Orange Is the New Black (Serie de TV)

En el primer episodio de esta serie somos sorprendidos con una brillante mezcla de comedia y drama. Sus personajes, sus diálogos, sus situaciones, todo funciona perfectamente. Incluso esa técnica narrativa de flashbacks fugaces o cortos -muy parecidos a los tronchantes inserts de 'Padre de Familia'-, elevan la calidad del conjunto. Nuestro cerebro se activa, pues, lleno de emoción y expectativas.

No se acaban de cumplir. A pesar del ingente esfuerzo que se ve que han hecho para que la serie no se derrumbe, no puede evitar las tramas tópicas, el lugar televisivo común, la pérdida de interés y la aparición del trazo gordo, lo chabacano y lo incongruente, por no decir imposible.

Obvia decir que la crudeza de la realidad que quiere retratar siempre descompensará la credibilidad de cualquier intento de endulazarla y que siempre caminará en el peligroso filo entre lo bueno y lo ridículo. Tan difícil es esa empresa que ya se ve que no logrará salvar ese escollo sin renunciar antes a cualquier atisbo de verosimilitud.

Una lástima, pero el material de trabajo era extremadamente difícil y complejo.

En 1997 la HBO emitió una serie de producción propia, de ambiente carcelario, llamada Oz que fue pionera de toda la nueva hornada de series modernas que desde entonces han eclosionado en TV. Para empezar estrenaba un formato nuevo (episodios más largos y temporadas más cortas con arcos argumentales que se no se agotaban en cada episodios sino cada temporada) pero además tenía libertad creativa para tratar abiertamente temas tabúes en TV (drogas, violencia, sexo,...). Libertad creativa que le daba el hecho de ser producida por una cadena que no emitía en abierto.

En 2013, Netflix emitió la primera temporada de Orange is the New Black, otra serie de ambiente carcelario.

Pero hay importantes diferencias sobre su predecesora: primero, mientras que Oz era un drama, esta es una tragicomedia, es un drama, pero también tiene muchos elementos de comedia. Y segundo, Oz se desarrollaba en una cárcel, esta se desarrolla en una cárcel de mujeres, por lo que la mayoría de sus protagonistas son femeninas.

Por lo demás, como la pionera Oz, también ha tenido libertad creativa para tratar temas tabúes: drogas, sexo, lesbianismo (de hecho para dirigir un capítulo titulado Solicitud de lesbianismo denegada se eligió a Jodie Foster),... pero también es mucho menos violenta que Oz, probablemente por el tono de comedia. No es que las prisioneras sean todas unos angelitos, pero no son los cabrones con pintas que había en Oz donde lo raro era encontrar algún personaje “decente”.

La serie cuenta la historia de Piper Chapman, una chica blanca, culta, algo pija, que se va a casar con su prometido, y que se ve obligada a entrar en prisión por un delito que cometió muchos años antes: trabajaba transportando dinero de un cartel internacional de drogas para el que fue reclutada por Alex, quien acabaría convirtiéndose en su novia. De ahí el título: el naranja es el nuevo negro porque el vestuario de Piper se ha visto reducido drásticamente en cuanto modelos y colores al verse obligada a vestir los monos naranjas de la prisión (aunque realmente ese uniforme sólo lo visten en la serie las nuevas durante los primeros días).

Años después, cuando hace mucho tiempo que Piper abandonó tanto a Alex como a ese trabajo, y ella ya había reconstruido su vida y se había prometido con su novio Larry, el cartel cae, y ella es delatada, detenida, juzgada y condenada a pasar en la cárcel un periodo que, aunque no es muy largo (15 meses) a ella y a su novio se les hará eterno.

Y la serie empieza justamente cuando Larry la acompaña a ingresar en la prisión. Como os podréis imaginar, en la cárcel de mujeres (poblada por latinas y negras sobre todo) no abundan las de raza blanca, y las que hay no son precisamente universitarias cultas de clase media y amantes de la lectura. Por lo que gran parte del atractivo de la serie consiste en ver el choque que sufre Piper al tener que adaptarse a su nueva vida, pero también en ver cómo la separación y esa nueva vida afecta a la relación con su prometido.

Al parecer la serie se basa en un libro autobiográfico de Piper Kerman, sobre las experiencias reales de su autora en la cárcel, que también era una chica blanca, culta y de clase media a la que su novia metió en el negocio del blanqueo de dinero de las drogas, y que también tenía un novio con el que estaba prometida cuando la condenaron.

La serie utiliza una técnica curiosa para que vayamos conociendo a las distintas reclusas. Cada episodio se centra en una de ellas, y mezclados con la acción en el presente (en la prisión) nos va intercalando flashbacks de la vida pasada de cada personaje, incluso de su infancia, hasta contarnos porqué está realmente encarcelada (más allá de los rumores que circulen sobre ella).

En resumidas cuentas, una serie que merece la pena; aunque al principio el tema no te atraiga o te cueste entrar en ella, la serie va creciendo y mejorando a lo largo de los episodios, hasta llegar a un final de temporada sorprendente, un cliffhanger para dejarte colgado esperando hasta empiecen a emitir la segunda en verano de 2014.

Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2014/03/orange-is-new-black-mejor-que-la.html

Y qué bien sienta.
Excelente comedia negra (pero muy negra) de personajes maravillosamente construidos, tramas adictivas, morbo y dosis de drama, todo bien mezclado hasta dar con una mezcla altamente adictiva. Van a querer más de las aventuras carcelarias de Piper, se lo aseguro. Y de Alex. Y de Crazy Eyes. Y de Red. Y de Pennsatucky. Y de Nicky. OITNB es una de esas series que hacen recuperar la fe en lo bueno, porque es muy buena. Además, tiene enormes actrices. Taylor Schilling, Laura Prepon, Taryn Manning, Laverne Cox, Uzo Aduba, Natasha Lyonne... todas están extraordinarias. Gran idea también la de ir contando poco a poco las historias de las internas e ir desgranando por partes la trama de tráfico de drogas que llevó a Piper y Alex a la cárcel.
Lo dicho, adictiva.

Lo mejor: Casi todo
Lo peor: Hay capítulos poco interesantes

Aunque la serie es del 2013 yo no la había visto hasta ahora. Gracias a ello he podido valorar sin interrupciones, la evolución de esta tele-serie a lo largo de sus cinco temporadas.

Para quien no la haya visto aún, diré que Orange is the New Black es una mezcla de comedia-drama carcelario donde se conjuga las vivencias pasadas y presentes de un grupo de reclusas en un cárcel de mínima seguridad, aderezado con mucho humor negro y generosas dosis de lesbianismo. Su principal protagonista es Piper Chapman; una mujer frágil y un tanto temerosa que recuerda mucho al personaje de Macarena (Maggie Civantos) de la serie Vis a Vis. Es tanto el parecido de Macarena con Piper que produce sonrojo. Siendo Orange is the New Black creada en el año 2013 y la primera temporada de Vis a Vis emitida en 2015, ya sabemos quién copió a quién. Y es que habiendo visto la serie Vis a Vis descubro Orange is the New Black. Y no hay color; o más bien el naranja predomina ante la copia amarilla.

Orange is the New Black empieza con la entrada en prisión de Piper Chapman. Desde el primer capítulo, el espectador es testigo silencioso de su ingreso en prisión, introduciéndose poco a poco en ese mundo carcelario, hasta finalizar en el último capítulo de su quinta temporada.

Lo cierto es que la evolución de Orange is the New Black podría resumirse en: una atrapante primera temporada, que va manteniendo el interés a lo largo de la segunda y tercera temporada. La cuarta temporada alcanza su máxima tensión derivando en un motín carcelario. La quinta temporada pega un gran bajón, ya que en mi opinión, el motín se alarga demasiado. Esos trece últimos capítulos se vuelven aburridos, convirtiéndose en una parodia de las anteriores temporadas, siendo rellenada con escenas de striptease y chistes absurdos, en los cualesl los personajes vagabundean como naufragos en una isla desierta. Sólo se salva el último capítulo, donde la trama parece asentarse un poco, abriendo la posibilidad de una sexta temporada.
En general la serie está muy bien, sobrepasando sin duda a la copia de Vis a Vis.

Era menester (casi obligación), realizar un análisis de "Orange is the New Black", una de las series más galardonadas de Netflix y a mi gusto, debería estar en cualquier top tres de lo que ha realizado esta firma. Jenji Kohan y su equipo nos crea un universo grandísimo, donde sabemos que la historia gira en torno de Piper, sin embargo, me atrevería a decir que deliberada y de una forma genial, rota el protagonismo de la historia casi en cada capítulo. Lo anterior se sustenta en que, a pesar de que son muchos personajes, a todos los recordamos, de todas sabemos sus más oscuros secretos, desde la misma Piper Chapman hasta Janae Watson, por ejemplo.

Desde la historia más sencilla hasta la más compleja, combinando ese drama personal de cada personaje con una problemática social que confluye en un universo muy grande, en el cual cabe cualquier tipo de sentimiento. La historia se desarrolla con cada personaje que nos hace ver una actuación muy natural, cada una con una forma de interpretación bastante pintoresca nos hace sentir esa empatía y repito, no hay personajes secundarios.

No tengo en la cabeza una termporada mala, las siete se mantienen en un nivel bastante alto, a pesar de que cada una tiene 13 capítulos, son facilmente "digeribles". Todos estos componentes me van a hacer extrañar mucho a todas las reclusas y a cada drama que representan.

Por otra parte encontramos el humor, el adecuado humor que maneja la serie, inteligentemente ubicado en medio de cada drama y unos "flashbacks" bastante acertados, sin ellos tal vez no hubiéramos entendido más de un proceder de nuestras personajes. Técnicamente, no tiene grandes hallazgos, es dinámica pero sin extravagancia y supongo que esa era su pretención desde el comienzo.

Es necesario que se den una pasada, con mucha paciencia (por lo larga), pero que al final les va a sacar una que otra lagrima como me conmovió a mi. Muy recomendada.