The Karate Kid

Por honor, por las artes marciales, por todos los deportistas del mundo, por favor, Cheng, ¡gánale!

Avildsen con su «Karate Kid» cometió el error de darle el protagonismo a un tirillas que nunca, ni nacido mil veces, podría haber ganado ningún torneo. El problema es que treinta años después, Harald Zwart comete el mismo fallo irritante que, lo siento mucho, no puedo pasar por alto por ser parte sustancial del mensaje de la película. Me molesta esta filosofía de esfuerzo barato y de entrenamiento exprés que convierte a cualquier pardillo sin una gota de habilidad en el mejor del mundo. No es posible que se transmita esto. Aparte de ser mentira, es desquiciante.

El alumno Cheng, por ejemplo, así como todos estos chicos de la escuela del Dragón, llevan años preparándose, sudando, esforzándose, disciplinándose, partiéndose huesos y consiguiendo moratones, trabajando cuerpo y mente, y encima de todo soportando a un maestro que les trata sin piedad y les pega sin contemplaciones, para que aparezca un mindungui sin experiencia que tras entrenarse de la manera más estúpida les derrote. Imposible. Yo no quiero que gane Dre Parker. Quiero que gane Cheng. A este chico, Zhenwei Wang, se le ve desde su primer movimiento que es de verdad (repito: de verdad) un artista marcial. ¿Sabéis a qué edad empezó? ¿Os lo imagináis? A los cuatro años. Repito: a los cuatro años. Así se consigue esa habilidad, esa agilidad, esa fuerza y esa preciosa armonía de su cuerpo en cada patada y salto. Así, sí, y no colgando chaquetas durante dos semanas. No puedo soportarlo, no puedo.

«Karake Kid» cuenta con Jackie Chan como el bondadoso y triste maestro que «enseñará» Kung Fu a Jaden Smith, quien de momento no tiene el carisma de su padre. Le falta mucho por aprender como actor y su Dre está a un paso de atragantársete tanto por su historial atlético, como por su triunfo amoroso, que es otra barbaridad que nadie se cree. A destacar la persecución por las calles chinas al más impresionante estilo parkour y los combates de la competición, que aunque quieren ser demasiado cinematográficos ofrecen destellos de veracidad. Cursi por momentos y con un final del que creía que no podría ser tan lamentable como el de la peli original, pero que sí llega a serlo. El movimiento grulla-cobra es de vergüenza ajena y ese golpe falso por ordenador solo merece nuestro desprecio.

Quizás a los niños les emocione. A mí no.

- Papá, papá, quiero hacer una peli para impresionar a mis amiguitos del club de golf.
- Ya, Jaden. Pero, con la pinta que tienes de mopa para deshollinadores, no se me ocurre...
- ¡Jo, papi! Es que YO, es que YO...( y así durante media hora)
Pensándolo bien -se dijo Will Smith-, ¿qué hago si no con este imbécil?
Claro, para dar hostias, vale cualquiera. Y si te alecciona Jackie Chan, aunque ahora arregle cañerías...
Esto es como el niño que, en carnavales, sólo se disfraza si es de superhéroe. En este caso, es que papi tiene pasta para un disfraz mucho más caro.

La mayoría de los remakes se hacen para sacar tajada económica a partir de la fama o el éxito del original y por ello no suelen añadir aportaciones artísticas a las existentes en el original. Al menos yo me acerco a un remake con la ilusión de ver algo nuevo que me sorprenda en una historia que ya conozco, pero también me acerco con el miedo a la decepción de que no aporte nada al original (como el remake de "Furia de titanes").

Afortunadamente para mi felicidad, este remake está sorprendentemente bien contado y añade aportaciones positivas respecto al original: siendo los personajes tan jóvenes y teniendo en cuenta las modas actuales (léase la saga "Crepúsculo", por ejemplo), es una película muy madura (más que el original) que no concede espacio a chorradas de y para adolescentes
(en este sentido es más madura que "Crepúsculo"); más objetiva que analítica, elude el choque de culturas limitándose a describir algunos aspectos de la cultura china; añade profundidad a la historia original amplificando la idea de "vivir con miedo"; mantiene y mejora los convencionalismos originales que son sello de identidad de esta historia, sobre todo en las
escenas de entrenamiento y de pelea.

Los actores jóvenes están bien y Jackie Chan no desentona, es otro mérito de la película el evitar convertirse en vehículo de lucimiento exclusivo de Chan.

Acertada banda sonora mezcla de diferentes estilos: pop-rock (Gorillaz, AC/DC, RHCP), clásica, disco, orquestación,...

Aunque inicialmente parece que se va a hacer excesivamente larga, enseguida coge ritmo y termina haciéndose cualquier cosa menos pesada; durante y al final de su visionado me hizo recordar una frase hecha que hacía mucho que no utilizaba: ¡cómo mola!

Esta película la descubrí por primera vez en esta misma web, mirando los próximos estrenos. Cuando ví lo se nos echaba encima pensé: "Oh, mierda, otro remake comercial". No fue hasta que me picó la cuirosidad y miré los actores (Jackie Chan, Jaden Smith) que pensé: "Jackie Chan no puede hacer un remake barato, y el hijo de Will Smith aún menos" (entonces aún estaba medio atontado al saber que Smith hijo debutaba sin su padre al lado como actor). Cuando definitivamente supe que no estaba fente a un remake barato fue cuando ví el tráiler (que posteriormente volví a ver innumerables veces.
Cuando ví la película entera, encontré sus pros y sus contras, pero me encantó, no solo por la magistral interpretación de Jaden Smith (heredada del padre XD) sinó que también me sorprendí por la interpretación de Jackie Chan, en un papel melancólico, introvertido, callado, sin sobreactuaciones posibles, o lo que es lo mismo, la antítesis de los papeles a los que nos tiene acostumbrado.
Como fallos, sí, el aprendizaje a camara rápida de Dre, lo de la montaña del Kung Fu, el nombre de la película... pero, a mi parecer, el nombre viene de lo que le dice su archienemigo cuando se topan por primera vez.

Un gran remake como pocos ha habido y habrá.

Una película que empieza subiendo, pero como todo lo que sube... tiene que bajar. En cierto momento se viene en picada, jamás supera a la primera (...) aunque las peleas son mejores, menos la del final, no cuento detalles, pero simplemente las peleas del torneo son fatales y más Matrix que nada. Viva Miyagi! Banzaiii!.