El cine de artes marciales le debe mucho a su figura más iconográfica, Bruce Lee, pero le ha dado poca importancia a figuras como la de Yip Man, legendario maestro de kung-fú y fundador de la escuela en la que Lee aprendió. Este elaborado filme de Wilson Yip intenta hacerle justicia a tan ilustre personaje.

El filme se ambienta en un pueblo chino durante los años previos a la guerra contra Japón. Yip Man (Donnie Yen) es un maestro de Wing Chun admirado por todos que de vez en cuando se enfrenta en combate singular contra adversarios que quieren medir sus fuerzas con él. Básicamente, la película muestra la filosofía y la destreza marcial de Yip Man, dosificando bien los combates e incluyendo la parte dramática como parte importante del filme, a diferencia de otras cintas de artes marciales en las que sólo priman los combates.

El formato es impecable, con una ambientación cuidada al extremo y una escenografía bien diseñada, aunque adolece de cierta variedad de decorados. El motivo principal de la cinta, los combates, están magníficamente coreografiados y resultan espectaculares, mostrándonos la gran técnica que tiene el actor Donnie Yen, y añadiéndole elementos exagerados para hacerlos más épicos y vistosos.

Aunque el filme esté bien dirigido, interpretado y ambientado, a mi humilde entender ofrece justo lo que promete, pero no llega a ser la obra maestra que, sin duda, pretende ser. Muchos ven algo más que quizás yo no vea, algo más que una bien trabajada cinta de artes marciales ambientada en un hecho histórico. Es indudable que “Ip Man” no es convencional, pero tampoco es la película definitiva como algunos apuntan, ni tampoco creo que se merezca la nota media que tiene. Hay otras cintas que están al mismo nivel, como “Las 36 cámaras de Shaolin” (1978), que podrían tener la misma nota o superior si la hubieran visto más usuarios.

“Ip Man” es, sin duda, una buena muestra del género que hará las delicias de los seguidores del kung-fú y de una de sus leyendas más importantes. Recomendable.