Satanás, perfil de un asesino

Título alternativo: El ángel exterminador aka Dr. Jekyll and Mr. Hyde.

Película excesiva y pésimamente resuelta. Desconozco si la novela de Mario Mendoza va por los mismos derroteros o quiere retratar la presencia de la maldad en nuestros tiempos. Algo que con abrir el periódico o ver el telediario nos vale. Encima ese ‘basado en hechos reales’ con los títulos de final de cinta diciendo…

En un ejercicio muy bien realizado nos encontramos esta historia, basada en hechos reales, que nos muestra a un hombre que asesina por necesidad. El personaje principal se encuentra en la disyuntiva de qué hacer y nos muestra su retorcido perfil psicológico. Esta película nos retrata, con escenas muy sangrientas y crudas, lo que es capaz de llegar a ser el ser humano que se enferma y queda perturbado por el incurable vicio de la soledad y el hastio. La violencia que se refleja encaja, por desgracia, perfectamente, con la realidad de nuestro continente.

Básicamente, la película va de un cuarentón veterano de guerra retirado, que vive con una madre anciana, un poco toca narices y maniática. Para salir de la vida rutinaria y aburrida, el protagonista dedica su actividad laboral a dar clases de inglés a una adolescente (Martina García), de la que siente una atracción amorosa especial.
Por otro lado encontramos la historia de un cura que cae perdidamente enamorado de una feligresa y la dura historia de una joven de vida disipada, con muchos pretendientes y pocas ganas de contraer un compromiso serio que asiente su vida agitada.

Satanás, perfil de un asesino (con mas de asesino que de Satanás, que no aparece por ningún lado) viene a resumirse en la paranoia y frustración de un profesor (Damián Alcazar) que un día se le cruzan los cables y empieza a matar a toda la gente que se va encontrando por el camino.

Película lenta y aburrida en su desarrollo. En su tramo final podemos ver una cantidad innecesaria y gratuita de escenas duras, violentas y sangrientas, cuyo único reclamo es la locura criminal del protagonista.

Aunque dicen que está basada en hechos reales, el cine puede llegar a ser mas impactante que la propia realidad, con tal de vender al espectador una historia morbosa que suba la recaudación de taquilla.

Para empezar, el título de: Satanás, perfil de un asesino está de más; debe ser simplemente Satanás, pero en fin que se le va hacer. Y bueno a mi parecer para poder hacer una crítica de este film hay que separarla de dos modos de vista. La primera a mi parecer, como película de drama y acción es muy buena ya que jamás se me hizo aburrida y se le agradece que sea de un ritmo acertado. La segunda es obviamente el tema a tratar, el odio, el mal; que sin embargo se me hizo complejo (de buena manera) ya que las asociaciones que se hacen son muy interesantes, sin dejar de mencionar que las escenas duras, fuertes y crudas no son de mucha costumbre en películas latinoamericanas, o al menos no tantas en un mismo film; hace que en resumidas cuentas se convierta en un film sumamente personal y profundo. Es una realidad cruda, vista varias veces en el mundo, y si hay algún mensaje de esta película puede decirce que es "no hay muertos inocentes" o la conocida "todos somos pecadores". El lado del mal a parte de cualquier creencia religiosa es la maldad del hombre capaz de crear un infierno real. Mención a parte me parece la actuación de Damián Alcazar, que retrata friamente el personaje, y en general el elenco está correcto. No es un film de terror pero en cierta medida si da miedo; tampoco es una obra maestra pero tiene esa pinta de buena película. Todo el entorno del metraje tiene ese no se qué que va perfecto para la trama. No es un film para todos y a la vez recomendable para muchos.

Que esté basada en un hecho real, y brutal, como la historia de un hombre corriente que un día de furia asesinó a una veintena de personas, una de ellas su propia madre, es casi una anécdota, porque lo más impactante es ver cómo se va gestando esa violencia salvaje. Como el vaso de la paciencia se va colmando con frustraciones, rabia, manías, envidia y odio hasta explotar contra la pared, llenándolo todo de cristales y muerte. Y lo más terrible es que las gotas que colmataron ese vaso de locura eran del grifo cotidiano de las pequeñas cosas que se van convirtiendo en irresistibles provocaciones que pueden hacernos perder la lucidez. A todos. Sin excepción. Eso es lo más espeluznante: la delgada línea roja que puede convertir a cualquiera en loco asesino.

Es verdad que Elíseo es carne de cañón machacado. Un ex-marine licenciado que tiene que enfrentarse a una guerra diaria, durísima, para la que personalmente no está preparado. Al fracaso de sus ambiciones. A una vida frustrada sin esperanzas. A la convivencia diaria con una madre que detesta y que considera vulgar y sucia. Maniático del orden, obsesionado con la belleza, neurótico con la limpieza, se siente en un mundo sórdido, mugriento y maleducado donde se encuentra herido, humillado y burlado a todas horas y por todos. Mantiene la cordura en un desequilibrio tan precario que sabe que en cualquier momento se inclinará irremediablemente hacia el caos y la autodestrucción.

Pero Elíseo no es el único habitante damnificado de esa terrible ciudad, como otra cualquiera, por cierto. La violencia, la envidia, el odio, la pobreza, la desesperanza, las frustraciones van tejiendo la mala vida de las pobres personas incapaces de liberarse constante e incansablemente de ellas. Y en paralelo a su explosión salvaje, conocemos la historia de otras pequeñas vidas, como la de una muchacha harta de las privaciones de su vida miserable, un sacerdote atormentado por tentaciones irresistibles, una madre enloquecida y asesina… Todos ellos luchan, y pierden, su batalla particular contra sus demonios propios, dejando escapar toda la rabia acumulada en un instante de furia devastador.

Así es. Muy bien contada y terrorífica en su cotidianeidad, esta película sombría cuenta cómo ese vaso oscuro de locura y de sangre está a veces a una gota de derramarse sobre cualquiera de nosotros… De tal manera que podrías dudar y discutir sobre si Dios existe, pero que Satanás anda por ahí enredando y conspirando lo lees algunos días en los titulares de un periódico, o, incluso, tan cerca que puedes notar alguna vez su aliento de azufre a un milímetro de nuestra cara, esperando…