de estudios, Tommy Gray (Mowbray), como Godfrey Parke, de Boston. La verdad de su pasado misterioso se desvela gradualmente, pero no se completa hasta poco antes del desenlace.
Los tres films que componen el “mejor ciclo” (1936-39) del realizador son “Al servicio de las damas” (1936), “Damas del teatro” (1937) y “La muchacha de la Quinta Avenida” (1939).
La banda sonora, de Charles Previn y Rudy Schrager, ofrece una partitura breve, que se superpone a los créditos iniciales con una melodía orquestal bailable, rítmica y festiva. Añade un fragmento de “Occi Ciorne” (Dark Eyes), una composición melancólica, que evoca el amor verdadero perdido por intereses materiales, interpretada al piano por Carlo (Auer). La fotografía, de Ted Tetzlaff, crea imágenes de excelente dibujo y composición equilibrada, con emotivos contrastes de luz, imágenes nocturnas bien construidas, referencias realistas (vertedero) y una atenta observación de las extravagancias visuales.
El film se burla de los ricos de modo demoledor. Muestra la banalidad de sus vidas, la estupidez de sus conversaciones, la frivolidad de sus intereses y la mediocridad de sus aspiraciones. La obra constituye una de las sátiras de la alta sociedad más ingeniosas, brillantes y contundentes que se ha hecho en cine. Como recurso dramático, el film pone en comunicación y enfrenta a personajes de clases sociales diferentes y yuxtapone opulencia y miseria, de acuerdo con la realidad de NY durante la Depresión. Añade el pasado enigmático y oscuro del protagonista, reconocido por un antiguo compañero de estudios, Tommy Gray (Mowbray), como Godfrey Parke, de Boston. La verdad de su pasado misterioso se desvela gradualmente, pero no se completa hasta poco antes del desenlace.
Los tres films que componen el “mejor ciclo” (1936-39) del realizador son “Al servicio de las damas” (1936), “Damas del teatro” (1937) y “La muchacha de la Quinta Avenida” (1939).
La banda sonora, de Charles Previn y Rudy Schrager, ofrece una partitura breve, que se superpone a los créditos iniciales con una melodía orquestal bailable, rítmica y festiva. Añade un fragmento de “Occi Ciorne” (Dark Eyes), una composición melancólica, que evoca el amor verdadero perdido por intereses materiales, interpretada al piano por Carlo (Auer). La fotografía, de Ted Tetzlaff, crea imágenes de excelente dibujo y composición equilibrada, con emotivos contrastes de luz, imágenes nocturnas bien construidas, referencias realistas (vertedero) y una atenta observación de las extravagancias visuales.